EDITORIAL
La
democracia burguesa queda exhibida en su putrefacción en el actual proceso
electoral con el caudal de hechos, actos y procedimientos fraudulentos de los
diferentes partidos electorales, candidatos a puestos de elección y
funcionarios del sistema electoral.
Si el
Bronco falsificó 60% de las firmas que presentó y aun así aparece en la boleta
electoral, más que un “golpe a la democracia”, ésta se expresa en su
podredumbre tal cual es; se pueden cometer incluso
delitos
graves según la ley vigente, no obstante, por ser político de oficio que
oxigena a la democracia burguesa no sólo se le dispensa, además se le premia
con la candidatura a la presidencia.
En esa
misma condición está Margarita Zavala, ayer como esposa del genocida Calderón
que ocupaba la presidencia, hoy como candidata “independiente”. Infinidad de
irregularidades para alcanzar la cuota de
respaldo “popular” nos indican las mismas mañas, las mismas tranzas, en sí son
las mismas formas de hacer política cuando no se tiene respaldo popular, como
políticos de oficio se muestran con ansias para ser los nuevos verdugos del
pueblo.
Es
evidente que, por los medios institucionales, ateniéndose estrictamente a la
ley no hay lugar para quienes de verdad aspiran a un cambio de la sociedad,
porque por el andamiaje institucional hay que ser tramposo, corrupto, violar la
ley, estar del lado del explotador y opresor para escalar en el sistema político;
por esa ruta no se puede garantizar la defensa de los intereses populares,
transitar por ella es alimentar
la falsa esperanza y perderse en las grietas del enemigo.
Las
candidaturas independientes no significan un paso progresista en la democracia,
ésta es por esencia burguesa y tiene el objetivo de la defensa del régimen, son
en verdad un mecanismo más de legitimidad de la inmundicia del actual proceso
electoral y de la democracia burguesa en su exacta condición, ella sólo es
posible con el fraude, con la corrupción desenfrenada que se expresa en los 7
mil muertos que resucitan para apoyar al Bronco; en las miles de firmas
duplicadas, en nombres que nunca han estado en el padrón electoral, que tanto
el susodicho y Zavala incurren en prácticas fraudulentas y en delitos del fuero
común.
El
mensaje de todo el andamiaje electoral es claro, para ser político de oficio
triunfante, para acceder a la administración pública como expresión del poder
político hay que ser corrupto y criminal. En esa ruta
está la
decisión del fallo del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación
(TEPJF) y no hay apelación que valga, los verdugos del pueblo se caracterizan
por su historial criminal, a más grande y abultado el expediente más garantía
para representar los intereses oligárquicos.
Sólo
quien hace caso omiso de la realidad puede sostener que el cambio que reclama
nuestro pueblo pude suceder por esta vía; la democracia burguesa y sus
instituciones ahogan la voluntad de combatir del pueblo en la descomposición,
por esa ruta el único resultado que ilustra la propia experiencia es la desmovilización
y la pérdida de combatividad de las masas trabajadoras.
Como
falsa esperanza no libera al pueblo ni de la explotación económica ni de la
opresión política; quimera que doblega y sojuzga la voluntad popular de
combatir para hacer culto a las formas burguesas de hacer política.
Los
caminos del cambio por la vía pacífica, por la ruta institucional están
agotados desde hace rato; el camino por el cual hay que sumar esfuerzos, por el
cual hay que trabajar y construir es la de la vía revolucionaria que consiste
en construir el poder político del pueblo fuera de toda estructura y forma corporativizante,
es la ruta de la revolución socialista.
¡Con la guerra
popular! ¡El EPR triunfará! Año 22 Nº 184 Abril de 2018 Pág. 3
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