Fernando Inés Carmona - lunes, mayo 23, 2011
Orizaba, Ver.- La Iglesia católica condiciona la aprobación de la ley de adopciones. Le exige a los legisladores del estado que apliquen “candados legales para que la iniciativa sólo ampare a familias legalmente constituidas y con probada calidad moral”, y reclama que a los homosexuales se les niegue la posibilidad de adoptar. Por su parte, organizaciones no gubernamentales (ONG) aclaran: “La del obispo es una posición homofóbica, discriminatoria, pero profundamente ignorante”.
En este sentido el titular de la Diócesis en Orizaba, Marcelino Hernández Rodríguez, demandó que los diputados locales hagan un análisis de las condiciones en las que se deben autorizar las adopciones de niños en el estado y en especial, que se les garantice una estabilidad emocional y social
“Los niños y niñas con esta ley tengan los verdaderos instrumentos y elementos que les permitan crecer fuertes, sanos, libres y con la gran posibilidad de desarrollar todas sus aptitudes, dejando de lado que puedan integrarse a matrimonios del mismo sexo o personas con preferencias sexuales de homosexualidad”, declaró.
La demanda a los legisladores locales, para que se haga el análisis de la propuesta: “esta ley debe de ser bien analizada a fin de que se logre lo propuesto por el mandatario Javier Duarte y su esposa Karime Macías y los menores vulnerables no caigan en hogares donde puedan desorientarse”.
Reconoció que la iniciativa presentada por el gobernador Javier Duarte “es un gran avance que les permitirá un marco legal y garantizar la protección y el cuidado para desarrollar a plenitud su potencial, siempre y cuando existan los candados para que sólo puedan estar en hogares dignos.
”No podemos avalar adopciones de padres homosexuales o lésbicos, pues esto traería consigo en el menor en este hogar una desintegración familiar sin certeza y confianza, pues adoptarían la forma de vivir de los padres lo cual provocaría en algunos sectores de la sociedad rechazo y falta a las buenas costumbres”.
En tanto, Jairo Guarneros Sosa, integrante del Colectivo Feminista Cihuatlahtolli lamenta la postura eclesiástica pero responde: “el obispo se caracteriza por ser alguien que no pierde oportunidad de demostrar el menosprecio hacia los grupos de preferencia diferentes. No vemos por ningún motivo que ellos no puedan adoptar”.
Anuncia que públicamente protestarán por la postura de la Iglesia católica: “como asociación condenamos esta postura de voces retrógradas, oscurantistas, sobre todo de alguien que escudándose en una institución religiosa vierte su homofobia y su discriminación hacia quienes no son iguales que ellos. Me parece lamentable que el obispo asume esta postura. Es lamentable.
”La comunidad homosexual, la comunidad lésbica, no sólo de Orizaba sino de toda la región van a empezar a tomar posesión de los espacios públicos para rechazar este tipo de declaraciones que son violentadoras de este tipo de grupos”, señaló.