Más allá de las declaraciones de rigor, si las autoridades federales quieren indagar acerca del aumento de la criminalidad y las agresiones contra periodistas en los últimos diez años en Veracruz, deben voltear hacia dos exprocuradores del estado: Reynaldo Escobar y José Alejandro Montano, que vieron crecer al crimen organizado y la ola de violencia con sospechosa pasividad… o incluso colaboración, como señaló oportuna y constantemente la prensa local, que desde entonces es víctima de brutales represalias
“Dos regresos peligrosos”, se tituló en la edición 1849 de Proceso el reportaje sobre un par de exfuncionarios de los tres últimos gobiernos priistas señalados como corresponsables en la crisis de seguridad y el auge del crimen organizado en Veracruz, quienes ahora aparecen apadrinados por el aspirante presidencial priista Enrique Peña Nieto como candidatos a diputados federales de su partido por Xalapa.
La publicación de la breve historia de Reynaldo Escobar Pérez, exalcalde de esa ciudad, secretario general de Gobierno en la administración de Fidel Herrera y efímero procurador en la de Javier Duarte, así como la de José Alejandro Montano Guzmán, quien fue secretario de Seguridad Pública en el gobierno de Miguel Alemán, dirigente local de la Confederación Nacional de Organizaciones Populares (CNOP) y ahora cercano al mandatario estatal, generó una reacción censora en la capital veracruzana: poco más de 3 mil ejemplares de este semanario fueron “desaparecidos” de la circulación el pasado 8 de abril y hasta ahora nadie sabe quién ordenó confiscarlos.
Como responsables de las áreas de seguridad, de gobierno y de procuración de justicia en los últimos diez años, las historias de Montano y de Escobarse entreveran con la ola de crímenes contra periodistas que se han cometido en la entidad, señalada ya como una de las más peligrosas para el ejercicio periodístico en el país.
En una década ya suman15 periodistas fallecidos: Jesús Miranda Virgen, Raúl Gibb Guerrero, Hugo Barragán Ortiz, Roberto Marco García, Alfonso Sánchez Guzmán, Raúl Martínez López, Luis Daniel Méndez Hernández, Noel López Olguín, Miguel Ángel López Velasco alias Milo Vera, su hijo Misael López Solano y Yolanda Ordaz de la Cruz, los tres últimos del periódico Notiver, el de mayor circulación en el estado.
A esta lista trágica se sumaron Regina Martínez, corresponsal de Proceso asesinada el 28 de abril, y los fotógrafos Gabriel Huge Córdova, Guillermo Luna Varelay Esteban Rodríguez Rodríguez.
En la mayoría de estos casos salieron a relucir los nombres de Montano y Escobar, bien como protagonistas de los textos escritos por los reporteros o como responsables de las investigaciones cuyos expedientes, invariablemente, fueron cerrados con rapidez por las autoridades ministeriales.
(Extracto del reportaje que se publica esta semana en la revista Proceso 1853, ya en circulación)