Para el presidente de la República, aquí no pasa nada. Nunca antes México había estado como ahora.
Felipe Calderón ve con total optimismo el crecimiento económico, la generación de empleos, la cobertura de salud y el acceso a la vivienda.
“Nunca tantos mexicanos habían tenido acceso a casa propia. Y hoy la competencia en telecomunicaciones crece, reduciendo los precios y elevando la calidad”, aseguró cuando hace apenas unas semanas el gobierno empezó una lucha frontal contra la empresa MVS por la banda de 2.5 GHz.
Calderón lució tranquilo. Con un pausado movimiento de brazos y tono casi coloquial, habló sobre un país pujante.
En los cinco rubros de su visión y versión de las cosas, entregó resultados positivos.
Los ejes temáticos fueron Seguridad y Estado de Derecho; Economía Competitiva y Generadora de Empleos; Igualdad de Oportunidades; Desarrollo Sustentable, y Democracia Efectiva y Política Exterior Responsable.
“Muchos problemas subsisten, sí, pero hoy México tiene mayores y mejores capacidades para enfrentarlos, México ha cambiado y ha cambiado para bien, tiene instituciones públicas más sólidas y eficaces, su economía está en crecimiento y genera más de 700 mil empleos formales al año”, resaltó.
Agregó que en la democracia mexicana hay división de poderes, pluralidad, libertad de expresión, de asociación y de participación.
“En instituciones de seguridad y justicia, en competitividad económica, en cobertura de salud y educación, en infraestructura, México se ha transformado, y hoy es mejor”, presumió el primer mandatario.
Los más de 70 mil muertos no fueron mencionados. Y las víctimas inocentes (los daños colaterales de la guerra del gobierno contra el narco) ni siquiera fueron recordadas con un breve homenaje. Tampoco les tocó un agradecimiento como el que recibieron las amas de casa, los soldados, los policías y los oficinistas.
El de Calderón, más que informe, parecía una justificación. Y fue alternado con videos institucionales proyectados en dos grandes pantallas ubicadas a los costados del atril presidencial.
En ocasiones, las cámaras hacían paneos para mostrar la gran cantidad de invitados que asistieron al último informe.
Y es que Felipe Calderón ha cargado durante casi seis años con el lastre de haber llegado a Los Pinos a través de unos comicios cuestionados y sellados por la presunción de fraude electoral. Ante esto, dijo que la transformación de los organismos electorales en su gestión dio lugar a elecciones más justas.
Afirmó que durante su mandato maduró la democracia, pero también reconoció que es indispensable perfeccionar la ley electoral para que los resultados de los comicios sean transparentes. Pero habrá que esperar seis años para saber si esto es cierto, ya que los procesos de 2006 y 2012 provocaron más dudas que certezas.
El segundo presidente panista de México aprovechó que tenía la atención de miles de mexicanos para pedirles que apoyaran a Enrique Peña Nieto.
“Deseo éxito al presidente electo en su mandato, y pido a los mexicanos que, por encima de cualquier diferencia, lo apoyemos en lo esencial, porque sé muy bien que un presidente necesita la colaboración de todos para sacar adelante a México”, exhortó.
En el informe de casi dos horas que rindió en el Palacio Nacional, aseguró que a pesar de las críticas que ha recibido su estrategia contra el narcotráfico, se verán los frutos en el futuro.
“A nuestra generación lo tocó asumir los costos y los riesgos de una transformación ya impostergable en la política y en las instituciones de seguridad; una reforma que aunque comienza a dar ya algunos resultados, sus verdaderos frutos solo se verán plenamente en el futuro”, explicó.
Agregó que cuando sus hijos crezcan, se entenderá todo lo que hizo esta administración por la niñez mexicana.
Calderón presumió que recientemente presentó una nueva iniciativa para la protección de las víctimas del delito, pero no aclaró que la que se hizo previamente había dado lugar a una controversia constitucional.
El optimismo presidencial llegó al grado de señalar que en el México de hoy existe más capacidad para enfrentar los problemas.
“Muchos problemas subsisten, sí, pero hoy México tiene mayores y mejores capacidades para enfrentarlos. México ha cambiado, y ha cambiado para bien. Tiene instituciones públicas más sólidas y eficaces”, afirmó.
Sin embargo, durante su sexenio, a la PGR se le desvanecieron casos como el michoacanazo, la detención del candidato al gobierno de Quintana Roo Greg Sánchez y la impunidad del diputado Julio César Godoy Toscano, quien fue acusado de tener vínculos con el narcotráfico. En todos ellos se vio involucrado el PRD, que denunció el uso político de la procuraduría federal en su contra.
Y si de justificar fallas se trata, Calderón se fue contra el Congreso, al que calificó como responsable de que no salgan las reformas estructurales que le urgen al país.
“Sé bien que el crecimiento es aún insuficiente. Pero eso se explica claramente por la falta de las reformas que le han sido negadas al país, ya sea por razones ideológicas, o sea por cálculos políticos”, fustigó a los legisladores, como ya se le hizo costumbre.
En materia de relaciones exteriores, dijo que México se distanció de Latinoamérica en las administraciones previas, pero que la situación se corrigió parcialmente en su mandato. Y también destacó como avance la definición de la relación con Estados Unidos.
Pero no mencionó que Canadá ahora pide visa a los mexicanos, y tampoco que la relación con Francia es tensa debido al caso de la presunta secuestradora Florence Cassez.
Subestimó la situación de inseguridad en que está inmerso el país.
“Jamás se recurrió al estado de excepción. Más allá de la polémica, éste ha sido un gobierno que se ha puesto claramente del lado de los ciudadanos. Ya hemos hecho el esfuerzo más grande: reconocer el problema, plantear una estrategia integral y avanzar hacia la solución”, indicó Calderón.
Y como si no hubiera recibido reclamo alguno en los encuentros con los miembros del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad, el presidente fue enfático al decir que si se da seguimiento a su estrategia, habrá certeza en el futuro.
“Ya iniciamos la transformación institucional. México ha de perseverar en ella si quiere ver mejores días”, advirtió.
CIFRAS BIPOLARES
Los números presentados por el presidente Calderón elevan a México hasta el cielo. Pero ningún rubro está libre de pecado. Aquí se desglosan los datos del informe acompañados de algunas cifras incómodas.
SEGURIDAD: Cifras oficiales
— 22 de los 37 criminales más buscados del país han sido neutralizados.
— Con la nueva Policía Federal, se pasó de 6 mil a más de 36 mil elementos que presentan por primera vez los exámenes de control de confianza.
— ”Plataforma México” registra más de 500 millones de datos, lo cual transforma el modelo policial en uno de uso de inteligencia.
— Los homicidios en Cd. Juárez han bajado 77 por ciento con respecto a su nivel más alto.
SEGURIDAD: Cifra incómoda
— En septiembre de 2011 fue reportada la última cifra oficial de ejecuciones vinculadas a la guerra contra el narco: 47 mil 515 víctimas.
— Según el Inegi, el año 2011 fue el más violento del sexenio, con 27 mil 199 muertes.
TEJIDO SOCIAL: Cifras oficiales
— Más de 300 Centros Nueva Vida fueron creados en el país durante el sexenio.
TEJIDO SOCIAL: Cifra incómoda
— Durante el sexenio se registró un incremento de hasta mil 200 por ciento en quejas presentadas ante la CNDH.
ECONOMÍA: Cifras oficiales
— México presenta tres años de crecimiento continuo.
— El país registra una expansión de casi 16 por ciento.
— Las reservas internacionales pagan dos veces el total de la deuda externa.
— Desde enero de 2007 se han registrado más de 2 millones 245 mil nuevos empleos en el Seguro Social, el segundo periodo de generación más alta de empleos.
— Más de 126 mil millones de dólares de inversión extranjera directa en el sexenio.
ECONOMÍA: Cifra incómoda
— El sexenio cerrará con un déficit de más de 2.5 millones de fuentes de trabajo.
— 14.2 millones de mexicanos laboran en el mercado informal.
INFRAESTRUCTURA: Cifras oficiales
— De 1980 a 2006 se construyeron 14 túneles carreteros. Durante este sexenio se hicieron 90.
INFRAESTRUCTURA: Cifra incómoda
— Entre 2006 y 2010, México retrocedió seis lugares en competitividad carretera a nivel mundial. El dato es del FMI.
ENERGÍA: Cifras oficiales
— Antes se recuperaba 41 por ciento de cada barril vendido. Hoy, la tasa de restitución de reservas es superior a 100 por ciento, la mayor en la historia de Pemex.
— Toda población mayor de 100 habitantes tiene electricidad.
— Se ahorraron más de 42 mil millones de pesos en subsidios anuales con la extinción de Luz y Fuerza del Centro.
ENERGÍA: Cifra incómoda
— En casi seis años, el precio de la gasolina ha subido 86 por ciento.
— En 2012, la merma de petróleo se triplicó. La cifra de 89 mil barriles diarios es histórica para Pemex.
TURISMO: Cifras oficiales
— Más de 23 millones de turistas internacionales visitaron el país en 2011.
— 7 millones de extranjeros llegaron a México en crucero durante 2011.
— 50 millones de extranjeros cruzaron la frontera en 2011.
TURISMO: Cifra incómoda
— Más de ocho países han emitido alerta de no viajar a México por los altos índices de criminalidad provocados por el narcotráfico.
EDUCACIÓN: Cifras oficiales
— Todos los niños de primaria tienen asegurado un lugar.
— 7 de cada 10 jóvenes tienen acceso al bachillerato. A principios de la década pasada, eran 4 de cada 10.
— En 2012, 33 por ciento de los jóvenes asisten a la universidad.
— Se crearon 130 universidades en el sexenio.
— Hoy se gradúan en México más ingenieros que en Alemania, Canadá y Brasil.
— Se mejoraron las instalaciones de más de 50 mil escuelas.
EDUCACIÓN: Cifra incómoda
— 190 mil jóvenes son rechazados en las universidades públicas cada año.
DESARROLLO SOCIAL: Cifras oficiales
— Las familias beneficiadas por Oportunidades aumentaron de 5 a 6 millones.
— 3.1 millones adultos mayores son beneficiarios del Programa 70 y Más.
— En seis años se construyeron 3 mil estancias infantiles.
— Gracias al Programa Pisos Firmes, 2.5 millones de casas tienen piso de cemento.
— 1 de cada 2 viviendas ha sido financiada en este sexenio.
— Más de 5 millones de personas compraron casa durante la administración.
DESARROLLO SOCIAL: Cifra incómoda
— Los precios de los alimentos han aumentado más de 200 por ciento en el sexenio. El salario mínimo ha subido solo 28 por ciento.
— Seis de cada 10 mexicanos viven debajo de la línea de pobreza.
— El poder adquisitivo cayó alrededor de 30 por ciento en lo que va del sexenio.
— 49 niños murieron en 2009 en la Guardería ABC por falta de medidas de seguridad.
MEDIO AMBIENTE: Cifras oficiales
— 27 por ciento de la energía se genera a partir de fuentes limpias. Se rebasó la meta de 25 por ciento.
— Un millón 800 mil electrodomésticos fueron reemplazados por equipos eficientes con el Programa Cambia tu Viejo por uno Nuevo.
— Se cambiaron 40 millones de focos incandescentes por focos ahorradores. El programa más grande de sustitución en todo el mundo según Guiness.
— El tratamiento de aguas residuales pasó de 36 a 70 por ciento durante el sexenio.
MEDIO AMBIENTE: Cifra incómoda
— Hace 10 años, un mexicano producía un promedio de 0.7 kilos de basura al día. La cifra actual es de 1.6 kilogramos, casi el triple de lo que genera un europeo.
— 17 playas fueron afectadas en Salina Cruz por un derrame petrolero de Pemex.
EL ADIÓS 'A MODO' DE FELIPE CALDERÓN
Su mensaje principal: solo los malos hacen mal, y de su lado solo hubo buenos y sin errores. Una retórica oficialista y acartonada.
Por Paulina Villegas
Veintidós rondas de aplausos. Un quiebre de voz al final. Cero autocríticas. Fue su momento, el último. Por lo menos, la última oportunidad, espacio y audiencia ideal para intentar un mensaje de autovalidación.
Un emblemático Palacio Nacional: el escenario. Un presidente saliente con corbata azul a rayas y traje azul marino: el protagonista. Un discurso institucional, a ratos enérgico, así fue el último informe de Felipe Calderón.
Y lo despidieron las notas de “Cielito Lindo”. Así entregó las últimas palabras de un gobierno que perece, que durante casi dos horas no paró de defender. A veces en tonos más altos que otros, mientras intentaba resaltar los éxitos y omitir los fracasos de un polémico sexenio.
Felipe Calderón abrió su Sexto Informe de Gobierno justificando su decisión de emprender una guerra contra el narcotráfico, más como una obligación moral, que como una opción.
“Proteger a los mexicanos de la criminalidad ha sido para mi gobierno un imperativo legal, político y moral: un imperativo categórico”, dijo. Pero evitó la obligación moral de mencionar lo que salió mal y por qué.
“La intervención federal no ha sido el problema, ha sido parte de la solución”, dijo subiendo el tono de voz.
“Y la violencia es causada por las bandas criminales, no por el gobierno”.
Como era de esperarse, intentó elaborar un discurso de unidad que buscaba responder a una anhelada tranquilidad social.
Fue un evento institucional, sin contratiempos.
Un discurso maniqueo. El mensaje: solo los malos hacen mal, y de su lado solo hubo buenos y sin errores.
Y los datos, las cifras impresionantes sobraron. “Veintidós de los 37 criminales más buscados en México neutralizados”, continuó el todavía presidente.
En seis años se construyeron 10 mil guarderías con el Programa Estancias Infantiles, “la red de cuidado a la niñez más grande de la historia”. Dato interrumpido por el estruendo de un grupo de niños que aplaudieron a su presidente.
“Nuevo récord de exportaciones agroalimentarias y pesqueras”, resaltó más tarde en materia de economía.
Dos millones 240 mil nuevos empleos en el Seguro Social, 126 mil millones de dólares en inversión extranjera directa, 20 mil kilómetros de carretera, “igual a la distancia del Polo Norte al Polo Sur”.
¡El sexenio de la infraestructura para México!”. Así lo resumió Calderón.
Afuera del palacio, un insospechado silencio. Una ausencia de manifestantes.
Para Eusebio Martínez, indígena otomí invitado al informe del presidente, el discurso “estuvo bien”, y su gobierno, “también”. Pero sí hubo errores.
“El más grave,” dice, “combatir la criminalidad”.
Con gestos de complacencia, personajes ilustres como Carlos Slim y Emilio Azcárraga Jean lo escuchaban en las primeras filas. Al lado derecho del presidente estaban los gobernadores. Del izquierdo, su gabinete.
Frente a él, los priistas Jesús Murillo Karam, Manlio Fabio Beltrones y Pedro Joaquín Coldwell. La crema y nata estaba ahí para la foto.