por Lilia Baizabal
“Cuando un hombre pide justicia es que quiere que le den la razón”: Santiago Rusiñol
Candentes declaraciones las del ex dirigente nacional del PRI Humberto Moreira. Culpó del asesinato de su hijo José Eduardo a los “narco empresarios”, que dijo, se han hecho millonarios a partir de tratos con carteles de la droga. Y hasta los llamó, “cerdos que se codean con la sociedad”.
En una entrevista que concede a Vanguardia y otras que ha revelado hasta esta mañana en MVS radio, Humberto Moreira rompió el silencio para hablar sobre el asesinato de su primogénito y exigió “justicia”, “no venganza”, en contra de esos “narco empresarios” que pudieron haber ordenado la muerte de José Eduardo.
Lástima que siendo gobernador de Coahuila, el señor nunca evidenció voluntad política para combatir y desmantelar las redes de “narco empresarios” de los que seguramente supo quién eran, pero evidentemente, no quiso investigar y sancionar.
Lástima que haya tenido que perder a su hijo para que salga a reconocer que las redes de la delincuencia organizada, cerraron filas con muchos empresarios en ese estado y en todo el país.
Lástima que siendo gobernador, jamás ordenó la limpieza y depuración de cuerpos policíacos, procuración y administración de justicia. Por el contrario, su gobierno se desentendió de la seguridad y dejó el problema en las manos del ejército. Además, eran públicas sus amistades y sus múltiples relaciones con hombres de negocios que aparecían una y otra vez en sus eventos y hasta lo acompañaban en viajes por el extranjero.
Lástima que Humberto Moreira, no tenga la calidad moral para señalar a esos “narco empresarios”, pues siendo gobernador lejos de concentrarse en el buen trabajo y el combate a la inseguridad, convirtió a Coahuila en la entidad más endeudada y una de las mas inseguras del país.
Qué pasará por la mente y corazón de Humberto Moreira para que ahora haga públicas sus muestras de rencor y odio contra esos empresarios muchos de los que muy seguramente, le aportaron recursos para su campaña de proselitismo cuando buscó ser gobernador. Esos personajes a los que ahora llama “cerdos que se codean con la sociedad”. Y muchos de los cuales, apoyaron contundentemente al PRI en la campaña presidencial de julio. Ahí están las tarjetas monex y las tarjetas y despensas en Soriana.
Si se codean con la sociedad, pareciera significar que sabe quiénes son. Se preguntará, por qué no revela sus nombres y pide a su hermano al que le heredó la gubernatura de Coahuila, que ordene a la procuración de la justicia las investigaciones y arrestos pertinentes. Un hermano que no tuvo la sensibilidad para asistir a los funerales de su propio sobrino. Qué pariente puede ser capaz de dejar a otro, solo con su enorme dolor en un momento de luto y solidaridad como es el adios de un ser querido.
Y sin pruebas, acusa Moreira a los empresarios, de haberse hecho millonarios a partir de “su trato con los narcotraficantes, son los mas responsables, son los financian a los carteles. Esos cerdos que se dan golpes de pecho le deben tener miedo, temor y terror al castigo de Dios”. Dijo.
Y dónde quedan los tratos con los políticos. Acaso no han sido los funcionarios de todos los niveles, que desde el poder, les han permitido tanto a los narcos, como a algunos hombres de empresa, actuar con absoluta y vil impunidad, en contra de los ciudadanos.
A esos narco empresarios, agregó, “quiere verlos en prisión, pues son ellos los que les permiten comprar armas a los narcos, pagar sobornos a autoridades, reclutar sicarios y pagar con eso la muerte de miles de personas, tanto en Coahuila como en todo México, apuntó.
Fuertes y alarmantes revelaciones las del ex gobernador y ex presidente del PRI, debe haber recibido duros reclamos de su esposa, de su nuera, de sus otros hijos y de su misma conciencia para haber salido a declarar tal cosa y sin ninguna prueba que fundamente sus señalamientos.
Es muy triste para cualquier padre el perder a su hijo. Si se es político, policía, obrero, no importa la vileza o la grandeza que exista en cada corazón, la pérdida de un hijo provoca un dolor que quema, que inunda las fibras mas profundas del ser.
Se entiende lo aturdido del señor político, pero no se le aplaude que se atreva a hablar solo hasta que sufre la perdida de su ser amado. Y se haya mantenido en silencio e indiferente con las miles de muertes de otros jóvenes humildes, muchos de los cuales han muerto o desaparecido para ser reclutados por la delincuencia.
La mayoría de los funcionarios públicos de todos los niveles, ha guardado absoluto silenciorespecto a la muerte de poco más de 80 mil mexicanos y la desaparición de otros 30 mil. Y no solo están en silencio, sino que no hacen absolutamente nada para frenar una guerra que se demuestra con hechos, no es contra los presuntos narcotraficantes, sino contra la misma sociedad civil.
Es triste muy triste, que de la noche a la mañana, se atreva a llamar a las cosas por su nombre. Por qué ahora sí se atreve a calificarlos de “cerdos,” por qué hasta ahora denuncia que son los hombres de negocios las piezas claves que operan, en esta triste historia de sangre, dolor, y llanto que ha lastimado a miles de familias en el país.
Insistimos en la pregunta, ¿y dónde quedan los políticos?. Acaso no son ellos los que reciben la información de primerísimo nivel. Por qué si altos personajes de la élite del PRI nacional como Humberto Moreira, saben qué se mueve tras esta espiral de violencia en el país, no han hecho absolutamente nada para detenerla.
Acaso no han sido los gobiernos representados por el PRI donde iniciaron con más fuerza los hechos de secuestro, desapariciones, homicidios, levantones, ataques contra mujeres jóvenes y demás. Son los empresarios los únicos que han servido al apoyo de las redes delincuenciales o también algunos ex gobernadores y gobernadores en funciones.
Cómo es posible que ahora declare que el Lazca vivía desde hace varios años en Coahuila y se desesmpeñaba dentro de la industria minera de carbón. ¿Nunca lo supo como gobernador?. Y por qué no habla del tema de la millonaria deuda que dejó a su estado y que ahora resulta impagable.
Aquí está el detalle. Si saben qué y quiénes están tras de todo esto, por qué no hacen nada. ¿Por qué?. ¿Por qué?. ¿Por qué?.
Quedan muchas interrogantes sobre estas declaraciones del ex dirigente nacional del PRI y dejan un mal sabor de boca a la ciudadanía. Si el gobernador de Coahuila, no ha sido capaz de ofrecerle justicia a su hermano, y a su familia, qué pueden continuar esperando los ciudadanos que no gozan de tales influencias dentro de la política.
Esta es la triste realidad del país.