por Lilia Baizabal
16 abril, 2013.“El deber de la sociedad es pelear contra la corrupción y pugnar por la justicia”: Kurt Cobain
Resulta increíble los muchos pretextos que las autoridades de todos los niveles de gobierno, pero especialmente del federal, a los que les toca resolver el problema, han asumido en torno a la contaminación por “pet coque” que afecta a los habitantes de la zona norte del puerto de Veracruz.
Nos motivaron a escribir las declaraciones del delegado de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), Antonio González Azuara, que con un cinismo y una desfachatez impresionante, manifestó que son los legisladores, los que deben resolver si el “pet coque”, es una sustancia tóxica.
Cuando un funcionario responde a intereses de terceros o simple y sencillamente tiene temor de hacer respetar su autoridad, declara situaciones como las de González Azuara Incoherencias que rayan en lo increíble.
Tratando de evadir su responsabilidad por quién sabe qué intereses, el señor pretende que los diputados pierdan el tiempo proponiendo y aprobando una ley, donde quede claro que el “pet coque”, es una sustancia contaminante.
Para que los señores legisladores cumplan el capricho del flamante nuevo delegado federal de la Semarnat en Veracruz, tendrían que pasar, muchos días, meses y tal vez hasta años, considerando la mediocridad y escasa productividad con que se desempeñan la mayoría de diputados, tanto locales como federales de todos los partidos.
El coque a cielo abierto en el puerto de Veracruz/ Foto Plumas Libres
Claro, no hay que ser muy inteligentes para concluir que el delegado de la Semarnat, pretende evadir su responsabilidad de exigir al director de APIVER ordene a la empresa que importa el “pet coque”, contrate una bodega en el puerto o lo lleve a otras instalaciones, donde el viento no lo lleva hasta las casas de los habitantes de la zona norte.
Una y muchas veces han protestado los ciudadanos que habitan en el norte de Veracruz. Han limpiado sus viviendas y retirado kilos de la sustancia negra, especie de carbón que es arrastrado por el viento hacia la zona norte de la ciudad.
Cumplieron en enero un año. Si, cómo lo leen, un año haciendo públicas sus inconformidades, llevando el coque a todos los lugares para que lo vean los funcionarios de APIVER y del estado. Y nada.
Le escribieron entonces y anexaron fotografías del material que respiran todos los días al flamante Secretario de Comunicaciones y Transportes del Gobierno Federal, (SCT), Gerardo Ruíz Esparza. Es la fecha que la máxima autoridad sobre el Veracruz, no se digna responder la solicitud de apoyo a los afectados.
Qué trabajo le cuesta a Ruiz Esparza, levantar el teléfono rojo y ordenarle al director del puerto de Veracruz Juan Ignacio Fernández Carvajal, resuelva, frene, detenga, ordene al empresario que importa el coque, sea almacenado para evitar que el viento lo arrastre hacia la ciudad.
Qué trabajo le cuesta al Secretario del Medio Ambiente en el estado de Veracruz, Víctor Alvarado Martínez, hacer valer su autoridad y apoyar la demanda de los afectados.
Necesitan que ciudadanos afectados, les lleven a las víctimas con cáncer de pulmón a las afueras del puerto de Veracruz, que vayan a los Pinos a solicitar una audiencia con Enrique Peña Nieto para denunciar el problema, o lleven los enfermos al palacio de Gobierno en Xalapa, para que los señores funcionarios se pongan a trabajar.
Qué más tienen que hacer los habitantes de la zona norte del puerto, para que los escuchen y atiendan el grito desesperado de auxilio que lanzan desde hace un año. Acaso los funcionarios, sufren de sordera, tienen amnesia, o son muchos los recursos que paga el importador del coque por fuera, para que nadie, absolutamente nadie lo obligue a rentar una bodega con techo.
Qué más tienen que hacer los afectados, para que les crean que hay niños y ancianos, con problemas respiratorios, con tos, con infecciones de garganta por respirar todos los dias el “pet coque”.
Cómo es posible que el nuevo delegado de la Semarnat, diga que ese producto derivado del petróleo y con múltiples usos en la industria, no sea contaminante. Por qué no se lleva los kilos de coque a su casa y así vive todos los días, con el polvo arriba de su cocina, de sus muebles, de su patio, de su ropa.
Tanta complicidad, tanta indiferencia, tanta estupideces que declaran los funcionarios, tanta irresponsabilidad con que se conducen despierta rabia, coraje, hartazgo. Y luego se asustan cuando la gente se organiza y decide salir a las calles a exigir la solución de los muchos problemas que están afectando seriamente al estado y al país.
Dígannos señores funcionarios, por qué les cuesta tanto trabajo, ponerse siquiera por un día, de lado de la población. Por qué les cuesta cumplir con su obligación. Para eso les paga el pueblo los impuestos que les permiten ganar millonarios salarios. Son tan grandes las complicidades y los intereses económicos que se mueven entre los funcionarios municipales, estatales y federales como para que prefieran “lanzarse la bolita”, los unos a los otros.
El señor delegado de la Semarnat casi casi propone que se cree una “comisión especial” de diputados, para que vengan a Veracruz, recolecten la sustancia y se la lleven a “investigar”, para que ellos propongan y aprueben una ley, que diga si el “pet coque”, contamina o no y afecta las vías respiratorias de los seres humanos.
Sólo hasta que los señores legisladores den su veredicto, entonces González Azuara, a lo mejor, tal vez, quizás, ya se preocupa con ponerse a trabajar y desquitar el salario que le pagan. Porque si no, pues no, ahí pueden pasarse mil años los afectados denunciando la afectación y ningún funcionario cumple con resolver el problema.
¡Como para Ripley!. Este delegado priista salió peor que el panista Manuel Molina Martínez. ¡Todos son iguales!.
A propósito con el artículo anterior, el lector Leonardo Molina me decía, “pienso que todos los abusos de funcionarios en el estado de Veracruz y en México son resultado de la apatía e indiferencia de la sociedad. Cuando todos nos unamos y salgamos a protestar para que los funcionarios resuelvan los problemas, ese día, cambiará nuestra nación”.
“La honestidad no se encuentra en el ADN de ningún servidor público”. La pregunta en realidad es ¿qué tiene que pasar para que la sociedad se una?.
La gente está consciente de los abusos y la corrupción de la clase política en el poder, de los excesos y complicidades para no resolver los graves problemas de corrupción de inseguridad, de pobreza, de analfabetismo y otros varios, pero nadie se une para exigir una solución, todos están dispersos. A nadie parece importarle la injusticia contra algunos.
Un grupo de 20 personas no puede salir a protestar a la calle porque los ubican y los callan; los intimidad, amenazan y hasta los matan. Sin embargo, hace falta que se unan una parte importante de la sociedad de Veracruz y del país, para hacer una sola voz que no se pueda acallar.
Y entonces, sólo así, no podrán. ¿Qué evento tan impactante pasará que logre esa cohesión en el estado y en el país?. No lo sé y la verdad me aterra pensar en las posibilidades.
Comparto absolutamente este comentario del lector y me sumo a su pregunta, qué tiene que pasar en México y en Veracruz, para que los ciudadanos salgan de esa indiferencia, de ese letargo, respecto a exigir a los funcionarios públicos de todos los niveles, solución a los graves problemas de la nación y entidad.
¿Qué será?.
FUENTE: PLUMAS LIBRES