12 de agosto de 2014

EL PETRÓLEO Y EL CLOSET

Por 

Por Luis Fernando Granados/El Presente del Pasado

El ex presidente del PAN. (Foto: Germán Canseco)
El petróleo de México fue mexicano apenas durante 76 años, 4 meses y 24 días. Sólo comenzó a serlo el 18 de marzo, 1938, incluso si la constitución de 1917 establecía que el subsuelo era originalmente propiedad de la nación. No lo será más a partir del mediodía de este 11 de agosto de 2014, luego que se promulgaron las leyes que permiten de nuevo su explotación privada.
No hay modo de minimizar lo que está ocurriendo. Se trata de la decisión gubernamental más importante que hayamos conocido la inmensa mayoría de las mexicanas; como en aplicación de la segunda ley de Newton, es un acto de gobierno sólo comparable con el que revierte y cancela —que para casi todo el mundo es uno con la foto de la alocución radiofónica que siguió a la firma del decreto de expropiación.
Se trata, más aún, del final de un ciclo o un periodo de la historia mexicana. La destrucción del monopolio estatal del petróleo tiene alcances epocales porque, como Lorenzo Meyer no se ha cansado de repetir (aquí una de las últimas veces), la propiedad pública del petróleo —el petróleo mexicano— implicaba un “proyecto de nación” que hoy ha sido cancelado definitivamente. Lo que hoy está ocurriendo inaugura un país distinto, lo que no conseguirá corregir la consulta electoral propuesta por las izquierdas parlamentaria y para-parlamentaria —que además quién sabe si llegará a ocurrir alguna vez.
La sociedad mexicana parece pasmada ante este momento capital de su existencia. Salvo la clase política, cada vez más distante de quienes usan transporte público, apenas si hay sector que se haya manifestado, ya a favor, ya —más razonablemente— en contra, de una decisión que nos implica a todas de manera íntima y duradera. Acaso porque el martilleo mediático de los últimos dos años ha terminado por abrumar nuestro sentido de la realidad. Acaso porque las urgencias de la vida cotidiana obligan a millones de personas a posponer la reflexión y la organización respecto del futuro del país. Acaso, más sencillamente, porque los movimientos sociales no pueden iniciarse del modo en que, ingenuamente, Francisco Madero imaginó la movilización armada en contra del gobierno de Porfirio Díaz —“El 20 de noviembre de 1910 a las 6 de la tarde, todos los ciudadanos tomarán las armas para derrocar a los usurpadores del poder”, decía el plan de San Luis.
No obstante la gravedad del momento, es prácticamente un hecho que el gobierno y sus aliados festejarán sin oposición esta tarde.
Hoy es un día tristísimo. Triste, opaco, ominoso.
Y no obstante, quizá el único beneficio del modo en que el petróleo ha dejado de ser propiedad exclusiva del estado es que, en la hora de su victoria, quienes hoy detentan el poder se han atrevido por fin a salir del clóset; en otras palabras, que finalmente han reconocido el sentido de sus actos y así han asumido su genuina orientación política. Lo hicieron hace una semana, en la voz de Germán Martínez Cáceres, ex presidente del junior partner de la coalición gubernamental.
Vengativo en su tono, arrogante en sus argumentos, el artículo —que puede verse aquí— fue objeto de críticas casi de inmediato: Jorge Alcocer y Paco Ignacio Taibo II, por ejemplo (aquí y aquí), hicieron notar la magnitud de la ignorancia y los prejuicios de quien, no obstante citar el diario de Lázaro Cárdenas, evidentemente no tiene mucha idea de lo que ocurrió en México en la segunda mitad de los años treinta. Yo en cambio creo que hay mucho que agradecerle al exabrupto de Germán Martínez. Al menos porque muestra de cuerpo entero la mentira mediática y política que el gobierno no ha dejado de repetir desde el año pasado. Ferozmente anticardenista, la reforma energética es también un modo de ajustar cuentas con el pasado, que revive y actualiza los viejos debates de los años treinta sobre el futuro del capitalismo y la sociedad de masas. Por ello también nos obliga a repensar el sentido del siglo XX mexicano.

EL ADN DEL PRI

Por: Francisco Ortiz Pinchetti
La reforma energética, que entre otras cosas acota supuestamente el poder del sindicato petrolero, excluido ya del consejo de administración de Pemex, se consumó. Sin  embargo, el líder Carlos Romero Deschamps sigue tan campante con su escaño de senador, su inmenso poder y su multimillonaria fortuna, de la que él y sus hijos hacen grosera ostentación. 

El suyo es un caso elocuente de impunidad, el ingrediente sustantivo de la naturaleza priista. Está  efectivamente en el ADN del partido fundado por Plutarco Elías Calles en 1929 y del cual resulta ocioso y ridículo tratar de diferenciar entre uno viejo y uno nuevo: es el mismo PRI de siempre. 

Y así tendrá que seguir, porque como en la fábula de El escorpión y la rana atribuida a Esopo, está en su naturaleza. La impunidad se me figura como la melaza que lubrica y a la vez da cohesión al sistema priista, que es mucho más que un partido político. Es como el engrudo que conglomera a sus miembros y a la vez los convierte en intocables, aun cuando hayan cometido los más aberrantes abusos, crímenes y saqueos. 

Todo se vale, porque finalmente todos están implicados: Son cómplices. Desde el caudillo Álvaro Obregón hasta el tratante de personas Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre, eso ha sido la historia del PRI. Una historia aterradora en la que lo más aterrador es que no hay culpables. No los hubo en el alevoso asesinato a mansalva del general Francisco R. Serrano y sus compañeros, en Huizilac, el 3 de octubre de 1927. 

Ni del exterminio de los yaquis en Sonora en los años treinta. Tampoco del asesinato infame del líder agrario Rubén Jaramillo y toda su familia en Morelos, en 1962. Nadie fue hecho responsable del saqueo petrolero ni de la persecución de trabajadores ferrocarrileros en los cincuentas. Menos de la guerra sucia y las desapariciones de los setenta y los ochenta.  

Los autores de la masacre de Tlatelolco, el 2 de octubre de 1968, y la matanza del Jueves de Corpus de 1971, tampoco tuvieron rostro ni nombre de manera oficial, así se sepa que se llamaron Gustavo Díaz Ordaz y Luis Echeverría Álvarez. ¿Hay algún policía preso por torturador?  Francisco Sahagún Baca vivió y murió en absoluta libertad, luego de disfrutar su riqueza. 

La impunidad lo  protegió luego de estar seis años al frente de la dirección de Investigaciones para la Prevención de la Delincuencia (DIPD), durante el sexenio del presidente José López Portillo, en que se dedicó a extorsionar, a controlar delincuentes que le pagaban cuotas, a vender estupefacientes y a cometer asesinatos impunemente. ¿Alguien pagó por alguno de los cientos de fraudes electorales perpetrados en el país durante décadas? Manuel Bartlett Díaz es ahora un nacionalista y revolucionario ejemplar, senador de la República por gracia de Andrés Manuel. ¿Y la riqueza de José López Portillo, sin más explicación que el saqueo? ¿Y la de Carlos Salinas de Gortari? ¿Alguien, un solo personaje priista, ha sido enjuiciado y encarcelado por enriquecimiento inexplicable? 

Arturo Montiel Rojas, exgobernador del Estado de México (aquel que decía en su campaña que los derechos humanos eran para los humanos, no para las ratas, ¿se acuerdan?), disfruta en París de su fortuna ilícita, ahora además protegido por un ahijado ejemplar que se convirtió en Presidente de la República. La pieza más acabada de la simulación que acompaña a la impunidad priista  ha sido sin duda el caso de Joaquín Hernández Galicia, antecesor por cierto de Romero Deschamps en el sindicato petrolero. 

A La Quina se le hizo pagar en 1989 una deslealtad al partido y al presidente Salinas de Gortari, a quien se atrevió a desafiar, pero sin tocarle un pelo por el pavoroso saqueo que realizó en la paraestatal. Al cacique que hizo del sindicato de Pemex un imperio y se enriqueció sin medida con el manejo de los fondos sindicales, los ranchos, las 72 granjas agrícolas, las 15 tiendas, la venta de plazas y sobre todo los contratos de obra que se concedían al STPRM, acusado inclusive de homicidio, se le inventaron delitos inexistentes para encarcelarlo durante 11 años por haber coqueteado durante la campaña presidencial con Cuauhtémoc Cárdenas y supuestamente haber financiado la edición de un libro (¿Un asesino en la Presidencia?) sobre la muerte de una sirvienta en la casa de los entonces niños Salinas de Gortari. 

El operativo contra La Quina fue encomendado directa y personalmente por el presidente Salinas al entonces subprocurador de la PGR Javier Coello Trejo, que actuó de manera rápida y contundente, aunque también siniestra. 

Con el pretexto de un supuesto acopio de armas de alto poder en la casa del dirigente petrolero en Ciudad Madero, Tamaulipas, elementos del Ejército Mexicano asaltaron la residencia el 10 de enero de 1989, muy de mañana. Atraparon ahí al propio Hernández Galicia, en paños menores todavía, y a una veintena de sus correligionarios y ayudantes. Según la versión oficial, ellos recibieron a  balazos a un agente del Ministerio Público Federal de nombre Antonio Zamora Arrioja, que habría acudido a dar fe de la existencia de veinte cajas con metralletas y cargadores en el recibidor de la casa. 

Supuestamente quedó muerto a las puertas mismas de la propiedad, junto a la acera, pero nadie vio ni dio fe de su cadáver. Fue un caso que me tocó vivir muy de cerca. Yo había realizado varios reportajes para el semanario Proceso sobre el imperio de La Quina y las múltiples acusaciones de trabajadores disidentes en su contra.  

Así que apenas se conoció del operativo ese 10 de enero volé  a Tampico acompañado de otro reportero de la revista, Rodrigo Vera. Llegamos a la casa de La Quina en Ciudad Madero poco después del mediodía. Nuestra investigación periodística, como lo publicamos unos días más tarde,  nos llevó a concluir que todo fue inventado: no había evidencia de la presencia ni de la muerte ahí del agente del MP –cuya acta de defunción fue enviada desde la ciudad de México– y los testimonios de los vecinos indicaban que fueron soldados los que bajaron de sus transportes las cajas con armas que luego aparecieron en el recibidor de no más de 10 metros cuadrados, un lugar que yo conocía por haber estado ahí en dos ocasiones, una de ellas en calidad prácticamente de secuestrado (que ya les contaré). 

De entrada, resultaba absolutamente absurdo que La Quina almacenara ese arsenal en una habitación situada precisamente a la entrada de su casa, de hecho abierta al público, que utilizaba él mismo para recibir a sus visitantes.  Ningún cargo se le hizo por el saqueo, las represiones y los negocios turbios que forzosamente habrían implicado a altos funcionarios de Pemex y del gobierno federal mismo. Tampoco se afectó su fortuna. Finalmente, prevaleció otra vez la impunidad priista. Válgame. 

Twitter: @fopinchetti

LA CRUDEZA DE LA INSEGURIDAD

Columna: Fuera de Foco

Silvia Núñez Hernández

Una tarde como cualquiera, mientras veía de reojo a mi hija de 4 años que jugaba en la recepción de los consultorios dentales donde soy secretaría, atendía una llamada telefónica de un paciente el cual solicitaba una cita. Alternando la atención hacia mi pequeña y las llamadas telefónicas, tocaron el timbre de la puerta. Como siempre abrí y regrese a mi escritorio para dar atención al sujeto quien me preguntaba si se encontraba la doctora en ese momento.

Una de las tres odontólogas se encontraba trabajando en su consultorio, por lo que le pregunté qué tipo de atención requería para canalizarlo. El tipo me dijo que le dolía la quijada mucho, padecimiento que no es atendido por ninguna de las doctores y por lo que le recomendé que fuera mejor a la Cruz Roja o al Hospital General para su atención.

Entendiendo que ahí no podría ser atendido, el señor se retiró. Al cabo de un rato, volvió a sonar el timbre y en esta ocasión era una mujer con una adolescente que preguntaba acaloradamente si se encontraba la “dentista”. Apenas le iba a responder mientras que le pedía que entrara a la recepción, cuando a escasos pasos de ella ascendía por las escaleras nuevamente el mismo sujeto, pero esta vez, venía encañonándome como una pistola. Me exigió que ingresara, la mujer en ese momento quedó en segundo término la cual era utilizada como “gancho” por el asaltante.

Me quitó mi monedero y mi celular –mientras yo abrazaba a mi pequeña que no entendía lo que pasaba- y me ordenaba casi a gritos que le indicara en cuál de los consultorios estaba la otra doctora. A él ingresó la mujer, en ese momento la odontóloga se encontraba trabajando en su computadora cuando fue sorprendida por la mujer la cual le exigió le diera sus dos celulares y la Lap Top que estaban a la vista de ella, también le ordenó que no saliera del lugar. Fueron breves instantes pero que honestamente se me hicieron eternos. El sujeto entre amenazas me preguntaba donde estaban las otras doctoras o que les abriera los consultorios.

Me apuntaba directamente con la pistola mientras yo con el cuerpo le servía de escudo a mi hija. Le dije muy asustada que no tenía llaves de los otros consultorios, por lo que gritándome palabras altisonantes salió corriendo del lugar. Para ese entonces no me percaté en qué momento la mujer junto con la chiquilla –como de 13 años- habían desaparecido con los objetos que nos habían robado.

Corrí a cerrar la puerta, la piernas me temblaban, pensé que nos iban a matar a todas. Abracé a mi pequeña que ya lloraba por el susto que le hicieron vivir; me dolió ver sus ojitos llenos de lágrimas, me dolió mucho que tan pequeñita haya tenido que vivir esto. Mientras la cargaba, ingresé para ver las condiciones de la doctora quien yacía sentada sin color y sin entender absolutamente nada de lo que había pasado. Nos abrazamos prolongadamente y comenzamos a llorar todas.

El desconcierto nos invadió, no atinamos a saber qué hacer. Lo único que se nos ocurrió fue hablar a una de las doctoras. Muy asustada por lo que sucedía, nos pidió que mientras se trasladaba a dónde estábamos nosotras, le llamáramos a la policía. Muy cerca de edificio de consultorios, se encuentra una caseta de policía pero desafortunadamente su reacción de respuesta fue realmente tardía. Llegaron una hora después del llamado y su actitud más que sentirnos seguras, nos provocó desaliento.

Llegaron dos policías, uno gordo y el otro delgado, pero este último, muy chaparrito –con aspecto de una desnutrición realmente alarmante- preguntándonos sobre cómo se habían dado los hechos. Nos preguntaron nuestros nombres y el policía gordo lo anotaba una libretita sucia y bastante maltratada. Preguntaron sobre las características de los asaltantes y sobre qué tipo de cosas nos habían robado. El asunto se me antojaba más como para verificar que “tesoros” habían saqueado para después demandar la equitativa división de lo robado.

Cuando le pregunté si harían un operativo para intentar dar con el asaltante, la mujer y la “chamaca”, se miraron con dejo de burla entre ellos y me respondió el flaco desnutrido:

“Uy señito, den gracias que no las hayan matado (…) Son cosas, lo material va y viene señito, ta’ muy difícil que demos con ellos”.

Desde ese momento, supimos que fue en vano haberles llamado, puesto era notorio que estos no tenían la mínima intención de dar con ellos, primero por su evidente y nula capacidad para llevar una investigación y luego, porque es evidente que no les interesa en lo absoluto brindar seguridad a la ciudadanía.

La seguridad en debacle
Lo vivido por estas mujeres amable lector, es parte de la cruda realidad que se vive en el estado veracruzano. El problema de éstas estadísticas, es que ya nos estamos acostumbrando a escucharlas. Llegar a ese grado, es un indicador alarmante sobre la ola de violencia persistente en la entidad y como las supuesta dependencia encargada de brindar seguridad, simplemente hace caso omiso y en el peor de los casos, son activos participantes en dichos actos delictivos.
En las unidades habitacionales, fraccionamientos y colonias, los habitantes ya se encuentran hartos de no contar con vigilancia de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) y de la Policía Naval (PN) perteneciente a la Secretaría de Marina, por lo que se han dado a la tarea de organizarse para combatir a la delincuencia que impera en sus zonas.
Los colonos del Costa Verde reaccionaron también y ya anunciaron su Comité de Vigilancia Ciudadana. Se dicen hartos de estar siendo ultrajados por los delincuentes, quienes ingresan tanto a sus domicilios como a sus negociaciones.
Mi pregunta ante este tipo de compromiso social que está esforzándose conformar los ciudadanos es:
¿Vamos a continuar pagando salarios a quienes no están brindándonos protección?
Es inadmisible que se siga canalizando recursos al “ejército” de incapaces que cobija la SSP. Pareciera que estos nomás son utilizados por otros “rubros” y no para lo que los gobernados les pagamos.

Silvia Núñez Hernández

Licenciada en Ciencias y Técnicas de la Comunicación, directora general y columnista. Sustenta su trabajo, tras 23 años de ejercicio periodístico adquirido en diversos medios de comunicación situados en el estado de Veracruz. Su principal objetivo dentro de su carrera profesional es ofrecer a la ciudadanía una editorial ética y objetiva. Un espacio donde los temas sociales y políticos, son analizadas con una visión crítica, con la finalidad de mostrar una perspectiva sustentada y razonada sobre la problemática social de Veracruz y de la República Mexicana.
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UN DÍA UTÓPICO Y LO VERDADERO

Entre lo utópico y lo verdadero
Por Claudia Guerrero Martínez
Ante tanto problema político y social en Veracruz, nos sentamos a pensar qué tema abordaríamos para ésta nueva entrega…. Lamentamos decirlo, pero ante “hartos” problemas, omisiones y hasta desprecios, decidimos cerrar los ojos y pensar, que en nuestro hermoso estado no pasa nada y todo, todo, toditito, está bien… Pero en eso, viene el primer distractor sobre la visita del Enrique Peña Nieto, para inaugurar 3.5 kilómetros de Libramiento, quizá, los más costosos del Gobierno Federal y los derechos de vía (A 90 pesos metro cuadrado) más baratos y comprados, gracias a anomalías en el avalúo de tierras, en los cuales, ganó una sola persona, quien curiosamente vive donde termina este pequeñito libramiento… Durante semanas y meses no se inauguraba la “magna” obra federal, hasta que un día, decide el Presidente Enrique Peña Nieto presentarse al relumbrante evento y además, traer a su invitado especial…

Pero eso ni va a desviar nuestra atención, pues Enrique Peña Nieto, de manera olímpica y premeditada, le da el lugar de copiloto y acompañante, curiosamente al piloto de carreras, Sergio “Checo” Pérez, corredor de autos de la Escudería TELMEX, propiedad de Carlos Slim, además de otras como la McLaren, Sauber y sin olvidar que la prensa extranjera lo denomina como “The Mexican Wonderkind” (El niño prodigio mexicano)… Y quizá por ser tan excepcional el tal “Checo”, la investidura del Gobernador de Veracruz quedó atrás, sí atrás, en el asiento trasero de la camioneta, guiada por el Presidente de México, quien ordenó y no fue casual, colocar a Javier Duarte de Ochoa en la parte de atrás, olvidando por completo las formas y el protocolo como anfitrión del evento… Duarte, quien nunca cuida las formas, ni la postura, las gráficas marcaron un claro desprecio a su investidura como Gobernador de Veracruz….

Pero eso no me va a distraer de mi “actitud positiva”, ni tampoco el caminar por las céntricas calles de Xalapa… Y me detengo al ver, que el corazón de la capital del estado está erosionado y fatal… Sus calles totalmente destruidas por el arreglo de fugas y tubería de agua, sin olvidar las tomas clandestinas, que por años surtieron agua a casas y edificios… Rompen aquí, allá y más lejos, sin arreglar una sola calle para su rápida recuperación… Y eso, en temporada de turistas, quienes observan tan denigrante espectáculo en la capital de Veracruz y convertida en caminos de pueblo… 

Tampoco me afectará esto, ni mucho menos la organización de los Juegos Centroamericanos y del Caribe… Relumbrón en los boletines oficiales, cuando en la realidad, el Gobierno del Estado tiene problemas para terminar la construcción de obras en espacios deportivos… Y mientras, los reclamos de los proveedores y constructores, quienes creyeron en la palabra de los funcionarios públicos contratantes y ahora no pueden liquidar facturas y seguimientos de obra… La fecha está por cumplirse y algunos retrasos son evidentes… Anuncian los mejores juegos internacionales, mientras las finanzas estatales están marcando número rojos y no hay por dónde sacar dinero… El fuerte rumor de un nuevo préstamo de cuatro mil millones de pesos, molestó a la opinión pública, pues con los saqueos, malas administraciones sexenales y bursatilizaciones pagaderas durante tres generaciones, el Gobierno Estatal detuvo tal aberración, gracias al reclamo de la ciudadanía… Y se hace un común denominador, ser imposible tanta ocurrencia administrativa… 

Peor aún, cuando se miente con el número de habitaciones en hoteles y moteles en las ciudades sedes de estos Juegos Centroamericanos y del Caribe…. Se presumen de miles de habitaciones, cuando la realidad es otra, engañando con mentiras piadosas… Y mientras, como ya habíamos advertido en anteriores entregas, el Gobierno del Estado y constructoras venden las villas olímpicas a compradores, para poder terminarlas y además, con la promesa de su entrega al término de los JCC… No hay dinero en el estado y eso, es una realidad que la administración de Javier Darte no puede negar…

Pero no todo es dramático… Y por eso, seguiremos en este hermoso estado y seguramente trabajando en él… Algún día las cosas deberán cambiar y lo bueno, es que los gobiernos estatales duran seis años y a este, le quedan dos años y tres meses para que termine… Ya contamos los días y como dice el viejo refrán: “No hay término que no se cumpla” y estaremos pendientes de que así sea…

Notita importante: El tiempo nos dio la razón y también la información que se publica… Con la renuncia de Francisco Pineda González al PANAL y como Secretario General de Nueva Alianza para integrase al Partido Movimiento Ciudadano y al proyecto del exsenador Rafael Ochoa Guzmán, confirma lo que en la entrega anterior habíamos presagiado: El desmantelamiento del PANAL en Veracruz es ya una realidad y muchos quienes “picaron piedra” para fortalecer este partido se decepcionaron a tal grado, de renunciar a sus siglas y buscar mejores proyectos políticos, como es el caso de Pineda González… Y mientras, los que se quedan, seguirán peleándose por el botín de guerra y polarizando aún más a Nueva Alianza en Veracruz…

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11 de agosto de 2014

EN CADENA NACIONAL… ‘SEPULTA’ PEÑA EL PACTO POR MÉXICO


Madero, Peña y Zambrano. El Pacto por México. Foto: Germán Canseco
Madero, Peña y Zambrano. El Pacto por México. Foto: Germán Canseco
MÉXICO, D.F. (apro).- El acuerdo de las cúpulas partidistas llamado Pacto por México, que modificó la estructura constitucional del país, ha muerto. El presidente Enrique Peña Nieto lo sepultó esta noche, en cadena nacional… Y hasta leyó su epitafio:
“Con la aprobación de la reforma energética, culmina el trabajo legislativo del importante ciclo que iniciamos el segundo día de esta administración”, rememoró el presidente.
Las exequias se celebraron en un set con mural de fondo, posiblemente en Palacio Nacional, con acercamientos y alejamientos de la cámara del rostro del presidente durante el peculiar réquiem, quien esta vez, a diferencia de los veinte meses previos, no apeló a su supervivencia, sino que declaró su deceso.
En apenas 20 meses de vida –una tercera parte mutilado del PRD, una de sus manos aprobadoras–, el Pacto por México ha dejado un legado de cambios constitucionales en materia educativa, fiscal, de contabilidad gubernamental, financiera, política, de telecomunicaciones y energética.
Para Peña Nieto, ese legado de reformas es “un logro de la democracia que permitirán liberar al país de las ataduras que le han impedido desarrollarse a mayor velocidad”.
Para superar el deceso, en su mensaje a la nación, el jefe del Ejecutivo, expresó:
“Lo que sigue en este proceso es poner las reformas en acción; llevarlas de la ley a la práctica. Lograr que los cambios constitucionales se traduzcan en beneficios para todos”.
Con esa exaltación, el mandatario rememoró los aspectos de las reformas logradas por el Pacto, consideró que es deber de todos “ponerlas en acción” y aprovechó para pronunciar, en su honor, la elegía de la publicidad oficial:
“Poner las reformas en acción es mejorar la calidad de la educación que reciben nuestros niños y jóvenes. Es atraer más inversiones y generar empleos mejor pagados; es aumentar el número de créditos para iniciar o ampliar un negocio.
“…es asegurar que los servicios de telefonía, televisión e Internet sean de mayor calidad y estén al alcance de los mexicanos. Es desarrollar grandes obras en las 32 entidades del país, incluyendo puertos, aeropuertos, carreteras y trenes de pasajeros entre ciudades.
“…es mejorar la calidad de vida de los mexicanos. Es construir juntos un nuevo México”.
Al Pacto por México lo sorprendió la muerte antes de concluir los procesos legislativos para abordar la iniciativa anticorrupción, la reforma al campo, la deuda de los estados, los programas de desarrollo e, inclusive, una legislación para regular la publicidad oficial, hecha desde que el Pacto por México aún estaba en concepción durante el mes de noviembre de 2012.
Al Pacto por México lo sobreviven Gustavo Madero Muñoz, dirigente del PAN que apenas esta mañana le recordó algunos de los pendientes mencionados a Peña Nieto durante la promulgación de las leyes complementarias en materia energética; el jefe de gobierno capitalino, Miguel Ángel Mancera, que no logró incluir la reforma que convirtiera al Distrito Federal en entidad federativa, y Jesús Zambrano, que lleva a cuestas el desencanto de un sector de la izquierda.
También lo sobreviven, hasta ahora, un millón 123 mil maestros que perdieron la seguridad de su empleo, y alrededor de 5 millones de micros, pequeñas y medianas empresas, que emplean a 81% de la población económicamente activa del país afectadas por la reforma fiscal.
Además, decenas de millones de usuarios de televisión, y una cantidad significativamente menor de usuarios de telefonía e Internet, así como el 61% de la población que no está de acuerdo con la reforma energética, según la encuesta más reciente de Reforma sobre el tema.
PROCESO

UN DATO ESCALOFRIANTE DE LA PRIVATIZACIÓN DE PEMEX

Un hecho, la reforma energética sin oposición. Foto: Ronaldo Schemidt / Agence France-Presse/ Getty Images
Un hecho, la reforma energética sin oposición. Foto: Ronaldo Schemidt / Agence France-Presse/ Getty Images - See more at: http://www.losangelespress.org/un-dato-escalofriante-de-la-privatizacion-de-pemex/#sthash.3N9BJQEz.dpuf
Alberto Buitre*
La fórmula para reventar a México es sencilla: más pobreza, mayor violencia. No hace falta ser un estadista para entender que un paliativo a los problemas de un país sumido en la barbarie es proporcionar al pueblo empobrecido el mínimo de desarrollo humano. Pero tampoco hace falta demasiado para entender que Enrique Peña Nieto no es un estadista; de tal manera, desde su puesto como títere de los monopolios, administra la mejor operación que acabará por mandar al carajo lo que queda de nación, vía la reforma energética, la privatización de los hidrocarburos.

Los técnicos hablarán. Expertos como la geóloga María Fernanda Campa, el geopolítico Alfredo Jalife Rahme, y hasta Manuel Bartlett han publicado libros, cualquier cantidad de ensayos y presentado varias ponencias advirtiendo la estupidez técnica y constitucional de esta privatización. Palabras de expertos para oídos expertos.

Pero yo soy periodista, y más aún, poco sé de petróleos bitumisosos o exploración en aguas medias. Sin embargo sí sé de pobreza y sus causas. Por eso me quedo con uno de los datos más escalofriantes de la Reforma peñista: Con PEMEX –vendido a manos privadas–, México se quedará sin el 60 por ciento del gasto social que aún proviene del petróleo. Esto significa que de un plumazo, tantos más millones de personas en este territorio sufrirán el aumento imbatible del costo de la salud, la educación y los servicios públicos, como el agua, el gas y la electricidad. Tal encarecimiento ocasionará que muchas empresas, medianas y grandes, eliminen trabajadores de sus nóminas o dejen de contratarlos para sanar el bache en sus ingresos. Aumentará la carencia, la pobreza, cundirá la desesperación.

De por sí México arrastra con más de 150 mil muertos producto de la fallida “guerra contra el narco”. De por sí el 60 por ciento de la población mexicana padece ya la pobreza y de este porcentaje, la mitad carece de lo indispensable para comer, según cifras de la propia Secretaría de Desarrollo Social ¿Y cómo estima el "ilustre" Peña y su horda de brillantísimos secretarios, paliar el desfase presupuestal, producto de la privatización petrolera? Fácil: aumentando impuestos.

La propuesta del Banco de México para homologar el IVA en todos los mercados asciende al 17 por ciento. Al menos de manera oficial. Y dicen que no es IVA; que es “impuesto al consumo”. Y agregan que son recursos para “combatir la pobreza”. ¿En serio? ¿Combatirán la pobreza aumentando el precio de los productos indispensables para vivir? Y sin embargo, la reforma va. Algunos diputados como Ricardo Cantú del Partido del Trabajo, advierten que el aumento del IVA se elevará hasta el 23 por ciento; incluídos alimentos y medicinas. Además, el Impuesto Sobre la Renta (ISR) que actualmente se cobra en una tasa del diez por ciento proporcional a los ingresos, se plantea que se eleve hasta el 30 por ciento.

El halo de maldad que arrastra la privatización de los hidrocarburos impactará de lleno en la clase trabajadora que no tiene seguridad social. Empleados y empleadas de los ámbitos público, privado, y sobre todo, independientes –los freelancers; una capa que ha crecido en México a raíz de la reforma laboral, la cual liquida el derecho de contrato y estipula el salario por horas de la fuerza de trabajo de una persona. Son quienes deben pagar mes con mes al Sistema de Administración Tributaria (SAT) de la Secretaría de Hacienda más de la mitad de sus honorarios en impuestos: 17.5 por ciento de Impuesto Empresarial a Tasa única (IETU); 16 por ciento de IVA; 10.6 por ciento de IVA retenido y 10 por ciento de ISR, más impuestos estatales.
Y aún si el aumento de ISR hasta del 30 por ciento –se maneja que hasta del 37–, únicamente será para quienes ganan 500 mil pesos, lo que sucederá es que las empresas simplemente dejarán de contratar personal o aprovecharán al máximo la Reforma Laboral para prescindir del pago de prestaciones. Entonces habrá como nunca una clase trabajadora empobrecida.

¿Y qué hacer? Se diría que hace falta ir al corazón de la reforma: la fuerza de trabajo que mueve a Pemex; es decir, sus trabajadores. Son ellos quienes tienen el poder de frenar la iniciativa apoderándose de la producción. Pero con un Sindicato de Petroleros en manos del PRI, charro contumaz y corrupto hasta la médula, cualquiera pensaría que no hay más que conformarse con que se dé la batalla legislativa para impedir la privatización. Pero para eso los monopolios dictaron la creación del Pacto por México; la concertación del PRI, el PAN, el PRD y otros partidillos satélites que harán las veces de bisagra de una negociación que ya estuvo firmada en diciembre del 2012, en aquel fastuoso evento en el Castillo de Chapultepec, a los ojos de Carlos Slim y Emilio Azcárraga.

Por supuesto que nos queda la calle. Por supuesto que nos queda la palabra. Sin embargo, no existe mejor fórmula para atacar las reformas capitalistas que yendo a su centro creador: la producción; y de eso se encargarán sus trabajadores. Porque Romero Deschamps no es el Sindicato de Petroleros, como tampoco es eterna su vida. Cierto, la reforma está; pero está equivocado quien crea que la lucha contra la privatización se acaba con una firma de Peña Nieto. Revertir la privatización de este como de todas las empresas concentradas, es una causa que se contará por décadas, si es necesario.

@AlbertoBuitre
*El autor es Premio Nacional de periodismo en México

DIA 30: DESDE EL PENAL; Y EL SILENCIO… DE LOS INDECENTES. Por Maryjose Gamboa


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Por Maryjose Gamboa
Y EL SILENCIO… DE LOS INDECENTES

*Gracias abogados por el nuevo amparo que me permite leer NOTIVER todos los días, una parte de mí resucita*

  Leo dos declaraciones de Javier Duarte y  reitero que no importa cuántos días pasen, una no perderá nunca la capacidad de asombro mientras él gobierne. 

Primero desacredita a miles de madres y padres desesperados porque no encuentran a sus hijos y a la par defiende lo indefendible; al par de patanes que encabezan la Secretaría de Seguridad Pública y la Procuraduría de “Justicia” del Estado.

  Duda de la autenticidad de los  manifestantes y confirma “la honorabilidad” de los policías de Bermúdez.

  Acto seguido veo otra nota en la que comenta que en el caso del director de Transporte Público, Roberto López Santoyo, acusado de estar involucrado en la desaparición del jefe de peritos de Tránsito de Boca del Río, Ignacio Alegría (mi solidaridad con su familia, apenas me entero), no se puede criminalizar al funcionario porque debemos respetar el DERECHO de la presunción de inocencia… ¿Quéeee?

  ¡Dios mío! En abierto demuestra que en Veracruz la Ley se aplica o se ignora de acuerdo a sus vísceras, Bueno, pero ¿qué a este “hombre” nadie le ha enseñado aún las enormes ventajas del silencio?

  El hecho que madres se manifiesten y exijan a la Procuraduría que encuentre 186 en 20 días, que busque y dé con el paradero de los suyos y se topan con una respuesta como la de Duarte, amerita la intervención inmediata de Derechos Humanos nacional e internacional.

  Una declaración de esa magnitud, con la información y los contactos que ahora tenemos (derivados de mi situación actual), podría costarle a Duarte de Ochoa mucho más de lo que se imaginan, porque no sólo violenta el derecho de las víctimas sino que respalda la actuación de los policías señalados como responsable en muchas de las cosas.

  Ya cuando dijo el mentecato de Luis Ángel Bravo, que las víctimas de desaparición forzada en realidad andan con los novios o novias o en granjas de rehabilitación de Alcohólicos (qué bueno fuera llegara él a una, aunque sea para investigar, algo se le quedará de las pláticas), los visitadores de la CNDH abrieron los ojos de par en par y aseguraron, que eso si  los familiares denuncian amerita una extensa investigación y aún así no aprenden.

  Respecto al segundo tema, al de la presunción de inocencia, sólo tengo un comentario NO SEA USTED TAN CÍNICO, ¡INFELIZ!

  Ese es justamente el principal derecho que violentaron conmigo, me cargaron juez estatal y secretario de Distrito, agravantes que sólo pueden contemplarse en la sentencia.

  Un juez aún no determina si fui yo la responsable o el joven que se atravesó, ni las condiciones en las que se dio el accidente.

  Ejemplo más claro, la hija del Ministerio Público de Coatzacoalcos que sufrió un accidente similar, no pisó siguiera el MP, menos un separo.

  Fue liberada inmediatamente y por cincuenta mil pesos.

  ¿Ahí no hubo temeridad procurador?

  ¿Y las imágenes de la joven, la rueda de prensa, los 60 custodios, el infierno?
  ¿Ese sólo es para mí? De acuerdo, veremos si organismos defensores en el país y en el extranjero opinan lo mismo.

  ¡Pinche bola de descarados!

  Estos son claros ejemplos de la manera en la que se imparte “justicia” en Veracruz.

  Un gobernador atrofiado mental y muralmente, desprovisto de cualquier escrúpulo, es “guiado” por otro igual o peor como Luis Ángel Bravo, cuyo mérito para llegar al puesto no es otro más que ser, el más “distinguido” miembro de la cofradía que rodea al “gobernante”. Punto.

  Justamente pensando en eso me puse a leer dos libros de los muchos que me han acompañado en este mes. Ahí en las obras de Rosa Montero y Franz Olivier Giesbert, encuentro datos que me llaman la atención sobre personajes monstruosos, enloquecidos, inmorales, que han gobernado en otros tiempos y otros lugares bajo el sello de la represión y el autoritarismo.

  Lamentablemente sólo en las  patologías y defectos encuentro similitudes entre ellos y Duarte.

  Los poquísimos “aciertos” (por llamarlos de algún modo) que tuvieran a la hora de ejercer el poder no han servido de ejemplo a quien pregona ser tan de uno de ellos, el más pusilánime además, Francisco Franco.

  El libro de Rosa Montero (periodista española, colaboradora del diario “El País” y presentadora de televisión) “Dictadoras”, habla sobre la vida privada, las esposas, novias, amantes que influyeron en la manera de ser, pensar o actuar de los más grandes genocidas, asesinos y represores del mundo; los 4 Vissarionovich (Stalin), Adolfo Hitler, Benito Mussolini y Francisco Franco.

  El otro libro, el del también periodista y escritor consentido de los intelectuales  franceses en este momento, Franz Olivier Giesbert, “La Cocinera de Himmler”, narra la historia de otra buena cantidad de psicópatas, histéricos, sádicos y corruptos, desde el genocidio armenio, hasta los horrores del nazismo (Heinrich Himmler fue el policía en jefe de Hitler).

  En todos ellos y en el resto de “políticos” con personalidades atravesadas, como la de Javier Duarte, sólo existen semejanzas en lo malo. Todas marcadas por una infancia traumática que los llevó a desarrollar en lo más profundo de su ser, cualquier cantidad  de complejos que dejaron fluir sin remordimiento alguno sobre los gobernados, cuando se sintieron “todopoderosos”.

  Stalin (que adquiere el sobrenombre del apellido de una de las más aguerridas defensoras del movimiento femenino bolchevique Ludmila Stal), fue siempre un sádico, perverso, manipulador y ambicioso.

  Hitler un homosexual reprimido, sumamente inseguro, mantenido muchos años por mujeres y capaz de decir cualquier barbaridad (en las elecciones de abril de 1932 prometió que si ganaba le “proporcionaría” un marido a cada mujer soltera de Alemania).

  Por su parte Benito Mussolini fue fascista y traidor desde que tuvo uso de razón, mujeriego, que consideró a las mujeres como seres que sólo sirven para tener hijos, y que detestaba “a las feas”.

  Y por último el ídolo de Duarte, Franco, fue el más gris de todos, pusilánime, manipulable, siempre tratando de vivir con más lujos de los que sus posibilidades le permitían con todas las frustraciones que esto conlleva.

  Su esposa de carácter fuerte y avaro, decidió junto con su cuñado (Serrano Suñer que poco se menciona en el libro, pero hay una biografía de él en otro de María Dueñas), las cosas más importantes, siempre renegaba del pasado humilde de su esposo y exaltaba su “buena cuna”.

  Bueno, pues todos ellos, aún con los horrores y tragedias que provocaran en la primera mitad del siglo pasado sobre todo, tenían una cosa positiva dentro de sus gobiernos, se rodearon por lo menos de un colaborador, que les dijese la verdad, (la verdad del pueblo desde luego). Uno que en medio de la nube de aduladores que necesitaban sus egos tan frágiles para sobrevivir, les refutara alguna acción o les hiciera “observaciones negativas”… Javier Duarte ni eso ¡Dios mío!

  ¿Quién podría decirle al monstruo de soberbia y prepotencia en el que se ha convertido Duarte De Ochoa, que se equivoca en tal o cual cosa? ¡NADIE!

  Todo su gabinete está exactamente en el mismo grado de tiranía, corrupción, frivolidad y estupidez que él, y los pocos que se podrían salvar, lo detestan.

  Tal vez ¿Fidel Herrera? No lo creo, un megalómano y mitómano como Herrera, lo más que puede hacer, porque sus propios trastornos le impiden más, es “rescatarlo” cuando se requieren para seguirse demostrando a si mismo “que no hay otro como él”, pero “ubicarlo” nunca.

  El mismo (Fidel), es un claro ejemplo de cómo el poder en quien se mueve impulsado por sus debilidades (traumas, complejos) y no en sus fortalezas, sólo sirve para acabar de enloquecerlos hasta el punto de no distinguir la línea entre lo cierto y lo falso, lo correcto y lo incorrecto.

  Sólo nos queda asumir al loco que nos tocó o nos heredaron, y distinguir entre las historias de pueblos sumisos o valientes, cuales fueran las ventajas y desventajas de unos y otros para tratar de aprender a sobrevivir en lo que llega el día en que se terminen de largar… ¡ASÍ SEA!

  Hasta mañana.

  P.D. Gracias Jorge Morales por ser el único miembro de esa inutilidad llamada Comisión de Defensa de Periodistas, que se interesó, investigó y emitió un posicionamiento respecto a mi caso. Agradezco tu valentía y solidaridad.


  Maestra Rocío, siempre he sido agradecida y respetuosa de mis profesores, pero hoy que veo en lo que se ha convertido me avergüenzo profundamente, como debería avergonzarle a usted cobrar un sueldo que NO merece y ponerse un título que no sabe honrar.

FUENTE: NOTIVER
Por Maryjose Gamboa