Javier Duarte, gobernador de Veracruz. Foto: Yerania Rolón |
Xalapa, Ver., (apro).- Con 30 voto a favor
y 14 en contra, los diputados priistas afines a Javier Duarte –y sus aliados
del PVEM, Nueva Alianza y AVE– aprobaron la homologación del impuesto a la
nómina, que consiste en incrementar de 2 a 3% las erogaciones de personal y
eliminar el gravamen del hospedaje.
Esta
acción permitirá recaudar –según estimaciones de la Tesorería estatal—unos 2
mil millones de pesos el próximo año, precisamente el último del mandato de
Duarte de Ochoa.
Los
legisladores que votaron en contra –nueve del PAN, dos del PRD, uno del MC,
otro del PT e incluso el priista Ricardo Ahued– subieron a tribuna para
fustigar el nuevo gravamen:
“Más
impuesto redundará en más deuda”, “ese impuesto significa un mayor saqueo
cuando ni siquiera sabemos en qué se gastaron el fideicomiso, cuando apenas se
pagaba el 2%”, “pagaríamos hasta más, pero sólo si el recurso fuese bien
utilizado”, fueron varios de los reclamos.
De la
bancada del PRI sólo la presidenta de la Comisión de Hacienda, Mariela Tovar, y
el legislador Adolfo Ramírez –cuya esposa quiere ser diputada el año próximo–
subieron a tribuna a defender la iniciativa ya hecha dictamen de Javier Duarte.
Tovar
justificó –por ejemplo– que el alza a los impuestos se justificaba por la caída
de los precios internacionales del petróleo, la baja de remesas y el panorama
económico actual.
En
cambio, Ramírez Arana únicamente se dedicó a denostar a los diputados panistas.
El
único priista que votó en contra, Ricardo Ahued –exdiputado federal y exalcalde
de Xalapa— deploró que hoy el impuesto de2% a la nómina –y que se convertirá en
3% en enero entrante– está convertido en un fondo de “evasión”, no de las
empresas –aclaró– sino del estado.
“Quien
diga que un 1% de impuesto más es muy poco, es que nunca ha dado empleo, ni ha
pagado Infonavit ni IMSS”, expresó Ahued para dirigir la mirada hacia los
legisladores de su partido, donde varios de ellos sólo agacharon la cabeza o
apretaron los dientes.
Jackeline
García, de Nueva Alianza, justificó la medida emergente enviada por el
gobernador Duarte, pues aseguró que sólo así se podrá hacer más obra pública y
el estado sanear sus finanzas.
La
secretaria de la Mesa Directiva, la panista Ana Cristina Ledesma, exhibió más
de 120 estados de cuenta de Banorte correspondientes, precisamente, al
Fideicomiso de 2% a la nómina, en que saldos aparecen en “ceros”: “Los
empresarios no saben dónde está el dinero que estamos pagando”, reprochó.
Luego
el petista Fidel Robles evocó unas recientes declaraciones del gobernador
priista en su natal Córdoba:
“Recientemente
Javier Duarte dijo que no es un mago para aparecer el dinero, y tiene razón,
pero tampoco es un ilusionista, es un desilusionista…con el saqueo que hemos
tenido en cuatro años, con seis distintos tesoreros que hoy viven en la
impunidad, alguien, varios servidores públicos, tendrían que tener un pie en la
cárcel”, advirtió.
A la
ríspida sesión legislativa acudieron de agremiados de diversas cámaras
empresariales, quienes de pie –en señal de protesta— repudiaron la intervención
de los priistas que aprobaron el impuesto y celebraron las intervenciones de
los legisladores de oposición y Ahued Bardahuill.
El
aumento del gravamen impactará a la clase burocrática, empresarial, turística y
privada, pese a la justificación esgrimida por Duarte en el Anexo A de la
Gaceta Legislativa enviada la semana anterior, donde apela a que se trata de
una política pública “responsable”, pues “amplía la perspectiva de estado” en
los ingresos de participaciones federales; sin embargo, para la oposición sólo
se trata de un “paraguas” para poder contratar más deuda en su último año de
gestión y de paso sanear algunos “boquetes financieros” con las recaudaciones
extras.
En el
dictamen para exhortar a aprobar el impuesto se planteó que será necesario
“robustecer la recaudación de las contribuciones estatales”, en aras de
asegurar los subsidios al Instituto de Pensiones del Estado (IPE), a la
Universidad Veracruzana (UV) y para “acelerar el calendario de pago” a
contratistas y proveedores.
Momentos
antes de ser aprobada la modificación, el diputado de Movimiento Ciudadano
(MC), Cuauhtémoc Pola, recriminó en entrevista a su hermano Tonatiuh, quien
funge como vocero de los legisladores priistas:
“La
bancada del PRI hace una política de ciegos y sordos, no escucharon el clamor
de las distintas cámaras empresariales, hoteleros ni a ciudadanos en general…
en el caso de mi hermano sólo le faltó llegar al pleno (del Congreso) con su
cubeta y un trapo… sólo es un criado del gobernador”.
fuente: proceso