Yilmar Pérez Herrera, el octavo policía detenido. Foto: Especial |
XALAPA, Ver. (apro).-A un año y un mes de la desaparición de Zito Ángel
Zanatta, hermano del diputado local priista de Puebla, Rosalío Zanatta
Vidaurri, la detención de un octavo policía municipal de Orizaba, Veracruz,
puso al descubierto una red de oficiales quienes hacían “entregas
selectivas” de sus detenidos a células de la organización delincuencial de Los
Zetas.
Apenas el 24 de diciembre pasado, fue detenido Yilmar Pérez Herrera, el
octavo oficial involucrado en la desaparición de Zito Ángel Zanatta y
a quien ya se le dictó el auto de formal prisión (ayer) junto con los
policías Rubén Morales Vázquez, Martín Parra Yacotú, Martín Rosas Téllez,
Germán Victoria Weisser, Héctor Hugo Villa Vásquez, Ausencio Jacobo Osorio
Rincón y Carlos Alberto Gómez Rosas.
Desde octubre del 2015, el Mando Único de la SSP asumió el control de la seguridad en
Orizaba y los mandos policíacos locales fueron relevados de la corporación,
incluso por la desaparición del hermano del legislador local poblano hay otros
cuatro policías municipales prófugos de la justicia. Los datos generales de
estos últimos se omiten, por la propia secrecía de la investigación.
La averiguación previa 728/2014, a la que Proceso tuvo acceso,
narra que Zito Ángel Zanatta fue detenido e ingresado a los separos de la
policía municipal la madrugada del 18 de octubre del 2014, tras escandalizar en
las afueras del bar Platinum Nigth Club.
Así lo demuestran las cámaras de video consultadas
por elementosde la Policía Ministerial adscritos al caso; sin embargo,
para la detención del hermano del priista se utilizaron –según el parte
informativo 067064 y 067065- las patrullas de la Policía Municipal rotuladas
con los números 73 y 08 y la detención se hizo, según los oficiales en el bar
Queens. En dicho centro de recreación, los meseros y vigilantes dijeron nunca
haber visto a Ángel Zito.
De estás inconsistencias, los policías municipales aseguran que lo
liberaron a las 4:25 horas, pero un video aporta su salida faltando
15 minutos para las 5:00 horas.
En la causa penal 1/2015, los ocho policías hoy en prisión están siendo
procesados por “desaparición forzada de personas, incumplimiento de un deber legal y
abuso de autoridad”.
“Hay varios policías en el bote (sic) por eso, se les da cumplimiento a
una orden de aprehensión por desaparición forzada, el modus de operar era
detener y entregar a sus detenidos a Los Zetas, pusieron (sic) al hermano del
diputado Zito Zanatta, entre otros… este último, Yilmar Pérez cayó ayer. Tarde
o temprano los alcanza el brazo de la justicia”, explica un directivo
de la Fiscalía General del Estado que permitió el acceso al
expediente.
De acuerdo con testigos, afuera de la propia comandancia policial, Zito
Ángel Zanatta fue “levantado” por un comando a bordo de unacamioneta negra.
Pese a que los familiares de Zanatta solicitaron información a
la Policía Municipal de Orizaba sobre el estatus jurídico y paradero del
detenido, los oficiales entregaron información falsa, revela la indagatoria
ministerial.
“No obstante que sus familiares solicitaron información, ésta les fue
proporcionada falsamente, ya que inclusive existen contradicciones en las
declaraciones de los policías, con lo registrado en las videograbaciones y la
bitácora de la corporación, así como las declaraciones de los testigos, con lo
que dicen los indiciados”, expresa la averiguación previa consultada.
Ángel Zito fue dejado en libertad sin cobrarle ninguna multa y sin
acreditársele la comisión de un delito, salió de la comandancia
policial por su propio pie y desde ahí se desconoce su paradero.
Orizaba, ubicado en la región montañosa central de Veracruz, ha sido
escenario de diversas desapariciones y hechos de violencia.
En agosto pasado, en la madrugada del jueves 13, fueron acribillados dos
jefes regionales de Los Zetas, José Márquez Balderas, “El Chichi”, y Felipe
Santana Hernández, “El Felino”, en elinterior del bar “La Taberna”, cuando
un grupo armado irrumpió y les disparó a quemarropa. En la refriega murió
también Juan Heriberto Santos Cabrera, quien hasta junio último fue
corresponsal de Televisa en esa ciudad, así como Sergio Felipe Mendoza Morgado,
Alberto Rodríguez Romero y José EduardoCastillo Romero, uno de
ellos, mesero del lugar.
Esta quíntuple ejecución sacó a la luz cómo las células delincuenciales
suelen tener contactos directos con la Policía Municipal de Orizaba,
pues el periódico “El Buen Tono”, a través de un comunicado, exhibió como sus
exreporteros, Enrique Rivas y Guillermo Ramos –ya despedidos por presuntos
vínculos con la delincuencia organizada- fueron “reclamados” en las
instalaciones de la comandancia policíaca por miembros de la delincuencia
organizada.
“Tras la balacera en el bar La Taberna, los periodistas pidieron su
traslado a Córdoba, pero policías les informaron que afuera de las
instalaciones (de la policía) están Los Zetas y están pidiendo que los
entreguen”.
Una semana previa al ataque de “La Taberna”, la madrugada del viernes 7
de agosto, cibernautas dieron cuenta de la aparición de una narcomanta en la
autopista Córdoba-Orizaba, en la que se anticipaba que irían por jefes de plaza
de Los Zetas, por taxistas, policías y reporteros al servicio de esa
organización criminal. La firmaban los Cárteles Unidos, que aglutina a Los
Ántrax, el Cártel de Sinaloa y el Cártel de Jalisco Nueva Generación.
“Estamos aquí para hacer una limpia –decía la manta–. Usen a más gente
para que sepamos quiénes son y vayamos por ellos también.Todo Córdoba
–municipio conurbado a Orizaba– y la región sabe que ustedes mueven su droga
armas y dinero en taxis”.
En esta región de Córdoba y Orizaba, se encuentra la agrupación civil
“Solecito” que aglutina a madres y familiares de personas desaparecidas y
quienes han sido víctimas de un “levantón” o se fueron sin dejar rastro alguno;
en varios de estos casos, los integrantes de “Solecito” han responsabilizado a
policías municipales o estatales de estar involucrados en la desaparición
forzada de su familiar.