Justicia para Rubén Espinosa. Foto: Mario Armas |
MÉXICO, DF (apro).- El asesinato de Rubén
Espinosa, fotorreportero y colaborador de Proceso, perpetrado el pasado 31 de
julio en un departamento de la colonia Narvarte, en el Distrito Federal,
demuestra que en México “ya no existe ningún refugio posible para los
periodistas”, según el balance del año 2015 que publicó hoy la organización
Reporteros Sin Fronteras (RSF).
La
organización reportó que 8 de los 110 periodistas asesinados este año en el
mundo eran originarios de México, el cual permaneció como “el país más
mortífero de América Latina para la profesión”, y en particular los estados de
Veracruz y Oaxaca, donde los reporteros se vuelven “blancos de las mafias y de
las personalidades políticas locales cuando denuncian hechos de corrupción”.
En su
informe, RSF precisó: “Antes, algunos podían huir de estos estados y se
refugiaban en regiones más tranquilas, pero el asesinato de Rubén Espinosa (…)
demostró que hoy en día ya no existe ningún refugio para los periodistas
amenazados”.
Y
advirtió que la ley para la protección integral de personas defensoras de
derechos humanos y periodistas del Distrito Federal, promulgada unos días
después del asesinato de Espinosa, “será eficaz sólo al extenderse a los demás
estados y al recibir los medios efectivos para su puesta en aplicación”.
De
acuerdo con el informe, en el 64% de los casos documentados, los periodistas
fueron asesinados en zonas “fuera de conflicto” y el 97% de ellos eran
reporteros locales.
En
Siria, los periodistas se encuentran atrapados entre las fuerzas armadas
gubernamentales y de los movimientos insurgentes armados, así como bajo las
bombas de la coalición internacional. En 2015, al menos 11 de ellos murieron en
el ejercicio de su profesión.
En
Irak, y particularmente en Mosul, RSF denuncia una campaña de exterminio de los
periodistas por parte de los militantes del Estado Islámico (EI), quienes
hubieran asesinado a 13 reporteros en los últimos 18 meses.
Por
primera vez en un informe de la organización figuró un país occidental,
Francia, a consecuencia de la masacre perpetrada el pasado 7 de enero contra
ocho periodistas del semanario satírico Charlie Hebdo.
Según
la organización, además de los 110 periodistas profesionales asesinados en el
transcurso del año se añaden 27 ciudadanos periodistas y otros siete
colaboradores.
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