26 de diciembre de 2015

VERACRUZ: OPACIDAD, INSENSIBILIDAD Y MALTRATO / DESPILFARRO / LA VIOLENCIA SIGUE


Veracruz: opacidad, insensibilidad y maltrato


En La Jornada, el periodista Julio Hernández López, escribe que: “el caso de Veracruz es extremo, pero no único. Duarte de Ochoa ha llevado a la entidad a niveles caóticos, gravemente mermadas las arcas públicas por la corrupción desaforada, el despilfarro ostentoso y el saqueo sistemático para uso de dinero en efectivo para promociones electorales en el propio estado y a nivel federal. 

Pero en otras latitudes se viven desgracias parecidas, pues la mayoría de los gobiernos estatales se han endeudado de manera escandalosa e irresponsable, con el fin de cubrir huecos y pillerías correspondientes a los antecesores y, además, para hacer negocios propios con cargo a las administraciones venideras. Ese cierre duartista a garrote batiente es una estampa adelantada de lo que espera el año en puerta a los millones de mexicanos [...]. Conforme a lo que la clase política ha ido tejiendo, 2016 será un año de mucha tensión entre grupos sociales [...]. Así va terminando un año caracterizado por la sostenida impericia de los gobernantes, cada vez más aislados del sentir y las exigencias populares y cada vez más concentrados en su propio beneficio grupal, embelesados, en medio de la catástrofe, en el perfeccionamiento de sus métodos de conservación del poder. 2015 fue el año de la escandalosa confirmación pública de la inviabilidad del sistema político actual y del arribo de la clase política en general a niveles de impudicia y abuso [...]. 

Las perspectivas para el año venidero tampoco son positivas. Hay demasiados datos, signos e indicios de fuertes problemas económicos por estallar, sin que existan los adecuados contrapesos o canales para que la insatisfacción popular consiga frenar el curso negativo previsto. Una parte de la atención pública nacional será desviada a los incidentes de las elecciones estatales de 2016, que a fin de cuentas sólo servirán para consolidar el modelo tradicional de reparto de poderes entre partidos y grupos amafiados para continuar con un negocio que creen inacabable [...]. Y así avanzará el mismo sistema de siempre hacia las elecciones de 2018. Todo lo que hace el peñismo apunta al objetivo de darle continuidad a su equipo [...]. La importancia de 2016 residirá en las señales electorales que envíe rumbo a la cita mayor, la de dos años después. Quien más gane en esta etapa más posibilidades tendrá de éxito en la siguiente [...]. Ya se verá si estos amancebamientos partidistas soportan los estremecimientos sociales que en 2016 surgirán desde las circunstancias económicas críticas, la reducción presupuestal, la inseguridad pública creciente, la corrupción ya tan descarada y la impunidad generalizada”.

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