Xalapa,
Ver. (SPI).- La integrante de la Defensoría de Derechos Humanos en la
zona Norte del Estado, Alejandra Jiménez Ramírez lamentó que el Gobierno del
Estado en lugar de enviar médicos y medicinas envió a la Fuerzas Civil para
desalojar de manera violenta a los manifestantes de las comunidades de Ojite de
Matamoros y de Comalteco la noche del lunes.
Criticó que la Secretaría de
Salud no ha dado respuesta satisfactoria sobre el padecimiento de 12 menores de
edad, a los cuales diagnóstico con un supuesto cuadro respiratorio agudo y a
los dos niños fallecidos los prescribió con leptospirosis (enfermedad de
potencial epidémico, según la Organización Mundial de la Salud).
Comentó que la Red Unidos por
los Derechos Humanos y Defensoría de Derechos Humanos dieron fe del desalojo
violento que realizó la policía estatal en contra de manifestantes en la carretera
Coyutla-Espinal, a la altura de el crucero de Oriente Medio municipio el
Espinal, que exigían atención médica para más de 12 niños.
“En lugar de recibir médico y
medicamentos recibieron a la Fuerza Civil que los desalojó violentamente y que
los amedrentaron violentamente, además de detonaciones, no contra las personas,
pero sí causando mucho miedo a las familias de Ojite y Comalteco; también les
cortaron la energía eléctrica para que no pudieran comunicarse vía redes
sociales y celular”, explicó.
Jiménez Ramírez agregó que hubo
varias personas detenidas de manera arbitraria, debajo de un puente sin
llevarlos ante el ministerio público.
“A las 2 de la madrugada
soltaron a cuatro personas, pero otros seguían detenidos, alrededor de cinco
persona, pero no tenemos el dato confirmado. Según los iban a trasladar a un
agencia ministerial en el municipio de Papantla”, expresó.
Manifestó que la delegación de
la Comisión de Derechos Humanos ubicada en Papantla llegó muy tarde a la escena
de los hechos.
“Nosotros vamos a dar
seguimiento y a que se debió esta violencia a familias que sólo exigían un
derecho fundamental contemplado en la constitución que es el derecho a la
salud”, puntualizó.
Añadió que las familias están
muy preocupados por el fallecimiento de dos menores de edad y desean saber que
va a pasar con sus hijos que presentan los mismos síntomas de los finados.
“La autoridad (gubernamental)
no ha sabido informar que tipo de enfermedad es, argumentan un cuadro de vías
respiratorias muy grave, que se empeora con vómito de sangre porque hay
explosión de órganos internos. La autoridad sanitaria dijo que los niños
fallecidos fue por leptospirosis, pero no se sabe con certeza”, refirió.
La defensora de Derechos
Humanos criticó también que los centros de salud sin mayor análisis, tras un
revisión rutinaria, regresaron a los niños a sus domicilios y a otros
internados los dieron de alta.
“Esto fue totalmente
irresponsable sobre todo por el antecedente de los niños fallecidos, nos parece
muy grave”, acotó Alejandra Jiménez.
La Organización Mundial de la
Salud define a la leptospirosis como una enfermedad zoonótica de potencial
epidémico, principalmente después de lluvias fuertes, causada por una bacteria
llamada leptospira.
Leptospira interrogans es
patogénica para los hombres y los animales, con más de 200 variedades
serológicas o serovariedades. Los seres humanos generalmente adquieren la
leptospirosis por contacto directo con la orina de animales infectados o con un
ambiente contaminado por orina. La transmisión de humano a humano ocurre muy
raramente.
La leptospirosis puede
presentarse con una amplia variedad de manifestaciones clínicas, desde una
forma leve a una enfermedad grave y a veces fatal. Sus síntomas pueden parecerse
a varias enfermedades, como influenza, dengue y otras enfermedades hemorrágicas
de origen viral; es importante el diagnóstico correcto (clínico y de
laboratorio) al inicio de los síntomas para evitar casos graves y salvar vidas
principalmente en situaciones de brotes.