LA PRESENCIA HISTÓRICA DE MÉXICO 68, ME RECUERDA
QUE EL SOCIALISMO DESAPARECIÓ APLASTADO POR EL IMPERIO.
Pedro
Echeverría V.
1. En medio del gran movimiento estudiantil en
México de 1968, que culminó el dos de octubre con la matanza de Tlatelolco –que
viví plenamente en la ciudad de México- recibimos las malas noticia de “La
Primavera de Praga” (enero-agosto de 1968) que fue un movimiento de
liberalización política en Checoslovaquia que pronto los tanques del llamado
Pacto de Varsovia acallaron y dominaron. Condenamos entonces aquella invasión y
nos solidarizamos con las batallas del pueblo de aquel país en los momentos en
que nosotros en las calles, desde el mes de julio, gritábamos contra el
gobierno de Díaz Ordaz, su ejército y policía represores. Fue una enorme contradicción
la invasión, pero la condenamos.
2. ¿Por qué fue una enorme contradicción? Porque
nosotros los estudiantes en las calles defendíamos el socialismo, la lucha del
pueblo de Vietnam, la batalla de los negros en EEUU, a los presos políticos en
México (Vallejo, Campa), la igualdad económica y política en nuestro país. De
pronto surge la noticia de que un grupo de llamados “países socialistas”
invaden a otro país “socialista”, Checoslovaquia. ¿Qué pasaba entonces? De que
no eran países socialistas, sino gobiernos con capitalismo de Estado que se
cubrían unos a otros para hacer negocios entre ellos. Por ello pudimos
demostrar en los siguientes años que de “socialistas” sólo tenían el nombre,
pues realmente eran capitalismo de Estado o países burocráticos.
3. En la década de los sesenta, sin ser
socialistas, se sabía que se registraban por lo menos unos 15 países que
juraban, con una gran voluntad, que estaban dispuestos a construir el
socialismo para luego –décadas después- anunciar el gran triunfo del comunismo.
Esto significaba que Rusia, China, los llamados “países del Éste”
(Checoslovaquia, Alemania Oriental, Polonia, etcétera), habían dejado atrás la
sociedad de explotación y opresión capitalista y construían aceleradamente el
socialismo, es decir, la sociedad de la igualdad. Sin embargo estos países sólo
habían instalado gobiernos estatistas que habían centralizado la política, la
economía, la ideología, el poder.
4. Es necesario comprender que a pesar de la
pobreza de muchos de estos países “socialistas del Este”, que no superaban el
capitalismo de Estado, sus dirigentes revolucionarios y de izquierda, fueron
siempre más honestos que los gobiernos de cualquier país del capitalismo
clásico; la mayoría de ellos, llenos de ideales socialistas, buscaron mayor
justicia, se sacrificaron en parte para cumplir con un ideal socialista que
jamás pudieron practicar porque no existía la madurez interna y externa para
ello. Si bien, como seres humanos cometieron algunos errores, lo definitivo fue
que el capitalismo y el imperialismo tuvieron siempre la fuerza suficiente para
impedir que brotaran.
5. Marx fue esencialmente su libro, “El Capital”,
pero en política fue el Manifiesto Comunista y la Primera Internacional
(1864-76); fue su revolución teórica en el debate político en medio de Europa.
¿Cuánto contribuyó Marx (1818-1883) y Engels (1820-95) en la formación de la
Segunda Internacional socialdemócrata, reformista, electoralista, que se
desarrolló y estacionó esencialmente en Europa? Luego Lenin levanta hasta muy
alto la bandera marxista, pero a falta de clase obrera fuerte en Rusia, da paso
a los intelectuales y campesinos. Por ello han dicho que Lenin y Stalin no
fueron marxistas y que Trotsky-más europeizado- estaba más cerca del
pensamiento de Marx.
6. Rusia sólo nos enseñó el camino revolucionario
en 1917-23, hasta un año antes de la muerte de Lenin; desde entonces Stalin y
su burocracia se apropiarían de la revolución y se acentuaría el Estado fuerte,
autoritario y despótico, en un principio usó para defenderse. No hubo ningún
socialismo porque los yanquis y otros poderosos países capitalistas de
entonces, extendiendo la propaganda anticomunista y el bloqueo contra Rusia al
terminar la primera guerra, con diversos métodos y formas la aplastaron. Como
en todos los países capitalistas clásicos en Rusia nada de socialismo; siguió
existiendo el trabajo asalariado, la plusvalía y la acumulación del capital en
manos del Estado.
7 La estrategia del imperio (usada contra Rusia)
fue repetida contra China, Cuba y todos los países de Europa del Éste. Para
silenciar que lo que buscaba el socialismo era un régimen contra la explotación
y la desigualdad, el imperio propagaba intensamente en todo el mundo que “el
socialismo y el comunismo buscaban someter al pueblo a un régimen dictatorial
donde desaparecería la propiedad privada y los hijos pasarían a ser parte del
Estado”. La realidad es que con tal propaganda las campañas de las burguesías
anticomunistas arreciaron y, ante la ignorancia política de los pueblos se
prefirió “malo conocido a bueno por conocer”. Lo poco de “socialismo” que pudo
ponerse en práctica entonces, fue destrozado por el imperio. (24/VIII/18)