Córdoba, Veracruz.
5-02-2022
5-02-2022
CDMX.- En un nuevo episodio, el periodista Carlos Loret de Mola presentó en su espacio para Latinus una investigación en colaboración con Mexicanos Contra la Corrupción, la cual revela los lujos con los que vive José Ramón López Beltrán, el hijo del presidente Andrés Manuel López Obrador, en el extranjero.
Casonas en Houston con alberca y una sala de cine, e incluso una camioneta Mercedes Benz, son algunos de los bienes que documenta el reportaje y que contrastan con el llamado a la austeridad de su padre, sin embargo, el nombre de Carolyn Adams, esposa de López Beltrán, juega un papel importante en la investigación, puesto a que, de acuerdo al reportaje, tanto uno de los inmuebles como el vehículo se encuentran a su nombre.
El trabajo revela que una de las casas donde habitó López Beltrán y su esposa, se encuentra en una zona privada del fraccionamiento Jacobs Reserve en Texas, a las afueras de Houston, donde las residencias tienen un valor superior al millón de dólares.
La casa de 447 metros cuadrados de construcción con acabados en piedra y madera, cuenta con cuatro habitaciones, cuatro baños completos, tres estacionamientos, sala de doble altura, cocina, bar, salón de juegos, una sala de cine y una alberca climatizada con 23 metros de largo.
De acuerdo a documentos y registros consultados por Latinus y Mexicanos Contra la Corrupción, la casa que era habitada por el hijo del presidente y su nuera durante 2019 y 2020, pertenecía en ese entonces a Keith Schilling, un alto ejecutivo de la empresa Baker Hughes, la cual, señalan, actualmente mantiene contratos con el gobierno de López Obrador por más de 151 millones de dólares en obras para Pemex.
La residencia en la que actualmente vive la pareja, se encuentra ubicada en la localidad de Harris Bennett a las afueras de Houston. El inmueble, señala la investigación, es de dos pisos y cuenta con cinco recámaras y cinco baños completos sobre un terreno de casi mil 100 metros cuadrados.
Exhiben la «austeridad» del hijo de AMLO en EU, casona y carros de lujo - Plumas Libres
Por Andrés Timoteo
LA TIJERETERA
Si en algo es eficiente la titular de la Fiscalía General del estado, Verónica Hernández, es en mochar cifras, desaparecer expedientes y fabricar realidades alternas. Sus enemigos no son los delincuentes sino las estadísticas. Ya lo hizo con los feminicidios pues “reconfiguró” el delito para tomarlo como “homicidio doloso” y así rebajó en un 60 por ciento los casos. También le metió tijera a los casos de secuestros para que el gobernante en turno pudiera presumir que ese ilícito ha descendido hasta en un 80 por ciento.
Ahora tocó el turno a un delito de casa, de facturación propia, el socorrido de “ultrajes a la autoridad” que ha estado en el debate público en los últimos meses. El lunes pasado fue cuestionada directamente en el congreso local sobre la cantidad de expedientes ministeriales que ha abierto desde marzo del 2020 cuando entraron en vigor las reformas al código penal que contemplan la prisión preventiva oficiosa y las penas elevadas para tal disposición sancionadora.
De acuerdo al comunicado de la señora Hernández Giadáns, emitido ayer para responder lo que no pudo hacer ante los legisladores, la oficina a su cargo ha procesado a mil 033 personas por ese delito. Es decir, una parte mínima comparada con todo el caudal de víctimas que han documentado organizaciones civiles y colegios de abogados.
Según los “otros datos” que tiene la fiscala, desde que entró en vigor ese delito se han detenido a 3 personas diariamente, en base al promedio calculado, lo que significa la cuarta parte de la cifra más elevada que denunciada por activistas y litigantes que es de 3 mil 600 casos acumulados a razón de 12 personas encarceladas diariamente. Si se considera la cifra más modesta de 2 mil 400 personas en prisión, entonces la fiscala “rasuró” 5 de cada 8 aprehensiones por día.
¿Cómo la ven?, ¿a poco no resultó buena con la tijera? La señora no se hubiera dedicado a la administración pública, dicen los ociosos, sino a la costura porque es muy hábil recortando, zurciendo y estirando la tela a gusto del cliente. Claro, como dice la canción de los Tigres del Norte, “sin talento no busques grandeza”, y entonces seguramente Hernández no llegaría a ser una modista de alta costura, pero unos camisones ajustados para Cuitláhuac García y Patrocinio Cisneros, su jefe en realidad, si los confecciona, ya lo vimos. Risas.
Fuente: Notiver
https://www.notiver.com.mx/texto-irreverente-236/