8 de noviembre de 2014

¡NO ESTAN SOLOS, SU DOLOR Y SU INDIGNACION TAMBIEN SON NUESTROS!


AL PUEBLO DE MÉXICO:
A LOS PUEBLOS DEL MUNDO:
A LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN NACIONALES E INTERNACIONALES:
A LOS ORGANISMOS NO GUBERNAMENTALES DEFENSORES DE LOS DERECHOS HUMANOS:
A LAS ORGANIZACIONES POLITICAS, POPULARES Y REVOLUCIONARIAS:
A LOS NORMALISTAS DE AYOTZINAPA, A LOS PADRES DE FAMILIA, A LOS FAMILIARES DE LOS ASESINADOS Y DETENIDOS-DESAPARECIDOS:

¡NO ESTAN SOLOS, SU DOLOR Y SU INDIGNACIÓN TAMBIÉN SON NUESTROS!

¡HERMANOS, HERMANAS, CAMARADAS!

Es inaceptable y por lo tanto merece el rechazo popular el anuncio de la Procuraduría General de la República (PGR) sobre el destino de los 43 estudiantes normalistas detenidos-desaparecidos de Ayotzinapa. Siguen sosteniendo la misma hipótesis de adjudicar autoría material e intelectual a la omnipresente "delincuencia organizada". Con el anuncio del titular de la PGR sobre la captura de presuntos delincuentes y sus dichos se pretende dar carpetazo al crimen de Estado, diluir la responsabilidad del aparato represivo en los crímenes de lesa humanidad que se cometieron en Guerrero y se están cometiendo en el país.

No estamos ante un problema de visión, ni tampoco un problema de definiciones conceptuales, estamos de frente ante crímenes de Estado consumados por las fuerzas represivas. El grito popular, la voz de los familiares, los testimonios de los normalistas sobrevivientes de este acto de terrorismo de Estado es fuerte y claro: ¡fue el Estado!, fue la policía municipal, fue la policía federal, fue el ejército mexicano, todos bajo el mando único quienes cometieron los crímenes de lesa humanidad el 26 y 27 de septiembre en Iguala Guerrero, tampoco es una crisis humanitaria, son crímenes de Estado que los gobiernos neoliberales han estado cometiendo para defender los intereses oligarcas y transnacionales.

Son 43 días de indolencia gubernamental; 43 días de mentiras y teatro mediático; 33 días que 10 mil elementos de las fuerzas federales participan en el teatro mediático en una supuesta búsqueda y en la "transparencia de la investigación". Farsantes, hipócritas, criminales de Estado. Desde el pueblo no les creemos ni un ápice, ustedes desde el poder no sienten dolor alguno por los crímenes contra el pueblo, las expresiones del supuesto dolor que expresan es demagogia pura y parte del escenario mediático para distorsionar la realidad.

Todo lo quieren diluir en una policía municipal corrupta y "corrompida por los delincuentes", por los "omnipotentes" criminales, burdo montaje gubernamental para tratar desvanecer desde el principio este crimen de Estado, para intentar eximir la responsabilidad inocultable del aparato represivo. La policía municipal es parte de la estructura del Estado, una institución de la "legalidad" por la que se desgarran las vestiduras, una corporación más de la institucionalidad que reprime, asesina y detiene-desaparece al pueblo, parte del andamiaje del aparato represivo, parte de los cuerpos policiaco-militares para ejercer el terrorismo de Estado contra el pueblo bajo un mando único, que en su cadena de mando conduce hasta el jefe del Ejecutivo.La participación de la policía municipal, la "complacencia indolente" y el cinismo del ejército, y la presencia de la policía federal comprueba la aquiescencia del Estado mexicano.

Mentirosos, en estos crímenes de lesa humanidad hubo participación directa del ejército mexicano, concretamente del 27 batallón de infantería con un largo historial en la guerra contrainsurgente y el terrorismo de Estado. El montaje es tan burdo que no tiene diferencia con los montajes mediáticos que escenificaron Genaro García Luna, Maricela Morales y el chacal de Felipe Calderón para fabricar en caliente culpables y no manchar el traje de las instituciones burguesas, verbigracia, el acto terrorista de Estado con granadazos el 15 de septiembre de 2008 en Morelia, Michoacán, perpetrado por una unidad especial del ejército mexicano y presentando rápidamente a supuestos culpables que resultaron ser ciudadanos inocentes, obligados a autoinculparse bajo tortura y "entregados por la delincuencia organizada".

Hoy al igual que en los tiempos siniestros de Calderón los supuestos culpables son conducidos en los "interrogatorios" a través de preguntas a modo, para inducirlos a un guión preestablecido desde las autoridades federales, en aquel tiempo fue desde la extinta Agencia Federal de Investigación (AFI), hoy desde la PGR. Los "interrogados" son hasta incapaces de memorizar el guión y éste se lo dictan a través de preguntas inductivas para obtener el resultado incriminatorio.

Resultaría interesante que a esos supuestos perpetradores los pusieran de frente a la prensa independiente, padres de familia, normalistas agraviados y organizaciones populares en un cuestionario público y sin restricciones protocolarias, seguro que caerían en infinidad de contradicciones que evidenciarían el montaje perverso desde la PGR.

Han pasado cuarenta y tres días de consumado el crimen de Estado en los cuales desde el gobierno federal se han administrado los tiempos para "investigar y solucionar" la detención-desaparición de los normalistas. Pero una verdad salta a la vista, todas las fuerzas federales, estatales y municipales participan en el terror contra el pueblo, pero es en los batallones de infantería del ejército mexicano donde recae operativamente la ejecución de los crímenes de lesa humanidad, el terrorismo de Estado y las acciones criminales de contrainsurgencia, el actuar criminal del 102 y 27 batallones de infantería sólo son un pequeño botón de muestra.

Toda la información que ha estado vertiéndose de manera formal e informal, a través de hipótesis oficiales y versiones oficiosas conducen a una sola conclusión, el asesinato político en su modalidad de ejecución extrajudicial, la masacre, la tortura y la detención-desaparición de los 43 normalistas reafirman una y otra vez que fue un crimen de Estado, un acto de terrorismo de Estado y una acción típica de contrainsurgencia. Lo sabe el pueblo, lo sabe el mundo, sin embargo, desde el Estado se hace todo por negar y ocultar la verdad histórica.

Los gobiernos panistas y hoy el priista no han cejado en su guerra psicológica contra el pueblo por imponer una indolencia social-colectiva que lleve al desprecio a la vida humana mientras no sea la propia o la de un ser querido. Bajo el mote de que se es delincuente se han justificado los más aberrantes crímenes de Estado, olímpicamente se dan carpetazos apuntalados por la dictadura de opinión que se ejerce desde los monopolios de la comunicación.

Responsables y corresponsables de todos los crímenes de Estado son también los politicastros que firmaron el Pacto por México; los políticos de oficio-empresarios embozados como representantes populares que oxigenan y administran la crisis del régimen;y, todos aquellos que desde una supuesta "izquierda moderna" le hacen el caldo gordo al Estado y la oligarquía en la defensa de sus intereses mezquinos.

Llama la atención que aquellos que se desgarraban las vestiduras desde la ultraderecha y la falsa sociedad civil contra la violencia sin adjetivo hoy no muevan una sola cuerda bucal para denunciar la violencia desde el Estado, para condenar el terrorismo de éste, en esta lógica fascista vale más la vida de un apellido de abolengo que la vida de miles de mexicanos sin fortuna ni apellido.

Una nueva maniobra político-mediática está en curso para pretender dar carpetazo al caso de los 43 estudiantes normalistas detenidos-desaparecidos de manera forzada por el aparato represivo gubernamental, encarcelar a chivos expiatorios que en realidad son piezas menores del aparato represivo y sostener contra viento y marea la hipótesis de que es la "delincuencia organizada" la culpable, esa mentira desde el pueblo es inaceptable, debe ser rechazada y condenada.

La movilización popular en solidaridad a los normalistas de Ayotzinapa desenmascara el carácter represivo y antipopular de la actual junta administrativa, ¿Quiénes se oponen a la movilización popular?, ¿Quiénes la condenan?, ¿Quiénes pretenden quitarle su filo político? Los defensores del régimen y las plumas mercenarias. La respuesta la conocemos los que padecemos la violencia del Estado, los defensores del régimen antipopular son los que tratan por todos los medios de deslindar al Estado de estos abominables crímenes de lesa humanidad. Y sí, las detenciones-desapariciones por motivos políticos, las ejecuciones extrajudiciales, las masacres y los crímenes de lesa humanidad solamente las comete el Estado.

La hipótesis de la "equivocación y confusión" tampoco es aceptable, son patrañas gubernamentales, ahora resulta que son tan estúpidos los ejecutores que se "equivocaron y se confundieron" al detener a los estudiantes, pero deslumbra su inteligencia para borrar las evidencias del crimen de Estado. La detención-desaparición de los 43 normalistas y crímenes de lesa humanidad en torno a los hechos del 26 y 27 de septiembre son parte de la barbarie gubernamental que cimbra al país, desde el Estado se ha estimulado la descomposición social, se ha desatado la violencia institucional a nombre de la delincuencia y el narcotráfico para justificar la imposición del Estado policiaco-militar, pruebas sobran, el "pelotón de la muerte", "los matazetas", las míticas organizaciones criminales, los pelotones de fuerzas especiales de la marina, son los botones de muestra de los asesinos del Estado con licencia para asesinar a mansalva al pueblo.

Las movilizaciones populares que exigen la presentación con vida de los detenidos-desaparecidos de Ayotzinapa y que gradualmente exigen alto al terrorismo de Estado de ninguna manera puede ser una expresión de violencia en abstracto. Las marchas, los mítines, los bloqueos de carreteras, la toma de edificios públicos, los bloqueos a los centros del poder económico financiero son actos de eminente protesta política contra el régimen, contra un gobierno represivo, contra un Estado policiaco-militar, contra los símbolos del régimen. Lo acontecido en Iguala el 26 y 27 de septiembre, no fue un acto bondadoso, tampoco un acto de fe cristiana, lo diremos cuantas veces sea necesario fue un crimen de Estado en donde la violencia institucionalizada constituye su esencia para imponer la voluntad de una oligarquía depredadora que sigue exigiendo la imposición de un estado de sitio permanente.

Preguntamos a nuestro pueblo ¿Qué sentido tiene una protesta sin contenido político?, ¿Qué sentido tiene manifestarse sin combatividad?, ¿Cómo enfrentar la barbarie, el cinismo y la demagogia gubernamental? La protesta "civilizadora" no cuestiona al régimen, no lo desenmascara, ni lo desnuda en su carácter profascista. Del tamaño de la agresión hacia el pueblo debe ser la respuesta popular contra el régimen oprobioso.

La protesta popular, la denuncia política y las acciones políticas de masas en tanto no se presenten con vida a los detenidos-desaparecidos seguirán teniendo razón de ser, seguirán teniendo legitimidad y constituyen una necesidad para que se sepa en el mundo que en México existe un gobierno represivo y antipopular,y que los verdaderos responsables materiales e intelectuales están enquistados en las diferentes esferas gubernamentales, gozando de impunidad y confabulando nuevos crímenes contra el pueblo.

Sobre la base de los crímenes de Estado se pretende justificar bajo la tesis del combate a la delincuencia el estado de sitio permanente, el Pacto por la seguridad y contra la corrupción y la impunidades una exigencia más de la oligarquía mexicana, es decir, de los "honorables hombres de negocios" que le exigen a la junta administrativa reforzar el estado policiaco-militar, elevar el terror contra el pueblo. Es la exigencia para que el país se siga inundando en un río de sangre y se sigan diseminando por todo el país las fosas clandestinas que pretenden ocultar el terrorismo de Estado y los crímenes de lesa humanidad.

En ese contexto de criminalidad gubernamental se encuentran las filtraciones que hace el Cisen para vincular a luchadores sociales ya sea con la delincuencia o con fuerzas insurgentes, esas filtraciones constituyen una amenaza de futuros crímenes de Estado, es el señalamiento directo contra luchadores sociales de las diferentes organizaciones populares para que el aparato represivo se siga cebando contra el pueblo indefenso.

El Pacto por la seguridad, contra la corrupción y la impunidad, es un pacto cupular entre politicastros y las cúpulas empresariales para reforzar la dictadura del capital. Desde los monopolios de la comunicación y a través de la dictadura de opinión se insiste en abonar a la hipótesis del crimen organizado como el autor de los crímenes de lesa humanidad no sólo en Guerrero sino en todo el país, sin embargo, esta información es perniciosa, peligrosa, porque políticamente se pretende deslindar al Estado de la autoría material e intelectual de la violencia que se ejerce contra el pueblo, ahora resulta que los actos de terrorismo de Estado contra los normalistas sólo es un banal acto de venganza de un ex presidente municipal pueblerino y carente de todo sentido político.

Las detenciones-desapariciones forzadas es una larga historia que data desde las décadas de los sesenta, setenta, ochenta, noventadurante los gobiernos priistas, cifrándose en miles de detenciones-desapariciones; pero fueron los gobiernos panistas de Vicente Fox y Felipe Calderón quienes exponenciaron esta política de Estado que arroja la cifra de más de setenta mil detenidos-desaparecidos; y hoy con el retorno del PRI a la administración federal se reafirma la detención-desaparición por motivos políticos y sociales como una política de Estado transexenal donde la cifra del terror sigue aumentando en miles de ciudadanos en esta condición, el caso de Iguala contra los normalistas de Ayotzinapa no es un caso aislado, es producto de un actuar sistemático del Estado mexicano.

Desde la trinchera de la crítica política de las armas, nuestro partido y ejército, el PDPR-EPR, expresamos a los familiares de los normalistas asesinados, torturados y detenidos-desaparecidos que su dolor es también nuestro, esos sentimientos de indignación y coraje también los hemos vivido con la detención-desaparición de dos de nuestros militantes –Gabriel Alberto Cruz Sánchez y Edmundo Reyes Amaya- sin embargo, no debe ser motivo para desmoralizarnos, para la impotencia, para el cansancio, para la desesperanza, por el contrario todo agravio contra el pueblo debe alimentar la conciencia proletaria para desplegar con combatividad acción popular y acción revolucionaria.

La lucha por la presentación de los detenidos-desaparecidos de manera forzada debe continuar, abarcando las diferentes modalidades de la acción política, para que a fuerza de movilización y lucha popular se obligue a este gobierno antipopular presentar con vida a todos los detenidos desaparecidos. Está claro que por su propia voluntad nunca lo harán.


¡HERMANOS, HERMANAS, CAMARADAS! El agravio por los más de setenta mil detenidos-desaparecidos por motivos políticos y sociales nos lacera a todos; la detención-desaparición de 43 estudiantes normalistas es el símbolo fehaciente del terrorismo de Estado, del odio de clase hacia nosotros los desposeídos; la pretensión de endosar este crimen de Estado a la delincuencia nos llena de indignación. Para el pueblo y sus organizaciones no son tiempos de desesperanza, tampoco de impotencia, mucho menos de desmovilización y apatía política, no hay lugar para el cansancio, para el desgaste, para abdicar en la lucha por la presentación con vida de los detenidos desaparecidos. Son tiempos de movilización popular, de dignidad y resistencia combativa, es tiempo de salir a la calle a poner en alto nuestro grito de indignación y de repudio a este gobierno represivo y antipopular. ¡Que retiemble ese grito de resistencia y dignidad combativa en todo el país!


Estamos de acuerdo con todos aquellos que desde el pueblo plantean arribar a formas de lucha más complejas y superiores, para hacer efectiva la defensa de los intereses populares, que cada quien en su trinchera de lucha despliegue iniciativa, creatividad y capacidad.

¡VIVOS SE LOS LLEVARON, VIVOS LOS QUEREMOS!
¡PRESENTACION CON VIDA DE LOS 43 NORMALISTAS DE AYOTZINAPA DETENIDOS-DESAPARECIDOS POR EL ESTADO!
¡A SEGUIR EXIGIENDO LA PRESENTACIÓN CON VIDA DE TODOS LOS DETENIDOS DE AYER Y HOY!
¡A CERRAR FILAS CONTRA EL TERRORISMO DE ESTADO!
¡POR LA REVOLUCIÓN SOCIALISTA!
¡VENCER O MORIR!
¡POR NUESTROS CAMARADAS PROLETARIOS!    ¡RESUELTOS A VENCER!
¡CON LA GUERRA POPULAR!    ¡EL EPR TRIUNFARA!

COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO DEMOCRATICO POPULAR REVOLUCIONARIO PDPR

COMANDANCIA GENERAL DEL EJERCITO POPULAR REVOLUCIONARIO CG-EPR

Año 50.  República mexicana, a 7 de noviembre de 2014.



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