TEXTO IRREVERENTE
Por Andrés Timoteo
El arzobispo de
Jalapa, Hipólito Reyes Larios dio prueba que tiene bien ganado el
sobrenombre que los sacerdotes de Orizaba le colgaron cuando se encontraba al
frente de aquella diócesis: “PRIpólito” y el pasado viernes de plano dejó
colgada la sotana y se puso la camiseta del tricolor. No solo acudió a aplaudir
la comparecencia del secretario general de Gobierno en el congreso local, Erick
Lagos Hernández, sino que de plano lo “destapó” –como dicen en el
argot de las viejas prácticas priístas- para ser candidato a una
diputación en los comicios del año venidero.
Palabras
más, palabras menos, el religioso aseveró que Lagos Hernández hará un papel
excelente como legislador federal y de paso se confesó públicamente al revelar
el funcionario ha apoyado a la arquidiócesis jalapeña desde su encargo.
Traducción: los ensotanados han sacado tajada económica del duartismo y
entonces quedan explicados los piropos que Reyes Larios le lanza al
funcionario encargado, entre comillas, de la política interna de la entidad.
Entre comillas porque el papel ha sido desastroso y a Erick Lagos se puede
comparar con la señora Nohemí Quirazco que ocupó el mismo cargo en un tramo del
gobierno de Miguel Alemán Velasco.
Aambos
son el fracaso y la ineficiencia caminando. Nunca en la historia de Veracruz se
ha tenido tanta ingobernabilidad. Con Lago se rompió la ortodoxia en el
poder que dictaba que cuando el gobernante resultaba un fiasco siempre había un
hombre fuerte en segundo lugar que ejercía el mando y conducía la barca a buen
puerto la administración estatal. Hoy son días aciagos porque ambos, gobernante
y secretario de Gobierno, son un fiasco, y la barca administrativa está a la
deriva, sin piloto ni timonel.
Pero
regresando al tema del arzobispo “PRIpólito”, éste camina sobre brasas al
hacerla de promotor electoral de Lagos Hernández no solo porque es un
pastor religioso que debe estar alejado de la política partidista sino porque
corre el riesgo de vivir su propio Iguala al respaldar a un personaje tan
cuestionado. Le puede pasar como sucedió a todos aquellos que arroparon
en su momento al alcalde igualteco, José Luis Abarca y que hoy están
chamuscados ante la opinión pública.
Si el
Revolucionario Institucional aplica la purga que anuncia para evitar que
personajes bajo predicamento de tener amistades inconfesables lleguen a las
candidaturas del 2015, el señor Lagos Hernández deberá ser excluido de toda
postulación -al igual que el vocero Alberto Silva Ramos y el secretario
de Desarrollo Social, Jorge Carvallo Delfín – pues en informaciones
periodísticas se le ha señalado de tener cercanías con células delictivas.
En el
2012, el periódico Reforma que se edita en la Ciudad de México publicó el
testimonio de un delincuente detenido en diciembre del 2011, integrante de un
cartel del crimen organizado que confesó que a la policía veracruzana se le
pagaba 30 millones de pesos mensuales por dejar que operaran en el estado.
El
criminal dio el apellido del funcionario de la fidelidad que era el
contacto para el cobro de esos recursos y lo identificó como “Lagos”. ¿Quién
era el funcionario más cercano al innombrable con ese apellido?. Adivinaron, el
mismo que ahora el arzobispo Reyes Larios lo promociona para ser diputado
federal. (http://www.proceso.com.mx/?p=308164).
También a mediados del 2010, un grupo de reporteros se reunió en una cafetería
de Jalapa para entrevistar a Catarino Torres Pereda, dirigente del Comité de
Defensa Ciudadana (Codeci) en el sur de Veracruz y Oaxaca.
Allí,
el activista confesó que estaba muy preocupado –y también temeroso- porque
desde el gobierno fidelista los estaban obligando a realizar manifestaciones
exigiendo la salida del Ejército en el sur veracruzano, concretamente en la
región de la Cuenca del Papaloapan e Isla, la tierra de Lagos Hernández. Dijo
que un funcionario estatal era el encargado de organizar las protestas
contra los militares para que se fueran y dejaran de combatir al crimen.
¿Adivinen quien era?. Otra vez acertaron: el mismo que apoya el arzobispo.
Lo
oscuro del caso es que el líder campesino se negó a seguir las ordenes y dos
meses después fue asesinado en sus oficinas del Cocedi en Tuxtepec, el 22 de
octubre del 2010. De ese tamaño fue la presión. ¿Quién votará por Lagos
Hernández si llega a ser posultado electoralmente, además de Lagos Hernández?.
Es más, tampoco hay olvidar que Lagos Hernández fue el operador del
ataque contra el reportero Martín Serrano cuando éste colocó una manta de
protesta contra el innombrable a finales de su sexenio y en noche del Grito de
Independencia del 2008.
El
comunicador y su familia que se encontraban en las oficinas del diario Tribuna,
frente al palacio de gobierno, lograron salvar la vida por intervención del
entonces diputado local, Sergio Vaca Betancourt, quien se comunicó con Lagos
Hernández, secretario del gobernante de ese sexenio para que parara el ataque
con policías armados que pretendía “levantar” o tal vez asesinar al
periodista. En ese entonces, el propio Vaca Betancourt contó a los
reporteros que estuvieron pendientes del caso y que solicitaron su apoyo para
proteger la vida de Serrano, que el mismo Lagos Hernández le confesó que el
periodista “se lo tenía bien ganado - ¿el ataque, el secuestro, el asesinato?-
por meterse con el gobernador”, el innombrable.
De esa
calaña es quien aspira no solo a ser candidato en el distrito de
Acayucan sino también quien sueña, azuzado por el gobernante en turno, en
sucederlo en una gubernatura de dos años. El priísmo no escarmienta y en
Veracruz podría tener su Iguala en la persona de Lagos Hernández y el
obispo Reyes llevará su parte de ese asunto tan apestoso. El religioso hace un
papel lastimoso, es un ejemplo de un pastor extraviado y cuando el
pastor camina sin rumbo conduce al rebaño al abismo o a las fauces de los
lobos. Esa advertencia la hizo el profeta Jesús hace dos mil años, según
el evangelista Mateo, cuando describió a sumos sacerdotes como “PRIpolito”:
“¡Aléjense de ellos pues son guías ciegos!, y si un ciego conduce a otro ciego
ambos caerán al barranco”.
Y se
sigue con las metáforas, los veracruzanos deben tener cuidado pues detrás de
los tacos al pastor, los refrescos y el jolgorio que Lagos Hernández ofreció a
quienes le fueron aplaudir el viernes pasado en los alrededores de la sede
legislativa, está un lobo con piel de oveja. Se ve muy ranchero, minúsculo de
físico y con acento pueblerino pero eso no lo hace una buena persona, ya
lo dicen los que bien lo conocen: es el mejor alumno –después de Duarte de
Ochoa, claro- del innombrable. Vade retro!.
FUENTE: NOTIVER
No hay comentarios:
Publicar un comentario