24 de noviembre de 2014

PASTOR ERRADO

TEXTO IRREVERENTE


Por Andrés Timoteo
El arzobispo de Jalapa,  Hipólito Reyes Larios dio prueba que tiene bien ganado el sobrenombre que los sacerdotes de Orizaba le colgaron cuando se encontraba al frente de aquella diócesis: “PRIpólito” y el pasado viernes de plano dejó colgada la sotana y se puso la camiseta del tricolor. No solo acudió a aplaudir la comparecencia del secretario general de Gobierno en el congreso local, Erick Lagos Hernández,  sino que de plano lo “destapó” –como dicen en el argot  de las viejas prácticas priístas- para ser candidato a una diputación en los comicios del año venidero.
 
Palabras más, palabras menos, el religioso aseveró que Lagos Hernández hará un papel excelente como legislador federal y de paso se confesó públicamente al revelar el funcionario ha apoyado a la arquidiócesis jalapeña desde su encargo. Traducción: los ensotanados han sacado tajada económica del duartismo y entonces quedan explicados  los piropos que Reyes Larios le lanza al funcionario encargado,  entre comillas, de la política interna de la entidad.   Entre comillas porque el papel ha sido desastroso y a Erick Lagos se puede comparar con la señora Nohemí Quirazco que ocupó el mismo cargo en un tramo del gobierno de Miguel Alemán Velasco.
 
Aambos son el fracaso y la ineficiencia caminando. Nunca en la historia de Veracruz se ha tenido tanta ingobernabilidad. Con Lago  se rompió la ortodoxia en el poder que dictaba que cuando el gobernante resultaba un fiasco siempre había un hombre fuerte en segundo lugar que ejercía el mando y conducía la barca a buen puerto la administración estatal. Hoy son días aciagos porque ambos, gobernante y secretario de Gobierno, son un fiasco, y la barca administrativa está a la deriva, sin piloto ni timonel.
 
Pero regresando al tema del arzobispo “PRIpólito”, éste camina sobre brasas al hacerla de promotor electoral de  Lagos Hernández no solo porque es un pastor religioso que debe estar alejado de la política partidista sino porque corre el riesgo de vivir su propio Iguala al respaldar a un personaje tan cuestionado. Le puede pasar como sucedió a  todos aquellos que arroparon en su momento al alcalde igualteco, José Luis Abarca y que hoy están chamuscados ante la opinión pública.
 
Si el Revolucionario Institucional aplica la purga que anuncia para evitar que personajes bajo predicamento de tener amistades inconfesables lleguen a las candidaturas del 2015, el señor Lagos Hernández deberá ser excluido de toda postulación  -al igual que el vocero Alberto Silva Ramos y el secretario de Desarrollo Social, Jorge Carvallo Delfín – pues en informaciones periodísticas se le ha señalado de tener cercanías con células delictivas.
En el 2012, el periódico Reforma que se edita en la Ciudad de México publicó el testimonio de un delincuente detenido en diciembre del 2011, integrante de un cartel del crimen organizado que confesó que a la policía veracruzana se le pagaba 30 millones de pesos mensuales por dejar que operaran en el estado.
 
El criminal  dio el apellido del funcionario de la fidelidad que era el contacto para el cobro de esos recursos y lo identificó como “Lagos”. ¿Quién era el funcionario más cercano al innombrable con ese apellido?. Adivinaron, el mismo que ahora el arzobispo Reyes Larios lo promociona para ser diputado federal.  (http://www.proceso.com.mx/?p=308164).   También a mediados del 2010, un grupo de reporteros se reunió en una cafetería de Jalapa para entrevistar a Catarino Torres Pereda, dirigente del Comité de Defensa Ciudadana (Codeci) en el sur de Veracruz y Oaxaca.
 
Allí, el activista confesó que estaba muy preocupado –y también temeroso- porque desde el gobierno fidelista los estaban obligando a realizar manifestaciones exigiendo la salida del Ejército en el sur veracruzano, concretamente en la región de la Cuenca del Papaloapan e Isla, la tierra de Lagos Hernández. Dijo que  un funcionario estatal era el encargado de organizar las protestas contra los militares para que se fueran y dejaran de combatir al crimen. ¿Adivinen quien era?. Otra vez acertaron: el mismo que apoya el arzobispo.
 
Lo oscuro del caso es que el líder campesino se negó a seguir las ordenes y dos meses después fue asesinado en sus oficinas del Cocedi en Tuxtepec, el 22 de octubre del 2010. De ese tamaño fue la presión. ¿Quién votará por Lagos Hernández si llega a ser posultado electoralmente, además de Lagos Hernández?. Es más, tampoco hay  olvidar  que Lagos Hernández fue el operador del ataque contra el reportero Martín Serrano cuando éste colocó una manta de protesta contra el innombrable a finales de su sexenio y en noche del Grito de Independencia del 2008.  
 
El comunicador y su familia que se encontraban en las oficinas del diario Tribuna, frente al palacio de gobierno, lograron salvar la vida por intervención del entonces diputado local, Sergio Vaca Betancourt, quien se comunicó con Lagos Hernández, secretario del gobernante de ese sexenio para que parara el ataque con policías armados que pretendía “levantar” o tal vez asesinar al periodista.  En ese entonces, el propio Vaca Betancourt contó a los reporteros que estuvieron pendientes del caso y que solicitaron su apoyo para proteger la vida de Serrano, que el mismo Lagos Hernández le confesó que el periodista “se lo tenía bien ganado - ¿el ataque, el secuestro, el asesinato?- por meterse con el gobernador”, el innombrable.
 
De esa calaña es  quien aspira no solo a ser candidato en el distrito de Acayucan  sino también quien sueña, azuzado por el gobernante en turno, en sucederlo en una gubernatura de dos años.  El priísmo no escarmienta y en Veracruz podría tener  su Iguala en la persona de Lagos Hernández y el obispo Reyes llevará su parte de ese asunto tan apestoso. El religioso hace un papel lastimoso, es un ejemplo de un pastor extraviado y  cuando  el pastor camina sin rumbo conduce al rebaño al abismo o a las fauces de los lobos. Esa advertencia la hizo el  profeta Jesús hace dos mil años, según el evangelista Mateo, cuando describió a sumos sacerdotes como “PRIpolito”: “¡Aléjense de ellos pues son guías ciegos!, y si un ciego conduce a otro ciego ambos caerán al barranco”.
 
Y se sigue con las metáforas, los veracruzanos deben tener cuidado pues detrás de los tacos al pastor, los refrescos y el jolgorio que Lagos Hernández ofreció a quienes le fueron aplaudir el viernes pasado en los alrededores de la sede legislativa, está un lobo con piel de oveja. Se ve muy ranchero, minúsculo de físico y con acento  pueblerino pero eso no lo hace una buena persona, ya lo dicen los que bien lo conocen: es el mejor alumno –después de Duarte de Ochoa, claro- del innombrable. Vade retro!.

FUENTE: NOTIVER

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