La
izquierda nacional está completamente desdibujada o, lo que es peor: se
encuentra también dentro de la lista de responsables por la coyuntura que hoy
vivimos en el territorio nacional. Se encuentra total y vergonzosamente
expuesta...
El clima político del país
vive uno de sus peores momentos. Aunque, sin duda, uno de los escenarios que
han mostrado más que nunca su debilidad, son aquellos que observamos a la
izquierda. Y es que estos tendrían que ser quienes hicieran un verdadero
contrapeso, que fungieran como una verdadera oposición. Que de ellos salieran
las preguntas y los debates que ayudaran a sopesar mejor las decisiones del
gobierno federal, que para eso están sus voces en el Congreso. No ha sido así,
por el contrario. La izquierda nacional está completamente desdibujada o, lo
que es peor: se encuentra también dentro de la lista de responsables por la
coyuntura que hoy vivimos en el territorio nacional. Se encuentra total y
vergonzosamente expuesta.
Y no es que sólo sea el
PRD. También son los partidos pequeños, los satélites, los que se mueven al
compás de otro. Ellos también tienen responsabilidades y deberán tener también
culpas. ¿O no acaso fueron también el PT y Movimiento Ciudadano quienes
apoyaron las candidaturas de José Luis Abarca y Ángel Aguirre?
Incluso el del Rayito de Esperanza,
Morena, ahí también se cuecen habas y eso que apenas participarán en su primera
elección.
Una izquierda totalmente
desdibujada, enfrascada en discusiones de antaño. Ciega de los tiempos, de los
procesos y, claro, de las responsabilidades. Ellos más que nadie tenían que
haber sido los primeros en revisar los antecedentes de personajes como José Luis Abarca.
Si la PGR no lo investigó, ¿por qué ellos tendrían quecandidatearlo? Pero
no nos detendremos ahí, en esta ocasión lo que queremos observar son las posibilidades
de una izquierda extraviada.
Acaso la figura más
representativa de esa izquierda esCuauhtémoc Cardenas,
que por algo no se le llama “líder moral” a nadie más como a él. Pero ha sido
así desde hace más de 20 años. Los tiempos han cambiado y no parece asomarse
nadie para ocupar el lugar de líder de la izquierda perredista (que, según el
padrón, es la más fuerte). Ahí la razón de su estancamiento.
Figuras jóvenes las
tienen, pero seguramente son más los vicios, los intereses y las pugnas entre
los distintos grupos que la integran que por eso están ahí, girando en el mismo
círculo. ¿O qué se ganó con el diálogo abierto de ayer entre Navarrete y Cárdenas? No
hubo un acuerdo en nada, por el contrario, el ingeniero salió evaluando su
permanencia en el partido que fundó hace 25 años. Con él fuera, ¿cuál sería el
futuro del PRD?
No están en su mejor
momento y cualquier paso en falso le representa una ventana de oportunidad a AMLO, y él más
que nadie debe estar disfrutando el momento que vive el PRD: habría logrado
fracturar inevitablemente a una izquierda que le estorba, una izquierda que lo
dejó despechado porque no lo llevó a la Presidencia en dos ocasiones. Así de
grande también el ego de este personaje. Pero el PRD tiene también esa
oportunidad única para sacudirse: para refundarse o refundirse...
ADDENDUM URGENTE. Al momento en que se
escriben estas líneas, Cuauhtémoc Cárdenas renunciaba al PRD. Mañana le
seguimos...
Excelsior
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