PROSA APRISA
Arturo Reyes Isidoro
Apenas el miércoles pasado rindió su tercer informe de labores y si tal vez
Miguel Ángel Yunes Linares no se le hubiera atravesado en su camino, la
magistrada Irma Dinorah Guevara Trujillo hubiera sido reelegida ayer para un
nuevo periodo como presidenta del Tribunal de lo Contencioso Administrativo.
Son de esas injusticias de la justicia condimentadas con ingrediente
político.
La aparición de Miguel Ángel en el informe de la magistrada se tomó -y así
se manejó en la prensa- como una sorpresa cuando no lo era: por lo que leí y
advertí, se ignora que el ex candidato panista a la gubernatura fue, en el
siglo pasado, siendo muy joven, presidente del entonces Tribunal Fiscal del
Estado, antecedente del ahora Tribunal de lo Contencioso Administrativo.
El oriundo de Soledad de Doblado asistió, así, no tanto porque fuera un
invitado especial de la magistrada, como se publicó en algunas columnas
periodísticas, sino en calidad de ex titular de ese órgano judicial, como
acudieron otros más.
No tenía, pues, nada de raro ni de especial.
Pero... pero acosado por la prensa, como siempre ocurre donde se presenta,
el oriundo de Soledad de Doblado, aunque estuvo reticente a ventilar la
exhibida que le pegaron a él y a su hijo mayor por sus nuevas mansiones
construidas en Boca del Río, que merecieron incluso espacio en la prensa
nacional, ante la insistencia de los chicos de la grabadora terminó arremetiendo
contra el gobernador Javier Duarte de Ochoa, a quien responsabilizó de haber
filtrado la información.
Pero la Maestra Guevara Trujillo no tenía nada que ver con el pleito
político y pagó ayer los platos rotos.
Qué coincidencia. Sus
compañeros ya no votaron por ella. Eligieron, que coincidencia, a un magistrado
de Coatzacoalcos, a Gilberto Ignacio Bello Nájera, quien estaba en la Sala
Regional Unitaria Zona Sur.
De no ser porque ella es magistrada vitalicia, a lo mejor hoy hubiera
amanecido como una litigante más.
Durante su asistencia al informe, Yunes saludó cordialmente a varios de los
invitados, secretarios de despacho y diputados locales priistas, entre otros, y
luego estuvo platicando animadamente con el ex dirigente estatal del PRI, Carlos
Brito Gómez, pues lo sentaron a su lado.
Ése día, al término del informe, Miguel Ángel se retiró discretamente y ya
no acudió al desayuno que se ofreció a los invitados.
Ahora, el temor es de todos quienes lo saludaron o platicaron con él, pues
piensan que los pudo haber besado el diablo y que el frío de este invierno, que
ya vivimos aunque oficialmente empiece el día 21, se pueda prolongar por el
resto del sexenio.
Si no ocurre otra cosa, Yunes Linares será diputado local plurinominal en
la manada legislativa que viene.
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