ALEJANDRO VILLARREAL
RÍO BLANCO, VER.- Más cabezas podrían rodar en el hospital regional de Río Blanco, luego de que las cuentas que dejó el anterior director de este nosocomio Rafael deJesús Picasso Figueroa , no cuadran, por lo que el equipo de trabajo que dejó, podría salir despedido de su trabajo.
José Luis Monterd Real , quien funge como administrador de este nosocomio, ha sido llamado decenas de veces a la capital del estado para explicar, qué clase de instrucciones recibía del ex director y a donde se iban los recursos que ingresaban a este hospital, hasta el momento este funcionario ha intentado solventar observaciones que se han hecho en cuanto a números rojos en este centro de trabajo dependiente del sector salud; el mencionado servidor público aclara que llegó después de Picasso Figueroa y sólo recibía instrucciones de este directivo.
Además de no cuadrar las cuentas en esta administración, las quejas en contra del personal de este hospital continúan fluyendo; ejemplo de esto son los señalamientos en contra de Olivia Vargas Gómez Jefa de Trabajo Social, quien de manera déspota sigue tratando a los familiares de los pacientes que llegan a preguntar por sus enfermos, o que de alguna forma solicitan la condonación o descuento de sus pagos.
Esta mujer no es la única empleada que se desquita con las personas que con todo y su pena llegan a pedir información o a pedir descuentos; aunada a ella, es señalada otra mujer de nombre Jazmín Gallardo, Jefa de Servicios Generales, quien ostenta una representación que inventó Picasso Figueroa, toda vez que no es necesario este puesto en el organigrama de este hospital, sin embargo esta mujer se ha convertido en el foco de inconformidades y críticas por parte de los empleados de este lugar; los trabajadores no han hecho señalamientos textuales o directos en contra de esta persona debido a que temen que haya represalias, puesto que ella se dice amparada por la dirección de dicho nosocomio (se desconoce si la actual directora solape este tipo de acciones).
En la lista del equipo de Picasso Figueroa, figura nada más ni nada menos que Alejandro Pimentel, Subdirector médico del hospital quien era el verdugo en contra de la base trabajadora, es decir, es quien ejecutaba las órdenes de Rafael de Jesús Picasso al pie de la letra, por lo que mediante su cargo, también se habría convertido en el terror de muchos de los trabajadores y la dulce persona cuando se trataba de engañar a familiares de los pacientes.
Este servidor público, incluso habría girado instrucciones a varias jefaturas de departamento para sancionar de manera severa a trabajadores, a quienes amagaban con levantarles actas administrativas si no se hacían las cosas como ellos querían; claro, estando detrás el ex director.
Ejemplo claro es el departamento de cocina en donde la señora Eulalia López Luna sigue haciendo de las suyas amenazando a empleadas de este lugar con hacerlas trabajar más de los horarios establecidos o llamar al departamento jurídico si es que no se hacen las cosas como las ordena, como si estuviera en una empresa privada.
Todo lo anterior que se expone ante la opinión pública es para esperar la reacción de la actual directora del hospital Minerva Junco, quien al parecer está esperando estabilizar la situación que le dejó su antecesor y posteriormente cambiar a las personas antes mencionadas y que se consideran el equipo de trabajo de Picasso Figueroa, jactándose de que nada les pasará, porque Junco González desconoce cómo se manejan las cosas en este lugar, pero desconocen de la experiencia de la actual directora quien en su momento hará el saneamiento de quienes son incondicionales del anterior director.
FUENTE: ORIZABA EN RED
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