MEXICO, D.F.- La estrella en la lista de candidatos a diputados plurinominales del PRI, Carmen Salinas, habló ayer de casi todo, menos de sus prioridades legislativas y de los escándalos que rodean a ese partido.
Sentada en la segunda fila, la actriz Carmen Salinas se apersonó con un vestido rojo encendido y aretes con piedras brillantes para rendir protesta como candidata plurinominal para la Cámara de Diputados.
Colocada en una posición privilegiada para ocupar una curul sin hacer campaña, confesó que ni siquiera sabe a qué va a San Lázaro
“Pues no sé, a ver qué hago hija”, respondió la actriz, durante la conmemoración por los 86 años del PRI.
- ¿Cuál sería su primer proyecto de ley?, se le inquirió.
- “No tengo ningún proyecto todavía hijito”, confirmó.
Rodeada de medios, la candidata respondió a la mayoría de las preguntas. Aseguró que Hollywood es hoy la cuna del “cine mexicano” y que, en el tema del aborto, la mujer es dueña de su cuerpo.
Sin embargo, no quiso hablar de los casos de corrupción que rodean al Gobierno del Presidente Enrique Peña Nieto.
“No, de eso no te voy a opinar hijita, de eso no, porque también mi casa está pintada de blanco”, respondió mientras caminaba y soltaba una carcajada al finalizar la 32 sesión del Consejo Político Nacional.
Minutos antes, el líder de la Red Jóvenes por México, Christopher James Barousse, ya se había encargado de recordar a los abanderados del tricolor los pendientes que tiene hoy el Gobierno peñista.
“Más del 50 por ciento de nuestros compatriotas aún viven en pobreza; la discriminación, la intolerancia, el bajo crecimiento económico, el desempleo, la deserción escolar, la impunidad y sobre todo la corrupción, siguen siendo tareas pendientes”, soltó, provocando sorpresa en el rostro de Emilio Gamboa, coordinador del PRI en el Senado.
El también candidato a diputado no se detuvo ahí.
Aprovechó para advertir a los candidatos que las viejas mañas ya no son suficientes para ganar una elección.
“Los aspirantes a puestos de elección popular que creen que ganarán los votos con las prácticas de la torta, la matraca, el acarreo, la despensa, estamos muy equivocados”, sentenció.
“Porque nos encontramos en un escenario de electores críticos que repudian la mentira, que repudian la corrupción”.
Joaquín Hendricks, secretario técnico del Consejo Político también fue crítico.
Reconoció que hay una crisis de confianza de la que el PRI es corresponsable y hasta pidió no ufanarse de triunfos electorales que pueden resultar pírricos.
“Nuestros adversarios nos quieren ver tropezar”, alertó.
La candidata al Gobierno de Nuevo León, Ivonne Álvarez, también se refirió a los contendientes con los que el PRI peleará en las urnas en junio próximo.
“Este ejército priista esta listo. Vamos a ganar sin meterle el pie a nadie, sin guerra sucia, porque en el PRI no la necesitamos”, dijo la también abanderada del PVEM, partido que acumula el mayor número de denuncias acusado de violentar la equidad de la elección.
En la zona VIP del Consejo Político Nacional, donde rindieron protesta los más de 2 mil candidatos para la contienda de electoral, estuvieron presentes algunos de los Gobernadores más cuestionados del País.
Acudieron el coahuilense Rubén Moreira, quien ha sido cuestionado por su deuda pública millonaria; el chihuahuense Cesar Duarte, señalado por la compra de un banco; y el tamaulipeco Egidio Torre Cantú, cabeza de un estado azotado por el narcotráfico.
Aunque el tricolor ayer no mostró músculo, ni lanzó papelitos tricolores para la ceremonia, sí invitó a su candidata estrella: “La Corcholata”.
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