13 de marzo de 2015

OFENDE A TODOS

-¿les dirá solo el clásico “aquí no pasa nada” o también les hablará de los frutsis y los pingüinos?
Por Andrés Timoteo

La columna escrita hace unos días por el periodista Carlos Loret de Mola en la que dio cuenta de la mofa que hacen los hombres cercanos del copetón Enrique Peña Nieto sobre Javier Duarte de Ochoa es verdaderamente ofensiva para todos los veracruzanos. Obviamente, las burlas en torno al timbre de voz del cordobés y de su administración deben ser verídicas porque si hay alguien cercano al poder es Loret de Mola, tan privilegiado con derecho de picaporte e informaciones de primera mano en Los Pinos. Y porque se les atribuye veracidad es que aumenta la indignación popular. Claro, importa un comino el desprecio que tengan por Duarte de Ochoa o el pitorreo que hacen de sus taras y sus respuestas cuando se le requiere sobre el tema de seguridad pública -¿les dirá solo el clásico “aquí no pasa nada” o también les hablará de los frutsis y los pingüinos?- sino que la molestia es porque a sabiendas del desastre en el que tiene al estado no hagan algo para ayudar a los ocho millones de habitantes que padecen a tan ineficiente funcionario. La tragedia que viven los veracruzanos baja duartismo solo le provoca risas y chistes a Peña Nieto y sus cercanos aun cuando ellos tienen la capacidad para poner orden en Veracruz. En Los Pinos se concretan a carcajearse de un gobernante fallido pero no mueven un dedo para llamarlo a cuentas. Eso es indolencia, irresponsabilidad y cinismo. Por eso la columna es indignante y ofensiva porque demuestra en Los Pinos si bien solo le dan a Duarte de Ochoa el estatus de un bufón que los divierte, nada hacen para evitar que siga jorobando a los veracruzanos. En Veracruz no se ríen, lo sufren.


BONOS A LA ALZA
En un tema relacionado, n es un secreto para nadie que el senador priísta José Yunes Zorrilla aumentó su bono de aceptación, no solo entre los militantes del tricolor sino en el imaginario colectivo, tras su distanciamiento con ese mismo gobernante. Es un fenómeno que no debe pasar desapercibido porque el peroteño comprobó lo que muchos le habían anticipado: la mejor publicidad y la mejor vía para que la ciudadanía lo mire con simpatía es la distancia con Duarte de Ochoa y el resto de los fidelistas. Los veracruzanos están hartos de ellos y les urge echarlos de palacio de gobierno. Ahora, Yunes Zorrilla debe capitalizar los resultados de ese alejamiento, aunque hasta el momento solo sea mediático. El senador lo ha dicho abiertamente que esos actos fueron para mantener la congruencia y marcar “un estilo distinto” del cordobés, es decir, que la gente no lo vea como otro igual. Interesante caso porque una situación de este tipo tenía mucho tiempo que no se daba en el escenario político de Veracruz. Es más, se puede decir que podría alcanzar lo inédito si Yunes Zorrilla decide mantener esa congruencia, declararse en rebeldía y repudiar al gobernante en turno que la ortodoxia partidista considera como el “primer priísta” de la entidad. La posición de Yunes Zorrilla podría fracturar totalmente a la militancia priísta y aún más, hacer que una parte importante de esa militancia lo respalde si decide pasar de la distancia al enfrentamiento directo. Al menos eso es lo que indican los sondeos. Claro, el asunto no es que el peroteño abandone el tricolor para irse a otro partido o recurra a la figura de candidato ciudadano –algo que no estaría mal- sino que él podría obligar a que desde el altiplano se ponga orden tanto en el priísmo local como en la administración estatal, y se someta de una vez por todas a los duartistas y fidelistas, se les corten las uñas y les limen los colmillos. En fin, Yunes Zorrilla gana simpatías y solidifica un liderazgo que podría convulsionar al todo el PRI veracruzano si es que mantiene esa congruencia que dice defender, y muchos anticipan que podría convertirse en el interlocutor directo entre el tricolor local y la federación pues ni Duarte de Ochoa y ni mucho menos su antecesor, el innombrable, son bien vistos en la capital del país. Es la oportunidad que tiene Yunes Zorrilla y que no debe desperdiciarla negociando con el duartismo porque en realidad éste ya no tiene nada que ofrecer. Lo único que provoca son carcajadas, ya lo dijo Loret de Mola.

¡HEIL HEITLER!
Todos los que en el 2013 saltaban de gusto con la llegada de Sara Ladrón de Guevara a la rectoría de la Universidad Veracruzana (UV) ahora siguen saltando pero de decepción y rabia porque la señora salió toda una ficha. No solo colocó a la universidad al servicio del gobierno estatal y del Revolucionario Institucional –como lo hicieron sus antecesores Raúl Arias Lovillo y Víctor Arredondo- sino que se dedicó a perseguir a catedráticos, investigadores y estudiantes críticos de su gestión. A los trabajadores sindicalizados también les declaró la guerra para poder excluirlos y saturar la nómina universitaria con recomendados –compadres y amigos-. Para ello tiene dos operadoras que también hacen los enjuages y negocios con el presupuesto universitario. Ellas son n Clementina Guerrero García y Leticia Rodríguez Audirac, que ocupan las secretarías de Administración y Finanzas, respectivamente. Mujeres dictatoriales que sin miramiento atropellan los derechos sindicales y estudiantiles con tal de ejercer un manejo patrimonialista de la institución. No obstante, lo peor del asunto es que la señora Ladrón no es quien manda en la UV sino que hay un rector de facto: su esposo Guillermo Heitler Aroeste, actual asesor del gobernador de Puebla, Rafael Moreno Valle en cuestiones de prospectiva, comunicación e imagen pero que en la casa de estudios es el verdadero mandamás. Decide sobre el presupuesto, las acciones y los planes d estudios. Supervisa y aprueba los comunicados de prensa y califica todo convenio a suscribir con otras instituciones. El conyugue de la señora Ladrón también decide quién debe sobrevivir en la UV y quien debe ser perseguido. A cuál académico se le debe premiar y a cuál se tiene que acosar y reprimir. Ilegal e indebidamente pues no tiene nada que hacer en la UV, el señor mete las narices en todo y mantiene un régimen dictatorial, casi nazista, de acoso y terror contra los enemigos del rectorado. El individuo le hace honor a su origen alemán y nada más falta que exija a la plantilla de profesores y empleados administrativos que cada vez que lo vean, lo honren con el saludo clásico: ¡Heil Heitle

FUENTE: NOTIVER

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