El PRI está desesperado. El PAN está
desesperado. Los que se sienten dueños del país están
desesperados. Y muy, muy muy pero muy preocupados.
Y
reaccionan como fieras. Como
animales salvajizados por el dinero y la corrupción.
Primero intentaron relacionar a
Andrés Manuel López Obrador con Javier Duarte: “le daba dinero, le daba dinero”
Absurdos
y desesperación.
Después montaron videos donde,
una supuesta “recaudadora” (la ex panista Eva Cadena) le llevaba miles y miles
de pesos a AMLO.
Absurdos y desesperación.
El
cinismo y la impotencia mezclados: el presidente del PRI pidiendo que investiguen a AMLO por
corrupción y posible “¡narcotráfico!”
Absurdos y desesperación.
Hoy, en
el Estado a México, a unas cuantas cuadras de una plaza donde López Obrador
celebrará un mitin con Delfina Gómez (la seguramente próxima gobernadora del
Estado de México), gente
del PRI y el PAN montaron una corona fúnebre, quemaron un auto y pusieron una
manta con una amenaza a AMLO de una supuesta célula del crimen organizado.
Absurdo, desesperación: tienen
terror.
Seguramente pronto saldrán los
del PRI y los del PAN a mencionar que se debe investigar a AMLO por sus
vínculos con el crimen organizado.
Absurdo.
Absurdo. Absurdo.
Que
quede claro, ellos están preocupados, el PRI, el PAN y los que se sienten
dueños del país. Están
muy preocupados. Estresados. Pero ya es tiempo de que acepten su derrota. Ya es
tiempo de que se vayan. De que se larguen. Le han hecho mucho daño al país.
Mucho. Inmenso.
Si algo
le sucede a AMLO, son ellos los culpables, el
PRI y el PAN. No se atrevan.
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