Emir Olivares Alonso
Periódico La Jornada
Martes 25 de junio de 2013, p. 12
Martes 25 de junio de 2013, p. 12
La corriente estaba ligada al fascismo en los años 30, dicen
La historia fundacional del
Partido Acción Nacional (PAN) está vinculada a la ultraderecha radical,
corriente que a finales de los años 30 del siglo pasado (época de su fundación)
estaba ligada al fascismo.
Así
lo aseveró en entrevista con este diario Jorge Márquez Muñoz, coordinador del
área de Estudios de Gobernanza y Globalización de la Facultad de Ciencias
Políticas y Sociales de la UNAM, y quien ha realizado estudios sobre el
blanquiazul, a propósito del ensayo de Rafael Barajas, El Fisgón, sobre la raíz
nazi de ese instituto político, publicado el 9 de junio en el suplemento La
Jornada Semanal.
Al
respecto, el académico universitario señaló que si bien los fundadores de PAN
no necesariamente simpatizaban con los postulados de Adolfo Hitler o de Benito Mussolini,
la derecha panista tuvo una filiación más cercana a Francisco Franco.
Se
trataba de una derecha que luchaba contra el presidente Lázaro Cárdenas, una
derecha profranquista, con una liga sobre todo por la influencia de la Iglesia
católica, y cuyas fuentes más radicales hicieron base durante la guerra
cristera (1926-1929). Ese es el origen del PAN y sus nexos con la derecha
radical.
En
sus primeros momentos, el blanquiazul surgió como contrapeso de las ideas y
políticas liberales y progresistas del ex presidente Lázaro Cárdenas.
Hay
que pensar en hechos claves como la expropiación petrolera (concretada en 1938,
un año antes de la fundación del PAN), donde varias empresas extranjeras y
algunas mexicanas fueron expropiadas, y uno de los fundadores panistas, Manuel
Gómez Morín, fue el abogado para la defensa en este caso de varias de estas
compañías, como El Águila.
Márquez
Muñoz destacó que la defensa legal que Gómez Morín realizó de los intereses
extranjeros representa la más clara expresión anticardenista de los futuros
panistas, expresada no sólo en los proyectos sociales, sino también en la
concepción del capitalismo y de cómo debía darse la inversión del capital
extranjero.
Con
el paso del tiempo –explicó el académico– los panistas han modificado los
principios radicales de su fundación, entre otras razones por la derrota del
fascismo y porque la mayoría de los mexicanos no simpatizaron con esas ideas.
“Una
cosa era ser facho (síncopa de fascista) antes de la Segunda Guerra Mundial, y
otra cosa significaba serlo tras saber lo que Hitler hizo en los campos de
concentración. Era algo que daba mucho desprestigio, por lo que el PAN buscó
acomodos, aunque sin perder algunos principios, en particular los relacionados
con la Iglesia católica e ideas muy retardatarias en cuanto a derechos
sociales, como el discurso de oposición radical sobre el aborto.”
Sin
embargo, planteó, existe una de las corrientes dentro del PAN, el Yunque,
radicada sobre todo en el Bajío mexicano, que aún expresa posiciones radicales
de derecha. Mientras al menos hay otros dos grupos dentro del partido: los
calderonistas y los maderistas.
En
cuanto a la exaltación que las administraciones federales panistas de Vicente
Fox y Felipe Calderón realizaron de los fundadores de su partido, el experto de
la UNAM indicó que se necesitaba generar una mitología propia, pues al no haber
sido gobierno ni haber estado del lado de las grandes causas sociales,
necesitaban crear sus propios mitos y héroes. Y aprovecharon que muchos de esos
personajes tuvieron trayectorias políticamente destacadas, como el propio Gómez
Morín, quien pese a su lado oscuro construyó la base de muchas instituciones
nacionales, como el acta constitutiva del Banco de México.
Para
el académico universitario, tanto en el PAN como en el resto de los partidos
políticos es necesario el conocimiento de su historia y una autocrítica de la
misma para transformar los pasajes no favorables.
Nota de la jornada
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