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Reza
el adagio popular que cada quien habla según cómo le va en la feria, y tras el
aluvión de votos del domingo pasado donde varios fueron arrasados por el
hartazgo ciudadano, los principales partidos políticos de oposición aceptaron
los resultados electorales del primero de julio, pero advirtieron al gobernador
electo, Cuitláhuac García Jiménez, que serán vigilantes del cumplimiento de sus
promesas de campaña. Durante la sesión del Consejo General del Organismo
Público Local Electoral, OPLE, en la que se validó la elección para gobernador
del estado y se entregó la constancia de mayoría al candidato ganador, los
representantes de partidos políticos destacaron la alta participación
ciudadana. Leslie Mónica Gariba, representante de Morena, afirmó que la
voluntad ciudadana ha dicho basta a la imposición de sus gobernantes y decidió
su futuro de manera libre. “Nuestro objetivo es lograr un cambio verdadero, que
se garantice a todos que tengan vida digna con derechos plenos, que se realice
la justicia, se viva sin temor y no haya exclusiones ni privilegios” y agregó
que la voluntad ciudadana ejercida de manera libre ha sido contundente: la
soberanía popular debe ser del pueblo y para el pueblo.
Y señaló que los
ciudadanos no permitieron les fuera arrancado su sueño y futuro. Por su parte,
con un tono doctrinal, Eligio Castelán, representante del PAN, partido que no
logró refrendar su triunfo de 2016, presumió que son unos demócratas que saben
que la derrota tiene la dignidad que la victoria no conoce, por lo que les tocó
aceptar que el resultado no les favoreció. En ese sentido, dijo que para los
panistas ganar una elección o perderla no compromete la vida de su partido,
pues afirmó que no sólo buscan votos, sino mover almas y por eso nunca les faltarán
motivos espirituales (aunque su dirigente estatal, el empresario Pepe Mancha,
ha movido algo más que almas en lo que va del bienio con los millonarios
contratos recibidos del gobierno del cambio revelando motivos bastante
terrenales). Como fuera, el representante del PAN dijo que serán una oposición
responsable, vigilante y constructiva que buscará siempre el bien común (de la
familia Mancha, le faltó decir).
A su vez, el representante del PRI, Marco
Antonio Aguilar Yunes dijo que la elección del domingo primero de julio fue
reflejo del sentir de un pueblo y de la voluntad de un cambio. “Estamos ante un
hecho inédito al vivir dos transiciones en menos de dos años” y afirmó que
ahora les toca vigilar que la esperanza depositada en las urnas sea satisfecha
y que no se llegue a la improvisación. Aseguró que se está en una época en la
cual deben desear éxito a quien debe gobernar, pero también exigirle
resultados, pues recordó que el PRI es un partido que construye y que no
destruye (Y si no que le pregunten al ex gobernador Duarte, que en seis años
logró construir una fortuna a costa de llevarse a su partido entre los pies).
Por último, el representante del PRD, el demócrata Fredy Marcos Valor se aventó
la puntada de decir que el pueblo está en su derecho de equivocarse al haber
votado por Morena. “Y si el pueblo se equivoca está en su derecho y nosotros
debemos respetarlo si este fuera el caso”.
De paso, el contlapache del ex
dirigente estatal del PRD y actual Secretario de Gobierno, Rogelio Franco, negó
que los ciudadanos sean fuente de todas las virtudes y los políticos (sobre
todo los surgidos de su partido) manantial de todos los males, pues estos –
dijo a manera de justificación – solo son el reflejo de la sociedad de la que
emergen. Vaya concha.
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