GIBRÁN RAMÍREZ REYES
26.08.2019/02:12
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El registro del que ahora malvive el PRD es el del viejo Partido
Comunista, el mismo que se logró con la apertura de 1977, una conquista que
permitió que la búsqueda del proyecto histórico en pos del “Poder Obrero
Democrático”, el socialismo en libertad y la revolución democrática impulsados
por un grupo comandado por Arnoldo Martínez Verdugo, se dirimiera también en
las urnas. Es un registro que costó sangre, que avanzó con trabajos y que fue
después del uso del Partido Socialista Unificado de México y del Partido
Mexicano Socialista, para terminar el proceso de unidad en el PRD, cuyos
principios recogieron ese proyecto histórico de manera mucho más tenue. Será
ahora el registro que usurpe Futuro 21, una banda de traficantes de poder sin
proyecto ni horizonte.
Queda el consuelo de que es solo un registro, una concha tripulada por
parásitos que hace mucho no tiene vida. La fuente de la metáfora puede
encontrarla cualquiera en internet: hay ciertos parásitos, leucochloridiumse
llaman, que los caracoles ingieren, con el resultado de que los consumen
lentamente, hasta que pierden control de sí mismos, se convierten en zombis sin
cerebro que se mueven y llaman la atención, para ver si le resultan atractivos
a alguien, para ingerirlos, y que sigan su ciclo y se reproduzcan. (Puede verse
aquí https://verne.elpais.com/verne/2019/08/14/mexico/1565810359_630389.html). Es lo que pasó
con el proyecto histórico de la izquierda mexicana en el PRD. El talamantismo y
otras corrientes oportunistas pagadas por el PRI para simular ser oposición,
representado por los hermanos Ortega y Carlos Navarrete, aprendió muy pronto
que era un buen negocio ganar perdiendo. Ganaban plurinominales, dinero,
puestos burocráticos, un lugar en la mesa. Así, Jesús Ortega operó con ayuda de
Felipe Calderón un fraude contra Alejandro Encinas en 2008 para conseguir la
presidencia del partido. Así, gestionaron el Pacto por México, traicionando a
todo el electorado que había votado por AMLO y no por las burocracias
partidistas.
¿Qué es Futuro21? Falsa izquierda de representación proporcional. La
abyección de Los Chuchos combinada con el racismo de Quadri
—el que dijo que Guerrero, Oaxaca y Chiapas son una carga que impide el
desarrollo—, aderezada con la falsa autoridad moral de José Narro —el priista
que dejó florecer el porrismo en sus gestiones como secretario general de la
UNAM—, salpimentada con las reivindicaciones protofascistas de Beatriz Pagés o
el proceder cuestionable de Jesús Zambrano, acusado por más de uno de vender la
candidatura a la alcaldía de Iguala a José Luis Abarca; es un hatajo de
políticos en desgracia, resentidos y derrotados que no tienen una sola idea
fuerza, un proyecto político positivo, que aspiran a ser oposición a todo lo
que el gobierno de Morena impulse y conservar un registro que les permita
mantener su costumbre de vivir de la política y no para la política. Permítanme
la cursilería de resumir parafraseando a Aute: son reptiles al acecho de la
presa, negociando en cada mesa ideologías de ocasión; son mensajeros de la más
parásita ambición; son mercaderes, traficantes, que más que náusea dan tristeza
y que no rozaron ni un instante la belleza de ideal alguno.
@gibranrr
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