¿SILENCIO COMPLICE DE UN SUPUESTO REPRESENTANTE DE DIOS? |
Por Miguel Angel Gutierrez
LEON, México (Reuters) - En medio de la visita del Papa Benedicto XVI a México se hicieron públicas el sábado nuevas revelaciones sobre abusos del padre mexicano Marcial Maciel, mientras víctimas lamentaron que sus peticiones para reunirse con el pontífice no hayan tenido eco.
Benedicto XVI inició el viernes la primera visita en sus siete años de pontificado a México, en momentos en que va en descenso el número de fieles en un bastión clave para la Iglesia.
La fe católica en la segunda nación con más creyentes después de Brasil se ha visto disminuida entre otras cosas por el escándalo de Maciel, quien abusó sexualmente por décadas de seminaristas y llevó una doble vida.
El sábado fue presentado el libro "La voluntad de no saber", basado en más de 200 documentos que provienen de archivos confidenciales del Vaticano que demostrarían que la Santa Sede tuvo conocimiento de los abusos de Maciel y de su adicción a un analgésico derivado de la morfina desde la década de 1940.
"La idea es demostrar que el Vaticano, que el cardenal Ratzinger, que la Iglesia sabía sobradamente acerca del caso", dijo José Barba, uno de los autores, en un video durante la presentación del libro en la ciudad de León, en el central estado de Guanajuato, donde realiza su visita el Papa.
Barba, uno de los ex seminaristas que sufrió abusos, sostiene que Joseph Ratzinger, actual Sumo Pontífice y entonces prefecto de la Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe, disponía de información para iniciar un proceso contra Maciel desde 1998, cuando ex legionarios presentaron una denuncia canónica en su contra.
Maciel, uno de los favoritos de Juan Pablo II y fundador de Los Legionarios de Cristo, fue enviado por la Iglesia en el 2006 a una vida de penitencia y encierro, pero sin haber enfrentado a la justicia y cobijado por el imperio económico que formó con las donaciones de familias millonarias mexicanas.
El libro incluye copias de cartas que hace décadas enviaron al Vaticano sacerdotes o seminaristas, entre otros miembros de la Iglesia, pidiendo que se investigara a Maciel, quien falleció en el 2008.
Un documento, por ejemplo, es una carta en 1979 que el Obispo de Rockville Centre, New York, John McGann, dirigió a un alto representante del Vaticano en Estados Unidos citando denuncias de un legionario sobre "serias dudas sobre la estabilidad del padre Maciel".
UN DERIVADO DE LA MORFINA
En otra carta, que data de 1954, se describe con detalle la forma en que Maciel se inyectaba un derivado de morfina.
"Con documentos irrefutables y contundentes el libro nos muestra la secrecía (sic) que existe en la curia romana, que no solamente conoció las patologías de Maciel sino las toleró y las protegió", dijo Bernardo Barranco, un investigador sobre religiones que escribió el prólogo del libro.
Al hablar del tema, el padre mexicano Jorge Martínez, de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), dijo que hay investigaciones de la Santa Sede que se mantienen en secreto porque involucran a personas en asuntos delicados.
"Si el Vaticano ha mantenido muchos archivos en secreto es por razones de respeto y privacidad", dijo Martínez a Reuters. "Cuando un asunto se hace público es por que ya se investigó, porque ya se comprobó", agregó.
El Sumo Pontífice fue recibido el viernes por decenas de miles de entusiastas católicos en Guanajuato, a los que prometió rezar especialmente por quienes sufren a causa de la violencia del narcotráfico, que ha matado en el país a más de 50,000 personas desde el 2007.
En su agenda de actividades, el Papa no tiene programado un encuentro con víctimas de abusos de Maciel y otros padres, quienes lamentaron la negativa a ser recibidos.
Jesús Romero, de la Red de Sobrevivientes de Abusos Sexuales de Sacerdotes (SNAP, por sus siglas en inglés), se preguntó por qué el Papa no se reunirá con las víctimas, cuando en otros países como Estados Unidos o en Europa ya lo hizo.
"Solicitamos una audiencia esperando que nos atendiera como lo ha hecho con otros víctimas en países que ha visitado, recibimos una negativa, dijeron que ninguna víctima se acercó a ellos, es una mentira para proteger a sacerdotes abusivos que siguen activos", dijo.
Romero fue víctima de abusos sexuales de un sacerdote cuando tenía 11 años.
(Reporte adicional de Mica Rosenberg y Philip Pullella, Editado por Juana Casas)
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