por Lilia Baizabal
"¡Contra la injusticia y la impunidad! Ni perdón ni olvido." Bertolt Brecht
Los que hacen el mundo peor son las personas cobardes que proclaman la igualdad en la sociedad por todas partes, el compartir la riqueza pero que cuando ven en el metro como un carterista roba la cartera a alguien simplemente piensa: “no es mi problema, que cada uno mire por lo suyo”. Que cuando saben del asesinato de otra persona, sea periodista o no dicen: “se lo buscó”. La pregunta sigue en el aire, ¿hasta cuándo finalizará la ola de asesinatos en el estado de Veracruz?
La Procuración de Justicia en Veracruz, continúa sin resolver los casos de homicidios de 9 periodistas, fotógrafos y la desaparición de otros en estos dos años. No obstante, se registró esta semana, la muerte de un personaje que aunque no era periodista como tal, era primo del ex gobernador Fidel Herrera, Edgar Hazz Herrera.
La víctima, era político. Le gustaba escribir y colaboraba como columnista del periódico local Nueva Imagen Informativa que se edita allá en el municipio de José Azueta, Sur del estado de Veracruz.
El señor no era comunicador de profesión, sino ingeniero. Nunca trabajó en forma en medios de información, como los otros colegas asesinados que desde siempre se dedicaron a escribir, a reportear a investigar, a tomar fotografías.
Narrar sus anécdotas era para Hazz Herrera uno de sus pasatiempos. Sin embargo, no realizaba una actividad periodística crítica o de denuncia que digamos pudo haberlo puesto en la mira de los que se han sentido incómodos o traicionados, según han insinuado funcionarios de la procuración de justicia que hasta ahora, han culpado a los periodistas muertos “de haber tenido presuntos nexos o hasta de ser responsables de los asesinatos de otros colegas”.
En Nueva Imagen Informativa, Hazz Herrera acostumbraba publicar una vez por semana una columna de nombre “Ecos del Tesechoacan” en la que abordaba temas sobre sus actividades en la política ya que era militante del PRI y recién había concluido su actividad vocero del DIF municipal de José Azueta.
El 16 de noviembre que ingresó a las redes sociales, el señor relató sus peripecias de esos días. Quién lo iba a decir. Cuatro días después, el 20 de Noviembre, medios de comunicación del Sur de Veracruz, narraban sobre el asesinato de este singular personaje pariente de la familia Hazz Diez, propietaria del diario Crónica de Tierra Blanca.
La subprocuraduría de justicia de Cosamaloapan abrió la averiguación previa215/AZUE/2012, no obstante, guardaron absoluto hermetismo. El silencio imperó sobre el hecho y no fue hasta que familiares lo denunciaron como trascendió a la opinión pública.
Los pobladores del municipio de José Azueta, se encuentran consternados por la noticia ya que Edgar Hazz era un personaje muy conocido, amiguero y hasta donde se supo, no tenía enemigos ni había reportado alguna amenaza.
Edgar Hazz Herrera, sería asesinado en su hogar. Un cable de acero quemado fue utilizado para asfixiarle hasta causarle la muerte. Como ya se ha vuelto costumbre en estos casos, la información ha trascendido a cuenta gotas. La clase política del PRI en Cosamaloapan, también guardó absoluto silencio.
El Comité Estatal del PRI en el estado de Veracruz, tampoco emitió algún boletín informativo al menos para ofrecer el pésame a la familia de quien fue delegado de una fundación del citado partido en aquel municipio. Tierra que vio nacer al ex gobernador de Veracruz, Fidel Herrera Beltrán.
La organización Artículo 19, condenó el hecho y lamentó una vez más que los comunicadores en el estado de Veracruz, continúen en una grave situación de vulnerabilidad y que las autoridades no hayan encontrado los mecanismos de protección para garantizar la vida a los que ejercen su derecho a informar.
Lamentó que casos de violencia en contra de gente relacionada con medios de comunicación, no reciban la difusión necesaria y por el contrario “se operen de manera discrecional” pues muy seguramente, en este caso van a decir que el señor no era periodista y su crimen no podría estar relacionado con la labor informativa que ejercía desde su columna.
Lo preocupante es que los comunicadores en Veracruz continúan realizando su trabajo en un clima de particular vulnerabilidad. Días van y vienen y la falta de voluntad política de las autoridades responsables de Procuración de Justicia por esclarecer los crímenes permiten que continúe creciendo la lista de víctimas.
No terminan de convencer las pesquisas presentadas en torno al cobarde asesinato deRegina Martínez ex corresponsal del semanario Proceso y siguen registrándose nuevos hechos de violencia ahora en contra de personajes relacionados con la vida política del estado.
El asesinato de Hazz Herrera es importante. El hecho reviste especial interés no sólo porque colaboraba en algún medio de comunicación. El señor era pariente cercano del ex gobernador del estado Fidel Herrera Beltrán. Es decir, su muerte, representa un claro y contundente mensaje para un grupo político en particular. Así como los asesinatos de los periodistas lo han sido para el gremio en general.
Algunos podrían pensar que este nuevo homicidio, se incluye en la lista de los políticos del PRI, PAN, especialmente alcaldes, que han sido asesinados en estos dos años. ¿Quiénes?.Gregorio Barradas Miravete alcalde electo por el PAN, en el municipio de Rodríguez Clara. Marisol Mora ex alcalde también panista de Tlacojalpan. Nahún Tress Mánica ex alcalde priista de Villa Isla, así como su hijo Oscar Tress Pintado.
Pero no. Esa muerte sospechamos, no está relacionada con que pudo negarse a pagar un cantidad por protección o que fue producto de una venganza por algo que él haya hecho. Más bien creemos que quien la ordenó, quiso mandar un mensaje contra un grupo político en especial. ¿Por qué?. ¿Y para qué?.
Representa esta muerte, parte de la brutal descomposición entre la clase política que ha detentado el poder durante mas de 80 años en el estado. Cuántos hijos, parientes o políticos importantes más, deberán morir para que los funcionarios responsables de la Procuración de Justicia del estado, trabajen y frenen esta ola de inseguridad.
Se entiende que por tantos intereses creados entre funcionarios y grupos delincuenciales, muchos ciudadanos, así como las familias de los periodistas, no hayan recibido justicia en estos dos años. Sin embargo, ahora agredieron a un personaje cercano a políticos influyentes y empresarios dueños de medios de comunicación.
¿Continuará la misma impunidad?.
No nos extrañaría absolutamente nada que se cruzaran de brazos. Así justamente, como lo han hecho con todos los otros 9 casos de comunicadores asesinados y desaparecidos pendientes de resolver. Pensamos que aún les queda algo de vergüenza a los responsables de la Procuración de Justicia y tal vez por agradecimiento o lealtad a quienes les dieron los cargos donde están, harán algo para que este nuevo asesinato, no quede impune.
No faltarán las voces que enmarcarán este crimen en el contexto de los escasos resultados de rentabilidad política para un partido. Es mas, podemos adelantar que continuará el común denominador en la mayor parte de estos casos de asesinatos: mala investigación, la injerencia política por revanchas o traiciones. Y se preguntará, si esto ya está pasando entre ellos, qué más pueden esperarse los veracruzanos. ¡Agárrense!.