Escrito por Alfonso Elizondo
Aun cuando los grandes Estados del mundo tratan de ocultar la gran crisis del capitalismo actual al margen de sus ideologías, los expertos en finanzas que son autónomos: corredores, dueños de agencias financieras y estudiosos de la economía como Peter Shift, Yahoo Finance, Mike Larson, Weiss Money and Markets y otros más coinciden en que el sistema financiero actual funciona con un respirador artificial desde el 13 de septiembre del 2012 y de lo que se logre hacer en este año dependerá la economía de todo el mundo y de cómo funcionará el comercio, los commodities, además de los precios de los alimentos y de los hidrocarburos.
Todo el mundo dependerá de la solución que se dé con el respirador artificial denominado QE3 (Quantitative Easing 3) que consiste en una compra masiva mensual realizada por la Fed (La Reserva Federal de los EUA) de 40 mil millones de dólares de activos en manos de las Corporaciones Multinacionales. Pero el nivel de la crisis financiera era tan grave que la compra de los ‘derivados’ tuvo que aumentarse hasta 85 mil millones de dólares mensuales.
El objetivo de este operativo es el de salvar de la quiebra a las Corporaciones Multinacionales que dominan la economía mundial. Este nuevo plan de rescate QE3 es diferente de los dos anteriores denominados QE1 y QE2. El plan de rescate QE1 fue iniciado en noviembre del 2008 y finalizó en marzo del 2010, mientras que el QE2 se inició en noviembre del 2010, cuando se observó que la crisis persistía y finalizó en junio del 2011. Por desgracia, el QE3 iniciado en septiembre del 2012 no tiene fecha final ya que la crisis continúa.
Mientras que con los primeros dos planes de rescate la Banca de Inglaterra salvó a los Bancos Northern Rock y al Bear Stearns lo rescató la Fed mediante un préstamo multimillonario a J P Morgan y también logró salvar a las enormes inmobiliarias del Estado Fannie Mae y Freddie Mac, aunque dejó sin casas a quiénes tenían hipotecas con dichas empresas estatales. Cuando se derrumbó Lehman Brothers, los principales gobiernos capitalistas del mundo coordinaron esfuerzos e iniciaron un proceso de reacción en cadena que incluyeron las convocatorias a diversos foros mundiales y a las reuniones del G-20 para lograr la aprobación general de esas medidas de rescate.
Los rescates del QE1 y del QE2 fueron encabezados por la Fed y apoyados por todos los Bancos Centrales del mundo a diferentes ritmos y modalidades. Mientras el BCE (Banco Central de Europa) lo llevó a cabo con billones de euros, Japón y China lo hicieron con sus monedas equivalentes y se realizaron en forma pública las Cumbres Mundiales, como la de Davos, donde los principales líderes políticos se sacaron fotos para el público en general y presentaron grandes planes de ajustes que ocasionaron el crecimiento brutal de los índices de pobreza y de miseria, destruyendo las economías de grandes regiones y de infinidad de naciones.
A partir del 2007 comenzó el crecimiento desorbitado de la deuda de la Fed que se disparó a niveles inimaginables. Como visibles ejemplos de la destrucción de países y de regiones se conocen el caso de Grecia, el de España el de la región del Medio Oriente, toda la Europa Oriental e incluso en países desarrollados del G-7 donde aparecieron millones de personas que perdieron sus casas habitación, sus trabajos y sus niveles de vida descendieron brutalmente. Surgieron entonces movimientos políticos globales contra el capitalismo, como ‘los indignados’, ‘Occupy Wall Street’ y las revoluciones en el Medio Oriente con su epicentro simbólico en la Plaza Tahir del Cairo en Egipto.
Para el QE3 iniciado en septiembre del 2013 ya no se realizaron foros mundiales como en los dos planes de rescate anteriores, ni se convocó al grupo de naciones G-20. Fue entonces que la Fed, encabezada por Ben Bernanke realizó una de las operaciones más riesgosas que han existido en la historia del capitalismo emitiendo, en compañía de China, Japón, los BRIC’S y los países desarrollados una masa colosal de capital ficticio estimada en 60 trillones de dólares y se añadió a la ya existente distorsionando por completo la situación de la economía mundial actual.
El QE3 es una especie de respirador artificial para el capitalismo ya que tan solo para los Estados Unidos representa un promedio de 2833 miles de millones de dólares por día. De modo que las Bolsas del mundo, encabezadas por Wall Street se llenaron de felicidad y superaron todos los índices previos alcanzados antes de la crisis del 2007. Mientras las Corporaciones Multinacionales recibieron billones en créditos sin pagar intereses, al grado de que la agencia S&P alcanzó 1800 puntos, cuando jamás había llegado a 1700 en toda su historia.
Es obvio que el QE3 produce una visión falsa de la realidad y hace creer que el consumo popular ha repuntado, pero lo cierto es que la economía del mundo no ha crecido en los últimos 6 años. Europa está en recesión, China y los BRIC’S están a la baja y los Estados Unidos apenas alcanzó un leve repunte en el primer trimestre del 2014 debido a las enormes compras navideñas de fines del 2013.
En los hechos, el QE3 provoca más problemas que soluciones ya que una enorme masa de capital ficticio destruye la posibilidad de ganancia determinando que la tasa de interés esté en ceros desde hace más de 6 años. Una situación jamás visto en la historia del capitalismo. Todo se ha complicado, debido a que la solución real del problema sería desaparecer a las grandes empresas que quebraron hace años y ahora acumulan masas enormes de capital ocioso.
Además, dichas enormes masas de moneda sin respaldo en oro producen inflación y ésta va creciendo en todo el mundo. La realidad es que existe una desvalorización de toda la economía mundial que acumula enormes masas de papel moneda sin valor en los almacenes de los Bancos Centrales. El asunto se complica aún más cuando las Corporaciones Multinacional utilizan esos préstamos sin costo para especular con la compra de acciones de empresas alimenticias y de commodities generando un aumento en los precios de alimentos y de energéticos.
En consecuencia, las burbujas especulativas del QE3 pueden explotar en cualquier momento y llegar a ser más graves que las causadas por los ‘sub primes’ cuando se inició la crisis en el 2007. Es probable que si el QE3 continúa pueden explotar sus burbujas en cualquier momento, pero si se frena de repente se podría caer en la depresión. Por lo que la actual jefa de la Fed, Janet Yellen anunció a fines del 2013 que disminuiría el valor mensual del rescate de 85 mil millones de dólares a 75 mil millones de dólares para tratar de diferir el momento de la explosión final del sistema financiero actual.
Aunque los grandes jefes del capitalismo saben bien que tarde o temprano tendrán que salir del QE3, también conocen los riesgos políticos y sociales que existen al quitar el sostén financiero de las grandes Corporaciones Multinacionales y generar una crisis similar a la de los años 30′s que ocasionaron millones de personas desempleadas en todo el mundo y propiciaron las dos Grandes Guerras, la revolución rusa y el desarrollo del fascismo.
En síntesis, ahora existe una encrucijada para el capitalismo que mueve al mundo actual que nadie sabe cómo terminará o si seguirá así para siempre.
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