23 de noviembre de 2014

NI EN “SU TIERRA”

TEXTO IRREVERENTE

Por Andrés Timoteo
 
En menos de una semana el gobernante en turno, Javier Duarte de Ochoa, fue abucheado públicamente por deportistas y los espectadores de las competencias en los Juegos Centroamericanos y del Caribe. La última rechifla sucedió hace dos días en Córdoba, la que dice es su tierra,  durante la premiación de los ganadores de la justa de voleibol que se realizó en la llamada Arena Córdoba.
 
Allí, el funcionario ofreció un discurso en el que anunció que solicitará ante la Confederación Norteamericana, Centroamericana y del Caribe de Voleibol que la sede para la Copa Panamericana de Voleibol 2005 sea la Ciudad de los Treinta Caballeros, la cual cuenta con la infraestructura suficiente para recibir competencias de corte internacional. Además, afirmó que los Juegos Centroamericanos y del Caribe representan un “antes y un después”  para toda la entidad pues la infraestructura levantada será el legado más importante.
 
Y fue allí cuando se oyó una rechifla que retumbó en todo el recinto. No es para menos, los cordobeses están que trinan por la precariedad de la famosa Arena Córdoba que encierra una historia de supuesta corrupción por el desvío de fondos destinados a su construcción. El recinto que originalmente estaba planeado para 3 mil espectadores fue reducido a la mitad, mil 500,  el plano original se cambió y con éste, la calidad de los materiales.
 
El techado, por ejemplo, que estaba planeado para ser ovoide y con materiales que impidieran su corrosión y deterioro por la intemperie finalmente se construyó con forma cuadrada, con acero común y  lámina de zinc. Los propios atletas extranjeros que acudieron a ese lugar donde se realizaron algunas competencias se quejaron de lo reducido del espacio. Lo irónico es que solo tiene capacidad para mil 500 personas pero en ninguna competencia se vio lleno no obstante que los boletos estaban agotados, según el gobierno estatal.
 
En su momento, el diputado local Alejandro Zairick cuestionó que el presupuesto para esa obra se había reducido inexplicablemente de 140 a 100 millones de pesos, lo que traería como consecuencia el uso de materiales de construcción de segunda calidad que a la larga resultarían más costosos por el deterioro al que se condenaba el inmueble deportivo y sobre todo, que habría el riesgo de accidentes por el uso de materiales poco resistentes.
 
De ahí que los mismos cordobeses y hasta los atletas le chiflaron a Duarte de Ochoa cuando alababa a esta obra. Claro, desde la Coordinación de Comunicación Social se movió cielo y tierra para evitar que en la prensa local se difundiera el abucheo. No será el último, todavía faltan más eventos de premiación de las justas y por supuesto la clausura de los JCC que, sin duda, serán tribuna para nuevas rechiflas.
 
Por cierto, el tema de la inseguridad sigue sin control pese a los policías destinados a resguardar a los atletas asistentes pues ya suman varios casos de atracos, algunos violentos y la mayoría de los invitados tienen una percepción de Veracruz como tierra de violencia y peligro. Recientemente un atleta que asistió a las competencias en la zona conurbada Veracruz-Boca del Río comentaba con otros deportistas en un foro virtual que los encargados de sus delegaciones les advertían abiertamente que llegaban a un país y a una región de extrema inseguridad y violencia por lo que tenían que tomar medidas de precaución.
 
Al venir a Veracruz, les dijeron, no solo estaba en riesgo sus pertenencias sino su vida. Se les pedía no apartarse de su delegación, no salir solos y mucho menos por las noches, evitar centros nocturnos o bares ni aventurarse a viajar en carreteras. La exigencia era  permanecer de preferencia en los hoteles asignados y moverse solo en los vehículos que les asignaban para trasladarlos a las sedes de las competencias. “Si te descuidas, aquí te están secuestrando (sic) o te desaparecen”, remarcaba el atleta en el foro de los cibernautas.
 
Esa es la imagen del Veracruz -bajo el dominio del duartismo- que se proyecta al mundo y no solo son los gobiernos de los países asistentes a los Juegos Centroamericanos y del Caribe lo advierten a sus deportistas que visitan la entidad sino ya lo han hecho en el plano internacional los gobiernos de Estados Unidos y España que clasifican al estado como tierra de nadie donde la criminalidad manda y la autoridad está difuminada, y han recomendado a sus ciudadanos no viajar a la entidad.
 
PREMIO A LA ÑOÑEZ
 
Es como para soltar la carcajada: al presidente municipal de Jalapa, Américo Zúñiga recibió un premio nacional por el “buen gobierno” desempeñado, especialmente por desarrollar un “edificio inteligente” -¿sabrá hacer cálculos de geometría?- que le ahorra al erario local 5 millones de pesos, por un encuentro de “hackers” y por un programa de obras públicas. Vaya premio insultante a la inteligencia de los jalapeños que dan santo y seña del desastroso primer año de la gestión edilicia.
 
Se equivoca la Federación Nacional de Municipios de México (Fennamm) –una organización ligada al Partido Revolucionario Institucional (PRI)- al enaltecer al edil que ha resultado una pifia en el ejercicio de gobierno. El edificio inteligente  lo rentan a un alto exfuncionario fidelista, los hackers no han servido ni para dar el buen servicio de internet público, conocido como Wifi, en el parque Benito Juárez como se prometió desde hace años y las obras públicas son una tomadura de pelo pues solo construyen guarniciones y pedazos de calles. No hay que olvidar  que la primera obra –y la única que quedó bien- que hizo  Zuñiga al iniciar su administración fue la remodelación de la calle donde viven sus papás.

El resto de la ciudad continúa en condiciones lamentables. A la capital del estado  que alguna vez la llamaron “Jalapa, la bella” y la “Ciudad de las Flores”, ahora es la urbe de los baches, de los robos, del embotellamiento y de hedor pues basta caminar por el parque Juárez para apreciar el olor a orines y a defecaciones. Las áreas verdes son matorrales y refugio de maleantes para atracar a los incautos que por ahí se les ocurra transitar y eso que están a unos cuantos metros del palacio municipal y palacio de gobierno. Por esa razón,  el premio a Zúñiga es  inexplicable y solo debe tomarse como una broma o quizás, un  reconocimiento a la ñoñez.
FUENTE: NOTIVER

No hay comentarios:

Publicar un comentario