Trujyper/ Verba Brava
Está desatada la polémica entre los actores políticos que creen tener el merecimiento para detentar el próximo periodo de gubernatura en Veracruz.
Con el “mayoriteo” aplicado en la Cámara de diputados local se logrará el triunfo de alguna de las iniciativas que permita una gubernatura de 2, 5 o 6 años que servirá para homologar fechas con próximas elecciones municipales, locales y federales.
El común de los veracruzanos ven desde lejos esta batalla de intereses políticos –y económicos-, pues sus representantes que debieran ser los diputados locales uninominales y plurinominales , en realidad representan intereses de sus partidos políticos quienes se convierten en sus patrones.
Para el pueblo veracruzano interesaría un alcalde, un diputado o un gobernador que tuviera el mínimo de honestidad, de inteligencia y de ganas de servir a sus gobernados, (como Pepe Mújica, presidente de Uruguay) un servidor público que cumpla con su trabajo conferido en las urnas.
En este primer paso que debe dar la Legislatura local para determinar si habrá un gobernador de 2, 5 o 6 años se impondrá el interés de algunos, más no el de 7 millones y medio de veracruzanos.
Los diputados locales (la mayor parte de ellos) son una vergüenza para Veracruz, empleados del poder y sus bajezas.
Reinas de carnaval, locutores de medio pelo, caciques mañosos, vividores de la política sindical, amasias temporaleras, periodistas estultos, chichifos desvergonzados, etc, con sueldo pagado por los veracruzanos son quienes a la voz de sus patrones levantarán el dedo para manifestar “su” voto y determinar el periodo que habrá de tener el próximo gobernador, alcalde o diputado. El pueblo no importa para ellos (para la mayoría) aunque pudieran existir algunas excepciones.
Centrándome en el puesto de gobernador, probablemente interesaría al elector del Domingo 7 de Junio de 2015 que el elegido o elegida, no resultara alguien que robe el erario público; un estúpido que tome decisiones arbitrarias; un iluminado que se rodee de pendejos para brillar él; un mentiroso, incumplido y “rajado”; un tipo sin valores que no sepa respetar la palabra ni los compromisos.
Tampoco desea el votante veracruzano elegir un (o una) adicto, ya sea drogadicto, alcohólico, jugador o vicioso sexual.
Los veracruzanos deseamos de gobernador (a) a un servidor público con inteligencia, con sentido común, con honestidad, con un nivel de moral aceptable para la mayoría. Tampoco necesitamos alguien que se acerque a la santidad.
Y sobre todo alguien que tenga cimentado el carácter para imponer respeto a la investidura de gobernador, la cual se ha deteriorado y desgastado, al grado de formar parte de la burla diaria del paisanaje.
¿Podrán los diputados locales entender el tamaño de su responsabilidad al determinar un periodo gubernamental de mandato por 2, 5 o 6 años?
Yo como veracruzano, lo dudo.
Habré de agregar que las mañas, intereses y deshonestidades de los órganos encargados de las elecciones en Veracruz, no crean confianza entre los electores.
Lo que no deja de ser cierto es que una deuda gubernamental de 80 mil millones de pesos, una sociedad crispada, la inoperante seguridad pública, miles de acreedores del gobierno estatal, insatisfacción ante aplicación de justicia, hartazgo por tanta mentira institucional y rabia ante la insultante y constante burla hacia los veracruzanos ha originado el desmoronamiento de Veracruz.
Recomponer la economía, la estabilidad social y la confianza en las instituciones de los veracruzanos no será fácil, el daño está hecho.
No serán suficientes un gobierno de 2, 5 o 6 años, se requieren generaciones por venir y sobre todo de alguien que ame a Veracruz.
¿Entenderán los diputados el tamaño de su responsabilidad?
FUENTE: PLUMAS LIBRES
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