Por Iván Calderón
El equipo de Jorge Carvallo
Delfín se encuentra en crisis.
Disputas, jaloneos, chantajes
y pactos extraños envuelven a la candidatura del ex secretario de Desarrollo
Social.
Entre su propia tropa se
mantiene una lucha intestina por obtener el control político de la próxima
campaña.
Lo peor, aún no logran ponerse
de acuerdo.
En torno a la figura de Jorge
Carvallo, todos quieren disponer, ninguno obedecer.
Lógico, Carvallo Delfín es
ajeno a las reales necesidades del distrito, y claramente eso es aprovechado
por su equipo.
A lo largo de más de 9 años el
hijo adoptivo de Lerdo de Tejada ejecutó una política arrogante concentrándose
solamente en zonas de su confort, sin ni siquiera haber caminado una comunidad
entera.
La figura de quién será el candidato
tricolor no es ubicada entre los diferentes sectores de la sociedad.
Para el pueblo, para los que
votan, Carvallo sigue siendo un perfecto desconocido.
El ex funcionario prospero
ejecutó un esfuerzo electoral para doblegar a algunos partidos de oposición,
entre ellos el Acción Nacional, pero no se puede negar que a pesar de los
voluntades económicas sus pretensiones seguirán en jaque.
Para Carvallo Delfín le será
imposible legitimar su candidatura.
La llegada de Jorge Carvallo a
este proceso de elección obedeció claramente a una imposición gubernamental, y
no al consenso de las bases priistas de la zona donde el rechazo es más que
evidente.
Dentro de la estructura de
Jorge Carvallo falta liderazgo.
El mismo aspirante a una curul
en San Lázaro ha sido utilizado como una marioneta por sus operadores y amigos
quienes aprovechan la ignorancia distrital de Carvallo para favorecer a sus
intereses.
Quizás este personaje sea
eminencia electoral, pero aquí en los Tuxtlas ha sido estafado en reiteradas
ocasiones por su mismo equipo político quienes arrastran una estela de
inoperancia.
El ex alcalde de Oluta
Fernando Kuri Kuri, el ex candidato panista Silvano Torres, el ex empleado de
alcalde de Catemaco, Julián Organista, el actual coordinador del programa de
Oportunidades Divaj Díaz del Castillo y hasta sus mismos aliados Alejandro
Baquedano y Clara Luz Prieto Villegas dan muestra clara de ineptitud.
Todos ellos han logrado
beneficios a costa del ahora candidato, pero de la misma forman lo han alejado
de sus aspiraciones.
Indudablemente el grupo
Carvallista se encuentra en aprietos.
Aún nadie se quiere alinear,
todos quieren llevar agua a su molino.
Incluso a ellos no les cae en
gracia que aborden a la nave nuevos a cabecillas que al menos traten retomar el
rumbo.
Pero este barco siempre ha ido
a la deriva y está condenado a hundirse.
A sus órdenes.
@IvanKalderon
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