Tal como lo anunció el
Alcalde Boqueño Miguel Ángel Yunes Márquez la semana pasada, a partir del
día de hoy me reincorporo al Instituto Municipal de las Mujeres de Boca
del Río….Es hora de continuar, de retomar el camino, de asumir lo vivido, lo
sufrido, lo llorado y lo aprendido de cada día en estos últimos ocho meses
y de cada persona que se cruzó en mi destino.
No podría seguir en este momento por un camino distinto. El Alcalde lo sabe porque estuvo al lado de mi familia y mío todo este tiempo, sabe lo que significa para mí después de convivir con tanto dolor poder estar ahí con ellas. Me brinda hoy de nueva cuenta la oportunidad de luchar desde ese espacio que hicimos, usuarias y empleadas del Instituto, tan nuestro…. Volver a lo que sabes, a lo que conoces, a lo que te apasiona, a lo que amas hacer. Recuperar un pedazo de ti mismo, juntar las piezas, esperar que con el tiempo y las rutinas estás se acoplen de nuevo, sólo se logra a lado de mujeres que son ejemplo de fortaleza y tenacidad como lo son ellas.
Durante estos meses el equipo de trabajo del Instituto encabezado por Nayelli Cano, apoyado por Blanca Aquino, respaldado en todo momento por el propio Alcalde y por la Presidenta del DIF Patricia Lobeira, y cobijado por las demás áreas del Ayuntamiento, logró que se cumplieran las metas trazadas al inicio de la administración para el primer año de funciones. Nadie aflojó el paso, al contrario, llenas de valor y convicción trabajaron el doble, el triple, lo que fuera necesario para sacar lo pendiente.
Un domingo de cada mes por lo menos, mis queridas Naye y Blanca llegaban hasta el reclusorio en Tuxpam y me contaban paso a paso lo que hacían….En qué iba la denuncia por maltrato de una, la pensión alimenticia de otra, el chequeo médico de una más, las clases de las mujeres de los talleres, etcétera.
Con la misma emoción como si hubiese estado aquí, celebré con ellas el fin de cada curso: Conductoras de microbús, electricistas –que costó primero un mundo de trabajo convencerlas y después querían más horas de clase- zapateras, plomeras, expertas en mantenimiento y reparación de aires acondicionados, en corte y confección y reparadoras de electrodomésticos. Todas listas para generar sus propios ingresos y empezar poco a poco a retomar las riendas de su vida, sin nadie jodiéndoles la vida y golpeándoles la espalda con las frases de siempre….No puedes, no hay forma, no hay chamba, no sirves , no sabes. Desde allá gritábamos BRAVO mujeres lo lograron! Y les prometo que lo gritábamos con toda el alma.
Con la mayoría de las ahora expertas en algún oficio, desarrollamos cariño y empatía todas las que colaboramos en el Instituto. Tomar las clases es importante pero también lo es la otra parte, esa que se dio al margen de cualquier plan de actividades o protocolo…. La plática previa en las oficinas principales, en la que unas y otras –alumnas y empleadas- nos contábamos un poco de nuestros días, de nuestras luchas, de nuestros sinsabores. En las que nos reíamos y desahogábamos un momento y en las que recuperábamos fuerzas para después volver cada una a lo que le tocaba hacer.
No saben mujeres, compañeras, cuanto las extrañé, que falta me hicieron tantos meses esos momentos llenos de sororidad en los cuales una recuerda que no está sola, que siempre habrá una mujer cercana dispuesta a luchar contigo y por ti, pero me llenaba de orgullo saber cómo las y los que continuaron, cada uno de los pilares de ese instituto, Naye, Blanca, Liz, Nereida, Obdulia, Aide, Martha, Reyna, Nayeli, Doctor Ramón, se comprometía NO con su trabajo que es atender a las boqueñas, sino con sus causas, con sus historias, con sus vidas. Eso no hay jefe que pueda exigirlo, eso es una decisión personal que tiene que ver con tu propio esquema de valores, no con el sueldo que recibes ni con la labor que te asignaron, y justamente por eso es invaluable.
Muchas gracias Alcalde por darme la oportunidad que a muchos que han vivido una experiencia como la mía les niegan sin preguntar siquiera si estuvieron de manera justa o injusta en una cárcel. Gracias Paty por tus palabras de apoyo y consuelo a la mujer y a la madre. Gracias compañeras por demostrar que son de una pieza, trabajadoras, honestas y comprometidas como pocas. Gracias usuarias del Instituto por dejarse guiar para romper sus miedos y reconocer sus sueños. Gracias compañeros del Ayuntamiento de Boca del Río por su apoyo al instituto y su solidaridad con mi familia y conmigo, Jaime Téllez -que tantas veces me fue a visitar- , Manolo Zamora, Luis Taibo, Tavo Martínez, Juan Manuel Unanue, Víctor Barradas, Rodrigo Marín, Yali Sotelo, Gaby Reva, Luis Campa, José Luis Hernández, Toño, Ileana y a mis demás compañeros gracias de verdad por mantenerse pendientes siempre.
Ahí vamos de nuevo con convicciones claras y fuerzas renovadas, a seguir haciendo lo único que al final del día puede lograr la diferencia en la vida de las Boqueñas que lo requieran, saber que cuentan con la solidaridad y respaldo de su propio género.
FUENTE: NOTIVER
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