14 de noviembre de 2018

LA RELIGIÓN FOMENTA LA POBREZA



Qué queda de la religión luego de que la muerte de Dios fuera anunciada por Nietzsche a finales del siglo XIX, los estados comunistas se declararan rabiosamente ateos a comienzos del XX y la posmodernidad y la secularidad se asentaran tras ingresar de lleno al nuevo milenio?
Mucho, considerando el apoyo decisivo de la comunidad cristiana en la victoria del presidente Donald Trump, en Estados Unidos; el auge del Papa Francisco y las esperanzas de cambio depositadas en él por buena parte del mundo católico; de la interpretación literal y extremista del islam realizada por diferentes grupos terroristas; por sólo mencionar algunas cuestiones.
Mucho, teniendo en cuenta también que la estructura de las sociedades contemporáneas parece mantener aún una fuerte correlación con la voluntad de sus habitantes de profesar una fe y, además, practicar una religión, según las últimas encuestas globales.
Se calcula que el mundo tiene una población de 7.600 millones de personas. De acuerdo ala consulta de WIN/Gallup International realizada en 2017 con una muestra de 66.000 personas en 68 países, el 62% de esta masa declara que la religión tiene importancia en sus vidas, es decir unos 4.712 millones agrupados entre cristianos, musulmanes, budistas, hinduistas, judíos y otros.

No hay comentarios:

Publicar un comentario