Por José Miguel Cobián
La verdadera vocación y razón de ser de algunas agrupaciones de la iniciativa privada queda manifiesta en el momento en que se advierte su uso por parte del poder público para sus fines específicos. En el caso de COPARMEX, el sindicato patronal mexicano, queda muy claro a quien sirve y para qué, cuando plantea ¿su? Propuesta de reforma fiscal, en la cual solicita generalizar el IVA del 15% a todos los productos, excepto una supuesta canasta ¨realmente básica¨, y dejar el ISR y el IETU en un solo impuesto del 25%. Incluso plantean que esta propuesta se está analizando con el resto de los organismos privados que conforman el Centro Coordinador Empresarial, que también se ha vuelto en el país un instrumento más de las políticas económicas del PAN en el poder.
El alegato principal para esta propuesta es que la mayoría de los mexicanos no pagan impuestos conjugada con la urgencia de fortalecer las finanzas públicas. En tanto, ya se olvidó que el año pasado se incrementó el IVA y el ISR porque el gobierno de Felipe Calderón habló de un faltante en las finanzas públicas de 300 mil millones de pesos, faltante que hoy sabemos no existió ni existe. Mientras ya se olvidó que hace unos días se informó a la opinión pública que se pierden fondos federales por 150 mil millones de pesos por ineficiencias y corrupción en el gobierno federal.
Por otra parte, nos enteramos que para 2006 había 14.5 millones de mexicanos en el nivel de pobreza alimentaria, esa que indica que no les alcanza ni para comer, y en 2008 teníamos 19.5 millones de mexicanos en esta situación, exactamente 5 millones más en los dos primeros años del gobierno de Felipe Calderón.
Así, con estos dos datos, vemos por un lado, la propuesta de que esos 19.5 millones de mexicanos paguen más por medicinas y alimentos, salvo que se acepte el pretexto de la cúpula empresarial, ese que dice que esos casi 20 millones de mexicanos no van a pagar el aumento del IVA, porque de por sí ni tienen acceso a medicinas y sólo comen lo que el campo produce, por lo tanto son inmunes a cualquier aumento en impuestos.
Es claro que la propuesta de la COPARMEX no es seria, simplemente es una base alta desde la cual negociar en la cámara de diputados la próxima reforma fiscal. Y la base no la establece el gobierno federal sino uno de sus discretos servidores, un sector de la iniciativa privada que ha dejado de analizar y pensar por el bien de México y ahora se ocupa de resolverle los problemas al ejecutivo federal.
Es innegable que hay baja recaudación en México, pero no es papel de la iniciativa privada resolver el problema al gobierno federal, al contrario, su obligación sería exigir a la Secretaría de Hacienda y al Servicio de Administración Tributaria eficientar sus mecanismos de cobro de impuestos y sobre todo, de vigilancia de ese enorme sector informal de la economía que no paga ni un centavo, mientras que aquéllos que producen formalmente y hacen crecer a México aún contra las políticas económicas de este sexenio, se ven cada día más mermados en su posibilidad de permanencia, competencia y crecimiento, debido a políticas públicas encaminadas a empobrecer aún más a las clases medias y bajas, y a proteger a las clases más favorecidas. Y la mejor prueba es la búsqueda de reducción de la tasa del impuesto sobre la renta, o impuesto sobre las utilidades, del 30 al 25%, beneficio que sólo obtendrán los estratos de mayores ingresos, porque el resto de la población no alcanza esas tasas impositivas.
Entre COPARMEX, Ciudadanos en Movimiento, y tantas otras agrupaciones de la derecha, activamente políticas y disfrazadas de organizaciones ciudadanas o de ONG´s, todas ellas al servicio del estado, lo único que han logrado es desvirtuar la participación ciudadana y someterla a los intereses del poder en turno, algo que curiosamente siempre fue criticado por los fundadores de Acción Nacional.
Estas agrupaciones deberían de preocuparse más por el futuro del país, y un poco menos por el 2012 y las conveniencias propias de un partido político, pues la patria está por encima de cualquier organización que no agrupe a todos los mexicanos.