Alberto Buitre*
Para derrocar a Peña Nieto y el poder de los monopolios, hay que
ir con la CNTE y no con López Obrador. Porque mientras AMLO ha propuesto este
domingo un plan que
incluye un mitin y una marchapara el próximo 22; la Coordinadora
Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), va mucho más allá. Pero mucho
más allá de la movilización centrista, convocando a una acción directa de
rebeldía popular.
La
CNTE ha convocado a un Paro
Cívico y Magisterial nacional para
el miércoles 11. Una huelga general, no sólo en solidaridad con su causa, sino
porque las reformas
capitalistas que
pretenden la privatización de los bienes nacionales como la educación pública y
los hidrocarburos, únicamente podrán ser evitados si se ataca el centro de las
iniciativas: la riqueza. La riqueza que genera la producción.
Si se para la producción, se para la marcha del capitalismo. La fórmula es
simple y comprobada.
Por eso la
CNTE tiene razón. No AMLO.
Por
su parte, el tabasqueño apuesta a su escenografía consabida desde que era jefe
de Gobierno del Distrito Federal. Llamar a sus huestes a la Ciudad de México
para presumir que abarrotaron avenidas ¿Logrando? Nada. Sobre todo si el
aparato mediático no es capaz de informar mínimamente la cantidad de personas
que acuden a una marcha. Nunca lo han hecho, ni aún basados en cifras de la
policía. Así, AMLO se queda como testigo de sí mismo. También ha pedido
realizar asambleas estatales, de la misma forma en la cual ha construido MORENA, su próximo partido político oficial. Y
de acción directa, nada. Sólo informar, dijo; convencer a más personas de
sumarse a su movimiento; y nada más.
Quizá
por eso, tras su mitin, se leyeron en redes sociales muestras de desencanto con
López Obrador.“Tibio”, dijeron algunos, como el columnista
Julio Hernández de La Jornada, quien un día antes había colocado esperanzas en
el evento lopezobradorista: “El acto de mañana es de gran importancia, pues dará
cauce a una masiva oposición al atraco energético”, escribió en su cuenta de twitter.
Y seguramente
muchos así lo creyeron. Pero sucedió lo contrario.
En cambio, la
CNTE ha llamado a su Paro Nacional. Por supuesto, no es ninguna ocurrencia.
El
magisterio en lucha ha llegado desde muchos Estados del país a sostener tres
semanas en paro laboral. Les han insultado, han pedido reprimirlos – en redes
sociales, hasta matarlos-, y en la televisión y en la radio, no hay día en que
no se hable del “caos” que provocan, exigiendo que les avienten las tanquetas
antimotines. También el Gobierno perredista del DF ha tratado de disuadirlos.
Hasta el mismo López Obrador les amenazó con que “lloviera o
tronara” haría su acto en el Zócalo, donde se
mantienen las carpas magisteriales. Pero nada ni nadie los ha movido un
centímetro. Quizá por eso AMLO no quiso – o no fue capaz o no se le ocurrió-,
convocar a sus partidarios a apoyar la lucha del magisterio.
¿Qué hubiera
pasado si López Obrador hubiera llamado a apoyar el Paro Nacional convocado por
la CNTE? Hubiera levantado en euforia política a sus agremiados. Estoy seguro
de eso. Más aún, si se considera que varios profesores forman parte de MORENA.
Y
sin embargo, ahí fue la CNTE. Marchando desde Avenida Juárez hacia en Ángel de la Independencia; marchando por
sus causas, por su propia vida y la de sus hijos, mientras AMLO hablaba y
hablaba y hablaba.
Quien
quiera ir con López Obrador, que vaya. Que sacie sus ansías de hacer algo. Pero
que no espere que con eso se detenga la privatización energética, ni de la
educación, ni la hacendaria que acelerará el crédito y el endeudamiento del
pueblo. Hay que ir con la CNTE, al Paro Nacional. Y
si éste falla, será el siguiente. No hay de otra. Frenar la producción,
liquidar la plusvalía. Ahorcar a los capitalistas, los dueños de las reformas
estructurales, en su propia miseria. Hacerlo de forma general, sin que un solo
de los sectores se quede atrás. Intentarlo una y otra vez, hasta triunfar.
Porque el destino es de la clase obrera y nadie más luchara por ella. Ahí están siete mil maestros en el DF para demostrarlo.
*El autor es
periodista mexicano. Premio Nacional de Periodismo ONU-DDHH