La politóloga analiza el discurso del presidente Enrique Peña Nieto, con motivo de su segundo informe de gobierno. Además, criticó el hecho de que hayan usado el Zócalo capitalino como estacionamiento.
El mensaje con motivo del segundo informe de gobierno de Enrique Peña Nieto, fue un largo infomercial, un evento a la antigüita, apoteótico, señaló la politóloga Denise Dresser.
En Noticias MVS primera emisión, señaló que la pregunta a casi dos años de gobierno es ¿estamos mejor?.
Refirió que hasta ahora no podemos hacer una evaluación de las reformas, pues falta ver su implementación y si trae los beneficios prometidos.
“Falta ver si el Estado podrá regular a los poderes fácticos… habrá que mantener un sano escepticismo… el país se reforma y se reforma sexenio tras sexenio”, expuso.
Cuestionó cómo van a funcionar las reformas peñistas en un estado de derecho precario donde persiste la corrupción que, indicó, fue mencionada una sola vez en el mensaje presidencial del martes.
Agregó que la transparencia sigue siendo una exigencia y no una realidad.
Reconoció que según las cifras oficiales los homicidios van a la baja, pero se trata de números muy altos, “vamos a terminar el sexenio con más de 100 mil” asesinatos.
Subrayó que la apuesta del gobierno a sus reformas “es enorme”, y existen “retos regulatorios son muy inmensos“.
Consideró que es real la posibilidad de que la reforma energética produzca una cueva de Alí Babá.
Ante todo esto, ¿cómo medir el éxito de este proyecto? Con el crecimiento económico y con el impacto que van a tener estas reformas en la vida de los ciudadanos, aseguró.
El éxito se verá cuando haya mejores carreteras, mejores contenidos en la televisión, más cadenas abiertas, velocidad de internet, agregó.
Sobre la construcción de megaobras, mencionó que en esto siempre hay un objetivo electoral, y en el caso de las anunciadas en la capital -nuevo aeropuerto y más Metro- se hacen con el fin de “recuperar la capital del país”, donde desde 1997 gobierna el PRD.
Respecto a la presencia de dos perredistas flanqueando al presidente, señaló que es parte de la “izquierda que ha apostado que la colaboración con Enrique Peña Nieto le traerá beneficios”, “recibirán recompensas en términos de poder, candidaturas, exposición”.
Hasta ahora, el PRD no logra ser un contrapeso eficaz a un priismo que va a avanzado paraquedarse en Los Pinos ad infinitum.
En cuanto al Zócalo capitalino convertido en estacionamiento, ayer martes, para colocar ahí las camionetas y autos de quienes fueron invitados al mensaje de Peña en Palacio Nacional, lo calificó como una muestra de la arrogancia de un poder, que se apropia de un espacio público.
“El gobierno manda un mensaje: el espacio público no lo es tanto y los derechos ciudadanos no lo son tanto”, comentó.
“Ese espacio es nuestro, celebro la disculpa gubernamental… la ciudadanía debe protestar esta arrogancia, apropiación de lo que los políticos asumen que asumen que es suyo pero no lo es”, finalizó.
