Miguel Cordero
Estimados, déjenme contarles una historia llamada "El Chavo del Ocho". Todo comenzó cuando el entonces joven escritor Roberto Gómez Bolaños comenzó a proliferar en Televisa.
Estimados, déjenme contarles una historia llamada "El Chavo del Ocho". Todo comenzó cuando el entonces joven escritor Roberto Gómez Bolaños comenzó a proliferar en Televisa.
Su estilo era fresco
debido a que perfeccionó el estilo cómico del "sketch". El productor
lo bautizó, por su capacidad creativa como un nuevo Shakespeare, pero como era
de pequeña estatura lo nominó como un "shakespearito" o Chespirito.
Mientras, el país se
sumía en una profunda crisis económica. El peso se devaluaba y el boom
petrolero estaba desapareciendo. Fue entonces que a través de la televisión
vino una estrategia perfecta: exaltar la pobreza, verla como algo bueno y
señalar la riqueza como perjudicial para los valores mexicanos.
De la misma manera
un personaje simpático hacía que la grave crisis energética se transformará en
un chiste de su programa. ¡Cuántas veces el Chavo se burlaba de los
"energúmenos" (energéticos) en su programa! Y vino entonces la
creación de cultura de masas, como la llaman los sociólogos.
Desde el popular
Chavo del Ocho los mexicanos se reían y empatizaban con el hombre flojo y
deudor, los "chavo espectadores" ridiculizaban la educación y se
reían del culto y preparado, el ñoño. La "bonita vecindad" era la
mejor manera mediante la cual el poder político apaciguó, por décadas, la
necesidad de los mexicanos de superarse a sí mismos, al cabo que "es mejor
ser pobre y honrado".
No son estas líneas
una exageración. Si el poder de influencia del Chavo no hubiese sido tan
eficaz, no habría llegado hasta todos los países latinos con crisis similares y
donde el poder de Televisa se consolidaba.
Otra prueba: el
mensaje de humildad, solidaridad, amistad de la pobreza proclamado en El Chavo
solo fue un espejismo. Roberto Gómez Bolaños ejerció abusos sobre sus
compañeros del elenco, primero con Carlos Villagran y después con María
Antonieta de las Nieves.
Si aquellas
divisiones comenzaron por celos profesionales y desacuerdos económicos, estas
crecieron a causa de Florida Meza. Yo particularmente la conocí, es una mujer
sumamente prepotente. Eso es el Chavo y la herencia cultural tan dañina para
América Latina.
Creer que un
programa de tal impacto, penetracion y duración es "inofesivo" es
pecar de inocente. Ya lo escribí antes, el Tigre Azcárraga se consideraba un
soldado del PRI dispuesto a ofrecer los servicios de su Televisora a la
Dictadura Perfecta.
A pesar de todo
esto, jamás ningún ser humano que se precie de ser recto puede celebrar la muerte
de alguien. Ojalá la familia encuentre consuelo tras su pérdida, pero es un
grave error de nuestra sociedad occidental tender a idealizar su pasado y a sus
personalidades. Jamás evolucionaremos si no criticamos nuestro pasado, nuestra
propia cultura de masas, lo que Zunzunegui llama La Tiranía de las Ideas.
Las variables
descritas en este post demuestran la nociva influencia de la apología de la
pobreza en los programas estelares de Televisa. ¿Cómo homenajear a los
personajes y programas que crearon la cultura conformista de estos, nuestros
días aciagos?
Los pecados de la
pareja presidencial son también nuestros como sociedad; un país que homenajea
con más fuerza al creador del "se me chispoteo" que a cualquier
científico, escritor o músico de verdadero talento.
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