Cómo no tener ese sentimiento de paz y felicidad que embarga en esta temporada cuando vemos que lo más improbable de las cosas se hace presente en forma de milagro navideño, haciéndonos recapacitar sobre lo pequeños que somos frente a esa grandeza que todo lo puede aunque vaya en contra de la más elemental lógica.
Por eso entendemos esa bonanza que tiene el sistema de justicia mexicano con alguien como Raúl Salinas de Gortari, que pasó de ser el ‘hermano incómodo’ al ‘brother’ que todos quisieran tener, pues luego de 19 años de juicio salió triunfante ante toda una pila de demandas que hoy lo tienen como un hombre libre, pero sobre todo inocente.
Que usted haya hecho un entripado marca diablo es porque es un maldito Grinch al que seguro ni las posadas, los villancicos o el ponche con piquete le calientan, porque ahí está usted todo encanijado en lugar de estar feliz tras el fallo del Tercer Tribunal Unitario Penal del DF que determinó que Raúl Salinas no solo es exonerado de forma definitiva e inapelable del delito de enriquecimiento ilícito, sino que casi hay que pedirle perdón, y como nadie lo hará, entonces le serán devueltas todas las propiedades y bienes que de manera sospechosa obtuvo.
Foto: Cuartoscuro
Se entiende que se le atraganten las colaciones con un regalazo como ese, pero hay que entender que la PGR no pudo acreditar que su fortuna venía de meterle mano y desviar más de dos mil millones de pesos de la famosa partida secreta. Y es que, o era muy secreta o de plano ya agarraron al procurador Murillo Karam muy cansado como para ocuparse de esto también.
No importa que la ahora exesposa del señor Raúl haya sido cachada con las manos en la masa cuando quería retirar dinero de una caja de seguridad en un banco suizo, lo que llevó a detectar las cuentas que tenía en el exterior (¿qué querían, que su lana la guardara en Bonos del Ahorro Nacional?); tampoco sirvió de nada que en esa misma caja de sorpresas hallaran un pasaporte apócrifo de Raúl Salinas, con foto y todo, pero a nombre de Juan Guillermo Gómez Gutiérrez, lo cual en sí mismo representa un delito, pero tampoco se le puede culpar por darle chamba a las huestes de Santo Domingo. Alguien tenía que bajar los índices de desempleo.
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Sin embargo, ahí sigue usted todo amuinado como quien lo está en pleno pachangón parado en una esquina sin que nadie lo saque a bailar y lamentándose que de la piñata solo le tocaron las guayabas aplastadas y cáscaras de cacahuates, dándole tiempo para pensar cómo es que un hombre que adquirió más de 40 propiedades, algunas quizás en el extranjero y sin poder justificar las compras con su nivel de ingresos como funcionario (menos con leche radioactiva de la Conasupo) haya hecho de todo y ahora nos sonría como el tío rabo verde que se ha traído a la sobrina lejana del tingo al tango durante toda la fiesta dizque enseñándole el significado de la vida antes de que termine el año, y según él, el mundo.
Ahora que póngase usted en contexto. ¿Qué podía uno esperar justo en ese sentido cuando de repente aparecen casas (algunas blancas, otras más coloradas) compradas con préstamos de contratistas de obra pública y solo nos dicen como Lucerito y Jessy Bulbo: “y qué, y qué y qué”.
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Ni modo que el clan Salinas no pudiera ser beneficiario de estas monerías, o mejor dicho, cuando Angélica Rivera y Luis Videgaray van, ellos ya vienen de regreso. Es casi casi, como si esta administración le quisiera enseñar a hacer chiles a Herdez. Los de ahora están muy chavos aún en comparación de todo lo que se le acusaba a Raúl Salinas de Gortari y ya ve usted, que de ser el diablo de esta curiosa pastorela mexicana ahora no es solo el ángel, sino el mismísimo Niño Dios.
Así que mejor trate de pasar estas fiestas en paz, aunque vea cierto déjà vu devaluatorio con el peso (esas son meras casualidades que como los solsticios van y vienen, no vaya a creer que es porque de nuevo está el PRI en Los Pinos). Solo por si caso, pregunte bien quién toca a su puerta pidiendo posada. Puede que en una de esas sea un rey mago, Santa Claus o algún miembro del Grupo Higa queriendo darle un préstamo inmobiliario. Si es así, ábrale, ya ve que al final de cuentas en este lugar señalado por la estrella del oriente nada pasa a mayores. Y ahí está el suertudo de Raúl Salinas para contarlo.
Cuando el destino nos alcance
El 2015 será un año que podría ponernos a todos de cabeza al llevarse a cabo las elecciones intermedias, pero más que nada, porque un galimatías con los partidos ya está en proceso y tan solo hay que ver que el PAN llegará a la carrera intermedia de panzazo y con apenas 960 militantes por arriba del mínimo establecido; bueno, hasta los nuevos partidos, incluido la morenaza de López Obrador tienen más afiliados que los blanquiazules y tomando en cuenta de que este año no fue su año (Luis Alberto Villarreal y sus noches dancísticas pueden decirle por qué), habrá que ver si no se nos esfuma de repente. Igual de expectantes nos mantendrá el PRD para ver si logra sobrevivir ahora que ya no tiene a dos de sus tlatoanis y porque, dicen por ahí, en el DF Morena podría comerle el mandado. Va a estar cardíaco y no creo que el mundo, ni nosotros, esté preparado para eso.
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La última y nos vamos
Sólo me resta agradecerle su compañía en este espacio de Corte de Caja que cada semana tuvimos la dicha de compartir, por lo que desde aquí y hasta donde usted se encuentre le deseo felices fiestas en compañía de los suyos (y también de los que no son suyos, porque quién soy yo para criticarlo si eso lo llena de dicha). Reciba amable lector un sincero y fraternal abrazo y aquí nos vemos el próximo año.
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@geniomutante
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