Por: Alvaro Cepeda Neri
I.- Los Chuchos –no por lo del
apodo a los perros, pero sí por lo de Jesús (Ortega) y Jesús (Zambrano)–, nunca
fueron de izquierda pero si hábiles oportunistas que siguen con su “pacto”
dizque ultrasecreto con Peña, a quien visitan muy seguido para acordar las
piedras que pondrán en el camino a López Obrador, han tenido la genial idea de
echarle un hueso a Miguel Ángel Mancera, como precandidato de esas ruinas que
ves, que es el “pe-erre-de”. Estas ruinas que vez es el título de la
maravillosa novela de Jorge Ibargüengoitia, donde nos cuenta lo del “plan de
abajo”, que tiene lugar en Cuévano y que es una obra de lectura obligada para
quienes quieran adentrarse en el mundo a la mexicana del ilustre literato de
talla universal. Pero como dice el refrán: a lo que te truje Chencha. Y resulta
que Los Chuchos, siempre olfateando donde arrojar sus miserias, ya idearon
poner candidato presidencial y escogieron a Mancera, que sin partido ni
ideología, pero sí comprometido a muerte con el peñismo para lo que se le
ofrezca al “señor presidente”, acaba de manifestar que también quiere ser el
sucesor de Enrique.
II.- Mancera dice ser doctor en derecho, pero parece que no
asistió a la clase de Teoría del Estado; materia ya suprimida del programa en
la universidad Panamericana del Opus Dei, donde estudió Peña. Éste como
recordarán, entre sus primeros actos apenas tomó posesión, invitó al “doctor” a
un recorrido por Palacio Nacional; quien quedó encantado, pero no entendió el
“mensaje”. Peña lo había escogido como candidato presidencial por el PRD con el
aval de Los Chuchos, y está en marcha el “plan de abajo”. En cuanto le dieron a
oler el hueso, Mancera de inmediato se lanzó como el Borras y de pechito mordió
la carnada. Y anda suelto presumiendo que las “bases” perredistas lo
postularon. Peña y sus chuchos ya lograron que Mancera se preste a la perversa
jugada de salir al paso de López Obrador, para impedir que siga creciendo con
su partido: Morena, que convoca a los pobres, a los desempleados y a quienes el
peñismo no les resuelve sus problemas; así como en la capital del país no lo
hace quien se peina de atrás para adelante.
III.- Obviamente se trata de un maniobra peñista-chuchista con una
inversión multimillonario para la precampaña mancerista. La tentación que le
pusieron al mediocre Jefe de Gobierno defeño, es un “hueso” imposible de roer.
Pero con tal de figurar, éste se deja maltratar. Los Chuchos cobrarán por tan
mariguana idea de ponerlo al frente del perredismo. Saben que a Morena-López
Obrador ni cosquillas le hacen con esa postulación. Y que Mancera es como
Margarita Zavala en el PAN, ya que ambos partidos no tienen con quien competir.
El PRI, con Videgaray y Osorio equivalen a lo mismo. Sólo un candidato de corte
político podría hacerle frente a López Obrador. Pero no Mancera. Éste ha
fracasado en el combate a la corrupción; ha dejado escapar a Ebrard y Héctor
Sánchez encabeza la corrupción defeña con los delegados que se van o cambiaron
de hueso. Con Margarita en el PAN y Mancera en el PRD, Morena y López Obrador
tiene la vía libre.
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