Javier Duarte, gobernador de Veracruz. Foto:
Yahir Ceballos
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XALAPA,
Ver. (apro).- Con la ayuda del magnate Carlos Slim, el gobierno de Javier
Duarte de Ochoa pretende rescatar el fallido proyecto del Túnel Sumergido de
Coatzacoalcos, cuya obra se encuentra parada desde hace dos años.
Al comparecer ante el Congreso local, el titular de la
Secretaría de Infraestructura y Obras Públicas (Siop), Tomás Ruiz, detalló que
el propietario de Grupo Carso está dispuesto a invertir 500 millones de pesos
aproximadamente siempre y cuando se amplíe la concesión de 30 a 45 años.
Como ello depende de los legisladores, el exdirigente del Panal
que regresó al servicio público en marzo pasado trató de vender la idea de que
es una inmejorable oportunidad para rescatar el proyecto del Túnel, cuya
construcción inició en 2004 con un presupuesto de 2 mil 065 millones de pesos y
que ahora requiere de una inversión de 5 mil 134 millones 800 mil pesos.
La obra se encuentra parada desde agosto de 2013. La
Concesionaria Túnel de Coatzacoalcos S.A. (Cotuco), la española FCC
Construcción y el gobierno de Duarte argumentaron “quedarse sin recursos” para
concluirla.
Durante la comparecencia, diputados de la oposición recordaron
que aún se están desahogando presuntos desvíos millonarios detectados por la
Auditoría Superior de la Federación (ASF). Incluso hicieron notar que el Órgano
de Fiscalización (Orfis) promovió denuncias en contra de servidores públicos y
directivos de las propias constructoras por una serie de irregularidades.
“La obra la recibimos quebrada, le faltan 500 millones, hay
denuncias de hechos que tendrán que desahogarse, no es un borrón y cuenta nueva…de
aceptar la inyección de capital no costará un peso más a los
veracruzanos, cualquier cargo extra será con cargo al concesionario”, justificó
Ruiz.
Además, aseguró que si el Legislativo aprueba la participación
de Carso, en un mes se reanudaría la obra que conectará la congregación de
Villa Allende con la zona portuaria de Coatzacoalcos en el lapso de un año.
Los diputados del PT y del MC, Fidel Robles y Cuauhtémoc Pola, y
los panistas refirieron que en mayo pasado el entonces titular de la Siop, el
expanista Gerardo Buganza, actual secretario de Gobierno, hizo las mismas
promesas e incluso llamó “bribones” a servidores públicos priistas y a los
constructores de la obra por un presunto desfalco de 2 mil millones de pesos.
“Hay un desfalco de 2 mil millones de pesos, Buganza lo dijo en
anterior comparecencia, nos dijo que se pusieron denuncias y no ha pasado nada.
Nos hizo falsas promesas. ¿A quién le creemos señor secretario a usted o a
él?”, reprochó el panista, Julen Rementería.
Es más, puso dos audios en los que Buganza se comprometía a
rescindir el contrato a Cotuco y a FCC y que emprendería querellas por las vías
civil y penal para recuperar “los recursos necesarios” para concluir la colosal
obra.
Fidel Robles, del PT, comentó que la intervención de Carso se
utilizaría como una certificación simulada para avalar la impunidad: “El señor
Slim sacará mil millones de su cartera, los cuales debe de traer como morralla
(sic) para avalar la corrupción y la impunidad, imperantes en esta obra”.
Durante las tres horas que duró la accidentada comparecencia de
Tomás Ruiz, , algunos legisladores sacaron cartulinas con diversas leyendas:
“Fue el túnel de la Fidelidad (sic), de la Prosperidad (sic), es el túnel de la
impunidad)”, “Túnel Sumergido de Coatzacoalcos, primer lugar a la corrupción” y
“nuestro elefante blanco de los 5 mil millones”.
Pese a las críticas, el secretario de Infraestructura sonrió y
hasta se burló de las críticas hacia los gobiernos de Fidel Herrera y Javier
Duarte.
Ya en serio, explicó que, con el nuevo “acuerdo de
entendimiento”, el reajuste en la Tasa Interna de Retorno (el rendimiento del
peaje de dicho túnel de 30 a 45 años) y la terminación de juicios entre ambas
partes (gobierno y empresas) las arcas públicas podrán ahorrarse mil 100 millones
de pesos.
El semanario Proceso dio
cuenta en su edición número 1886 que la obra ha estado plagada de
irregularidades: Desvío de recursos, fallas estructurales, hundimientos y
soportes mal hechos, así como materiales de precaria calidad.
Incluso la auditoría 09-A-30000-04-0548 del 2009 de la ASF
reportó un “dictamen negativo” al pliego de observaciones, pues acotó que el
gobierno de Veracruz incumplió con las disposiciones normativas aplicables a la
planeación, programación, presupuestación, licitación, contratación, ejecución
y pago.
En la revisión de la auditoría 2010, las observaciones e
inconsistencias también fueron considerables, pues en ambas hay irregularidades
que se aproximan a los 400 millones de pesos.
La ASF observó que en la construcción del Túnel Sumergido se
incumplió con los parámetros mínimos de calidad en sus materiales y
procedimientos constructivos, como estabilidad, seguridad estructural y vida
útil de la obra.
FUENTE: PROCESO ENLACE:http://www.proceso.com.mx/?p=407959
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