Pedro Echeverría V.
1. A los partidos políticos en México
les conozco muy bien su historia y todos ellos son una basura pestilente porque
su único objetivo ha sido desde que nacieron el dinero y el poder. Nunca
pertenecí afiliado, ni vote por alguno de ellos; pero por más de 55 años
–además de mi militancia en organizaciones no electorales, mi especialidad y
pasión ha sido el estudio y el análisis de lo político, por ello conozco a
muchos de sus dirigentes, con profundidad. Nunca se han confrontado en serio, a
no ser por cargos políticos y dinero. Sin embargo, a pesar de que los partidos
y sus dirigentes son los representantes más claros de la corrupción, el 45 o 50
por ciento sigue votando.
2. Apoyé con todo lo que pude al
zapatismo desde enero de 1994 a 2005; participé en toda la caravana de 2002,
incluso mantuve en la ciudad de Mérida frente al palacio de gobierno, un gran
cartel anarco/zapatista durante 18 años (enero de 1994 a 2012) que cambiaba
personalmente cada semana o quincena. En por lo menos seis veces algunos gobiernos
del PRI y del PAN lo destruyeron y fue la gobernadora Ivonne Ortega la que le
dio el golpe mortal. Realizamos mítines de protesta y, después de 18 años, no
quise continuar con el “Dazibao semanal”. Al entrarle el zapatismo al asunto
electoral y quizá por no aceptar ser “adherente” con el EZLN, me alejé un poco.
3. Con Javier Sicilia me sucedió algo
parecido: Lo acompañé en toda la caminata desde Cuernavaca al zócalo de México,
así como en los aproximadamente 15 mítines que realizamos; luego estuve junto a
él del DF hasta ciudad Juárez en los alrededor de 15 autobuses que nos
trasportaron ciudad tras ciudad, así como en las asambleas que realizamos; por
último me embarqué con la caravana hacia el sur que salió del DF hasta
Tapachula Chiapas y en el mitin en el puente fronterizo con Guatemala y de
regreso a la ciudad de México. En esas caravanas intercambié puntos de vista
con Álvarez Icaza, a Solalinde, al actor Daniel Jiménez y decenas de
periodistas.
4. Ya he escrito que a pesar de que
nunca he votado ni tampoco soy amigo de López Obrador, no tendría ninguna
“autoridad” o “fuerza” que me respalde para criticar a López Obrador
exigiéndole que cambie de línea o no haga tal o cual cosa. Él en 18 años de
giras diarias en toda la república ha realizado 20 mil mítines y yo ninguno; ha
organizado caravanas de protesta, ha organizado grupos y partidos y yo –aunque
haya escrito varios miles de artículos, son nada frente a ese intenso trabajo
político que nadie en la historia ha realizado. Hace poco escribí, para subrayar
la nota, que López Obrador es al papá de todos los políticos mexicanos en la
historia.
5. Por ello cuando veo a enanos
políticos como “los chuchos”, a Graco, a la pobre sobrecargo encargada del PRD,
al millonario viajero jefe del PAN y otros más me pregunto: ¿Qué han hecho en
su vida esos personajes si no “rascarse la barriga” durante años para ganarse
un fabuloso salario gubernamental? Espero que los dirigentes de Morena
encabezados por López Obrador -“que no tienen cola que les pisen”- es decir, que
no tienen desprestigio, abran la boca y desenmascaren a esos personajes de
partidos políticos como PRI, PAN, PRD, cuyo cinismo es gigantesco. Otra cosa es
el zapatismo, Sicilia y Álvarez Icaza, con quienes hay que hablar.
6. Lo de Gordillo y los profesores
todavía hay que revisarlo. Por principio no se puede rechazar a los profesores
pues entre ellos están muchos miembros o simpatizantes de la Coordinadora (la
CNTE) que llevan más de 37 años en lucha. Y, así como hay que aglutinar a los
profesores del Estado de México para las elecciones de junio, también hay que
pensar en los profesores para 2018. Pero también hay que subrayar que si López
Obrador no cumple sirviendo “primero a los de abajo” y confrontando a los
grandes empresarios explotadores, todos debemos organizarnos para sacarlo del
gobierno como tapón de sidra. Así que enterremos la basura del PRI, PAN, PRD y
busquemos más acuerdos con los trabajadores. (20/V/17)
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