Nadie lo había encartado, y menos en un sexenio panista que
decide quien es quien en esa administración, pero el magistrado Francisco
Portilla Bonilla se descarta como probable Fiscal Anticorrupción, luego de que
el exgobernador Javier Duarte de Ochoa intentó imponerlo para ese cargo
engendrando la condena social por considerarlo a modo debido a su carácter
servil con el poder. Portilla, sin embargo, buscó los reflectores para decir
que, “por ahora” está fuera de todo eso, y que se concentra en la visitaduría a
los juzgados, por lo que negó estar interesado en presidir el Sistema
Anticorrupción.
Cabe destacar que Portilla Bonilla renunció, incluso, a la
Secretaría General del Congreso local en la pasada administración a fin de
competir "en igualdad de condiciones" con los demás aspirantes a la
Fiscalía de Combate a la Corrupción, pero sus aspiraciones no pudieron
concretarse debido a que el sistema tuvo que ser frenado en el estado desde la
Federación por no haberse expedido las leyes secundarias.
Y sobre la intención
de desaparecer la Sala Constitucional en el Poder Judicial, reconoció que
aunque cuando fue creada, Veracruz se posicionó como un estado de avanzada,
actualmente son otros tiempos y hay que analizar su pertinencia. "En
cuanto a la sala Constitucional hay que analizarlo con detenimiento porque se
ha implementado en algunos estados, es un avance, Veracruz fue el primero que
lo hizo pero eran otros los momentos".
Sobre los casos de presuntas amenazas
contra jueces en Jalacingo, Huatusco y Misantla, por parte de la delincuencia
organizada, aseguró que hasta el momento no se le ha reportado algún caso.
"Desconozco si hay alguna amenaza contra alguna autoridad, no podría decir
que se está haciendo porque ninguna me ha externado esa preocupación o esa
amenaza". Negó que se vaya a reforzar la seguridad en los juzgados pues
precisó que siempre ha habido seguridad y personal contratado para ello, pero
no por alguna amenaza contra los jueces.
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