SinEmbargo
junio 12, 2017
En 2014
Pedro Canché fue encarcelado 272 días bajo el cargo de sabotaje. De eso lo
acusó Roberto Borge. Pero sus defensores demostraron que el
periodista sólo estaba grabando la manifestación.
Ahora, el
ex Gobernador priista está preso en una cárcel de Panamá acusado de desvió de
recursos. Hasta ahí acudió Canché para realizar una crónica del ex mandatario.
Le llevó una torta.
Canché
Herrera tuvo enfrente a Borge y así lo narró en su crónica: “Hola Roberto
Borge, soy yo el que vino a visitarlo. Venga acá, el ex Gobernador “trastabilló
con la grava suelta. El tipo se pone pálido. Cambian sus facciones. Está
sorprendido. No esperaba verme ahí. Aprieta las mandíbulas. El rostro sin
afeitar se pone colorado. El gobernador que me puso en la cárcel por sus
caprichos de dictador ahí estaba… derrotado”.
Ciudad de México, 12 de junio (SinEmbargo).- El periodista y activista maya Pedro Canché Herrera visitó el sábado pasado al ex Gobernador de Quintana Roo, Roberto Borge Angulo, preso desde el pasado 5 de junio en la cárcel El Renacer en Panamá.
En 2014,
Canché Herrera fue encarcelado 272 días bajo el cargo de sabotaje. De
acuerdo con el gobierno de Roberto Borge, el periodista independiente ordenó a
un grupo de manifestantes bloquear el acceso a la Comisión de Agua Potable y
Alcantarillado (CAPA) durante una protesta contra el alza en las tarifas; sin
embargo, sus defensores demostraron que Pedro Canché sólo estaba grabando la
manifestación.
En ese
momento, la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) emitió una
recomendación dirigida al entonces gobernador quintanarroense, al Magistrado
Presidente del Tribunal Superior de Justicia y presidente del Consejo de la
Judicatura del Poder Judicial del Estado, Fidel Gabriel Villanueva Rivero, y a
los integrantes del Ayuntamiento de Felipe Carrillo Puerto, por violaciones a
la libertad de expresión, a la seguridad jurídica y a la integridad personal,
cometidas en agravio del periodista.
Incluso,
el organismo independiente también acreditó que el 31 de agosto de 2014, Pedro
Canché fue golpeado por otros internos en la cárcel pública municipal de Felipe
Carrillo Puerto, por lo que las autoridades que tenían a su cargo velar por su
seguridad vulneraron su derecho a la integridad personal.
ADEMÁS
LA CRÓNICA
DE LA VISITA
Hoy, en su
página de internet el periodista Pedro Canché Herrera publicó la crónica
de su visita en la que describe a Roberto Borge, de playera azul y
pantalón talla 38 de la tienda Davensa, como el “hombre con pelo peinado hacia
atrás” que “camina como si sus piernas fueran de auténtico plomo”.
El
periodista pactó el permiso para verlo con el abogado de Borge, Carlos
Carrillo. “Saliendo de verlo. Que le lleves la comida suéter y pantalones
jean ahora. Y mañana otras cosas. Ya está el permiso con la custodia de la
entrada. Vamos saliendo”, le escribió por WhatsApp el hombre que lo defiende.
Un día
antes Pedro Canché se surtió de lo que le pedían. Incluso, en el
restaurante tradicional panameño El Trapiche, el activista le compró a Borge un
pan con lomo y una coca cola de lata.
En un
segundo mensaje del abogado Carlos Carrillo, quien cometió un error al
confundir el nu´mero de Canché con el de Fabian Vallado, hombre de Borge que
llegó a Panamá para atender al jefe. “Perdón. No eran estos mensajes
contigo. Disculpa. Cualquier cosa déjalo en mi oficina y te reembolso el
gasto”.
Ya afuera
de la cárcel, el periodista preguntó:
-¿Y comió Borge su torta de lomo?,
inquiero al guardia de apellido Masa. “Por supuesto, se ve que el hombre tenía
hambre. El pantalón le vino igual. Y ya tiene polo celeste para recibir
visitas. Mañana podrás platicar con él”.
Demasiado
tarde el mensaje del abogado de Borge, Carlos Carrillo, famoso por encabezar la
defensa del ex presidente de Panamá, Ricardo Martinelli.
El periodista cuenta que el día
de la entrevista una camioneta blanca se detuvo en el estacionamiento de El
Renacer. “Un hombre de 35 años de edad abre la cajuela y baja una almohada y
una maleta negra con ropa y accesorios de limpieza. Dos pizzas grandes y tres
bolsas más”. Es Fabián Vallado, ex secretario privado de Borge y ex delegado de
la Secretaría de Desarrollo Social en Quintana Roo.
“Los
mensajes para llevarle ropa y artículos eran para él y por confusión el abogado
me mandó los mensajes y sin querer me dio pistas para poder llegar a mi
propósito en Panamá: entrevistar al hombre que gobernó Quintana Roo con
prepotencia y que saqueó el Estado y hundió más al pueblo maya en la miseria”,
explica el periodista.
En
el penal el “El Ciervo”, el encargado de organizar las visitas, le cuenta
que Roberto Borge “está en el lugar del general Manuel Antonio
Noriega, en la enfermería (Noriega salió de esta cárcel el 17 de Enero de 2017
para un arresto domiciliario y murió apenas el 30 de Mayo reciente de un tumor
maligno en el cerebro). Colabora bien. Está cumpliendo con barrer y lavar las
celdas del baño y enfermería. Ya hizo amigos ahí y pidió que lo cuidaran”.
Pedro Canché Herrera tuvo
enfrente a Borge. “Hola Roberto Borge, soy yo el que vino a visitarlo. Venga
acá”, narró el activista, quien señaló que el ex Gobernador “trastabilló con la
grava suelta. El tipo se pone pálido. Cambian sus facciones. Está sorprendido.
No esperaba verme ahí. Aprieta las mandíbulas. El rostro sin afeitar se pone
colorado. El Gobernador que me puso en la cárcel por sus caprichos de dictador
ahí estaba… derrotado”.
“Nunca
lo había visto en persona, ni antes ni después del encarcelamiento a la que fui
sometido en su gobierno. Nunca le había visto el rostro. Su cara me recordó a
Buzz, el personaje del infinito y más allá de la caricatura infantil Toy
Story”, describió Canché.
Luego
agregó en su crónica desde El Renacer:
-Vamos a
platicar. Esto no es nada personal. Es un trabajo periodístico. Dígame cómo
está.
“Yo
esperaba a Fabián. No quiero platicar con nadie. Contigo no. Qué haces aquí”.
-¿Te gustó
la torta del Trapiche? Le digo mientras observo el polo color celeste y el
pantalón de mezclilla que le traje ayer.
-Por
cortesía creo que podremos charlar unos minutos por lo menos. Intento
convencerlo.
Hay dos
guardias que vigilan la interacción de los visitantes y los presos. A ellos se
dirige Borge una vez recuperada la compostura. Aún cree tener el mando. Lo
soberbio lo tiene a flor de piel.
“Guardias
desalojen al periodista por favor. Manden a desalojar a esta persona”.
El guardia
a quien se dirigió, un soldado panameño le dijo: ” Si usted manda a desalojar a
sus visitas entonces no permitiremos que lo visiten. ¿Cómo sabremos que visitas
quiere y cuál no? Y sabe señor aquí la visita se le respeta. Está en su derecho
de no aceptarlo. Pero aquí no desalojamos a nadie.
Borge
apresura el paso por la pequeña reja y le dice algo a dos de sus compañeros que
se le acercaron y voltean a verme.
Parado
contemplo como se escabulle por la cancha de fútbol. Presuroso va cuesta arriba
a su celda en la enfermería.
Ahora ya no tiene los pies de plomo.
FUENTE: Sin embargo
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