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Orizaba, Ver.- El Estado mexicano enmascara sus acciones
represivas contra los activistas sociales como presuntas agresiones de la
delincuencia organizada. La ola de desapariciones forzadas, atribuidas a
cárteles del narcotráfico, igual va dirigida contra integrantes de
organizaciones no gubernamentales, "es la mejor forma de esconder la
represión social". El Ejército Nacional y la Marina Armada de México así
como las policías estatales y locales son los brazos ejecutores.
En un comunicado los integrantes del Frente Nacional de Lucha por
el Socialismo (FNLS) de la región centro del estado de Veracruz reafirman su
desaprobación por las acciones intimidatorias que se cometen en contra de los
luchadores sociales, "en especial en el estado de Veracruz, en donde la
represión generalizada, hostigamiento, la detención arbitraria es la principal característica".
La represión social, agrega, igual se refleja en la práctica de la
desaparición forzada, el linchamiento mediático, la incursión militar en las
comunidades organizadas, además de intimidar, a través de crímenes de lesa
humanidad y de Estado, el creciente descontento popular y movimiento
organizado, "donde nos encontramos como con nuestro proyecto político del
FNLS".
El gobierno de Enrique Peña Nieto, mediante el terrorismo de
Estado como política de gobierno, ejecutado por los cuerpos policíaco-militares,
"es el ariete represivo con el cual se pretende eliminar la capacidad
creativa del pueblo que lucha por mejorar sus condiciones de vida. Los
resultados de esta política represiva se ven en todos los estados del país, en
donde el pueblo organizado vive una larga historia de represión permanente y
sistematizada contra nuestros compañeros y en los diferentes estados donde
tenemos presencia.
"Desde el gobierno federal en contubernio con los estatales
se diseñan campañas represivas para castigar la voz de la denuncia que
desarrollamos, porque no tenemos ninguna duda en definir que los responsables
de tanta sangre derramada de las masas proletarias son los efectivos de la
policía federal, estatal y municipal", se acusa.
El Ejército y la Marina igual son las armas represivas, "son
ellos quienes ejecutan de manera extrajudicial y después cavan las fosas para
inhumar cuerpos de manera clandestina; son ellos quienes detienen y desaparecen
de manera forzada a luchadores sociales y pueblo en general. Cada vez son más
los familiares quienes advierten que en el cometido de un crimen de lesa
humanidad contra su ser querido contó con la participación del Estado mexicano,
independientemente del nivel jerárquico que ocupe el autor material, esta línea
de mando conduce a las cúpulas políticas de los gobiernos estatales y
federal".
Desde esta organización, se afirma, son puntuales en la denuncia
política y cada uno de los hechos represivos, "porque mientras algunos
análisis pretenden endosar los crímenes de Estado al crimen organizado,
nosotros sabemos que éste es un fenómeno parido por el mismo régimen
capitalista. Las listas de víctimas de esta política represiva en contra
nuestra es considerable".
De ahí que ante estos acontecimientos de represión contra la FNLS,
"no podemos quedarnos callados, porque tenemos claro que nosotros no somos
delincuentes; con esta actitud del Estado mexicano queda demostrado por la vía
de los hechos que existe un gobierno antipopular, profacista y represor; no
sólo se cometen crímenes de lesa humanidad contra nuestros compañeros, sino que
una vez cometido el crimen se nos impide el derecho de exigir justicia, de
brindar la solidaridad hacia todos quienes padecen los mismos flagelos
represivos y exigir que se enjuicie a los responsables".
Julio 12 de 2017 la jornada de Veracruz
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