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Tuxtla Gutiérrez,
Chiapas julio de 2017
Exterminar organización
de carácter independiente, entre los objetivos del Estado Mexicano
El Frente Nacional de Lucha por el
Socialismo (FNLS), exige justicia por la ejecución extrajudicial de nuestro
compañero Humberto Morales Sántiz desde pasado 28 de febrero; crimen perpetrado
por el grupo paramilitar Los Petules, quienes son la punta de lanza de la
represión para cometer crímenes de Estado y de lesa humanidad contra el pueblo
organizado, en este caso contra la organización.
Nos asiste la razón y en nuestro
legítimo derecho de tener acceso a la justicia y la verdad, protestamos con
acciones políticas de masas y a través de la denuncia política evidenciamos la
política represiva del Estado mexicano y su responsabilidad en el cometido de
crímenes de lesa humanidad. Aunque mediáticamente niegue una y otra vez su
responsabilidad, en los hechos sus fuerzas represivas lo evidencian porque son
los que perpetran las detenciones desapariciones forzadas y ejecuciones
extrajudiciales contra todo descontento popular, sin importar el sector al que
pertenezca.
Ya se leía en algunas notas
periodísticas el 27 y 28 de junio que “Forenses argentinos exhumarán restos
de niño de 13 años ejecutado en Ocosingo" y, “Antropólogos argentinos exhumarán
restos de estudiante” entre otros; en este contexto el FNLS
desarrolló actividades de denuncia política para informar al pueblo del crimen
de Estado y en este marco el trabajo que el EAAF realizaría para determinar la
causa de la muerte de Humberto.
El 29 de junio desde temprana hora
integrantes del FNLS decidimos realizar actividades de denuncia y exigir a
través de un volanteo juicio y castigo por la ejecución extrajudicial del
compañerito Humberto y se garantice el trabajo de exhumación del Equipo
Argentino de Antropología Forense (EAAF).
Eran no más de las 8:30 de la mañana
cuando la policía llegó con una consigna clara, reprimir y detener a cuanto
pudieran sin importar sexo o edad, les daba igual, la indicación de sus
superiores fue detener a integrantes del FNLS. Sin mediar palabra
inmediatamente cerraron la circulación vial, en menos de un minuto se formaron
y comenzaron a reprimir mientras el comandante daba indicaciones de detener y
decía: “agarren a esos hijos de la chingada”, entre los comandantes estaba J.
A. SILVA y M. SALINAS E.
Los policías inmediatamente hicieron
uso de gases lacrimógenos, daban de toletazos y golpes a todos los compañeros
que detenían; a varios nos rodearon entre 3 a 7 policías, como la indicación
era reprimir hicieron uso de todo para detenernos, algunos compañeros fueron
encañonados con el fusil de la policía, nos arrastraron y nos subieron a las
patrullas con el número 40037, 50027.
Fueron como 3 o 4 policías lo que
logran detenerme, entre toletazos, golpes con los escudos y patadas, una vez
que me tiran al suelo se acercan otros dos y en esas condiciones me patean y
con el tolete me golpean en todo el cuerpo; en la espalda y cabeza es donde más
llegue a recibir los golpes, mientras decían “este es el pendejo que estaba de
hablador” y me arrastran hacia la patrulla donde tenían a dos compañeros. Sobre
la patrulla los policías seguían golpeando a los compañeros y a mí, les decía
“no tienen por qué tratarnos de esa forma, solo estábamos compartiendo volantes
para informar al pueblo de la situación en las comunidades” y más me golpeaban
en el rostro.
“No alcance a ver el número de patrulla
al que nos subieron, entre ellos iban la compañera Adriana, David, Pancho y una
persona físicamente ajena a la manifestación pero sensible a la causa que al
cuestionar a los policías de la chinga que nos metían, los policías se fueron
contra el propinándole golpes y más golpes, le rociaron gas en el rostro,
explicó que él no formaba parte de los manifestantes, cierto, ésta persona solo
estaba de paso y que más adelante la policía decidió liberarlo. Mientras a
nosotros nos sometían con golpes para ponernos boca abajo y asegurar que prive
la incertidumbre entre nosotros durante el traslado. La camioneta al que nos
subieron iban seis policías del Mando Único.
“Por supuesto, la incertidumbre, el
temor priva entre los detenidos por la larga lista que ha dejado la política de
terrorismo de Estado en el país, mas de 300 mil detenidos desaparecidos y más
de 200 mil ejecutados de manera extrajudicial, los policías seguro son
entrenados para torturar física y sicológicamente como muchos policías lo
hicieron durante el traslado”, uno de ellos decía, “hubiéramos agarrado
a todos esos pendejos de una vez para exterminarlos, comandante ¿a dónde los
llevamos?, si los llevamos en la casa el pedo va ser más grande”. ¿A qué
casa se refería este jefe policíaco?, ¿habrá hecho referencia a las casas de
seguridad o mazmorras donde acostumbran llevar a luchadores sociales,
campesinos, estudiantes para torturarlos? En ese momento no estábamos exentos
de ningún crimen de Estado.
“En ningún momento nos informaron donde
nos trasladaban o estábamos, nos enteramos una hora más tarde y es que fueron
más de 30 minutos nos mantuvieron sobre la patrulla sin movernos para que
después de ese tiempo simularan revisión médica en su intento por acelerar todo
proceso y fincarnos responsabilidad armando expedientes incriminatorios”, “nos
encontrábamos en las instalaciones de la Fiscalía del ministerio público de
Chiapa de Corzo con la presencia de más de 100 elementos de la policía
municipal y estatal”. No resguardaban a criminales, las corporaciones
policíacas afuera de la fiscalía permanecían para intimidar a 13 integrantes
del FNLS que exigen justicia a 4 meses de la ejecución extrajudicial de
Humberto Morales por el Estado.
¿Por qué tanta saña? ¿Por qué tanta
indolencia? ¿Por qué el coraje, el odio hacia los que luchan por mejores
condiciones de vida para los trabajadores del campo y la ciudad? Estamos
seguros de que la pobreza y miseria golpea a la gran mayoría del pueblo
mexicano, el desempleo, el hambre, el nulo acceso a una salud pública afecta a
todos por igual y estas condiciones de vida de opresión y explotación
históricas de gran parte del pueblo mexicano dan razón nuestra lucha, sin
embargo, en manos del Estado recibimos el trato inhumano, la represión.
Pasaron no menos de 30 horas de batalla
para nosotros desde el momento en que nos reprimieron y detuvieron
arbitrariamente hasta la hora en que producto de la movilización inmediata
fuimos liberados. Tortura sicológica mientras nos encontrábamos en las garras
asesinas del Estado mexicano, cada actitud, cada gesto y acción que policías,
fiscales, guardias muestran hacia sus presas inocentes son de tortura porque en
todo momento te mantienen en incomunicación, preguntas y más preguntas acerca
de tus datos generales, fotografías que cualquier policía o fiscal intentaba
tomarnos, seguramente con estos datos el Estado mexicano busca armar
expedientes incriminatorios.
En todo momento un policía te persigue
hasta al baño como si uno fuera el peor criminal como lo son ellos al asesinar
a estudiantes, campesino, maestros, o al detener y desaparecer a luchadores
sociales, defensores de los derechos humanos.
Todo el proceso es en sí una tortura, física y sicológica. Desde la detención con los golpes que los policías propician, las mentadas e insultos a la persona, hasta los trámites burocráticos y argumentos leguleyos con que determinan tu inocencia o culpabilidad.
Todo el proceso es en sí una tortura, física y sicológica. Desde la detención con los golpes que los policías propician, las mentadas e insultos a la persona, hasta los trámites burocráticos y argumentos leguleyos con que determinan tu inocencia o culpabilidad.
A los integrantes de organizaciones
populares, los elementos policíacos y funcionarios responden con mayor
despotismo, prepotencia. Cuatro horas pasaron para conceder una llamada, sin
embargo, esto no fue por la buena voluntad del fiscal, sino por la presión que
las acciones políticas de masas ejercían sobre el gobierno para nuestra
libertad inmediata.
Testificamos a la Comisión Estatal de
los Derechos Humanos (CEDH) de todas las vejaciones físicas y sicológicas que
los cuerpos policíacos nos propiciaron, cada uno de los golpes, y esperamos que
ante los ojos de la CEDH humanos constituya elemento para determinar una sola
violación a los derechos humanos en contra nuestra, ya que de las quejas por
intentos de ejecución extrajudicial, intentos de detención desaparición
forzada, ejecuciones extrajudiciales a dos de nuestros compañeros del ejido El
Carrizal municipio de Ocosingo por policías y paramilitares no exista ningún
llamado al gobierno del estado para un alto a la agresión.
De la fiscalía de Chiapa de Corzo a la
Procuraduría General de Justicia del Estado fuimos trasladados con más de 200
elementos policiacos alrededor de las 12:45 de la madrugada del día viernes 30
de junio donde siguieron los cuestionamientos y sorpresas de algunos por no ser
precisamente “delincuentes” a los que con gran operativo se custodiaba, eran en
su mayoría universitarios, campesinos o campesinas que exigían justicia para un
niño ejecutado. ¡Justicia! ¡Nada más! ¿Por qué montar un gran operativo para
integrantes de una organización que exige justicia por sus compañeros
ejecutados o desaparecidos de manera forzada?
Fuimos testigos de una represión por
consigna política del gobierno mexicano contra este esfuerzo organizativo de
carácter independiente que ha denunciado y señalado que la detención
desaparición forzada, la ejecución extrajudicial las comete el Estado mexicano
a través de las fuerzas policíaca militares y paramilitares, que el Estado
mexicano es responsable por comisión, omisión y aquiescencia de los miles de
crímenes de lesa humanidad en el país y en particular de la ejecución de
nuestro compañero Héctor Sántiz López de 26 años en septiembre de 2015,
Humberto Morales Sántiz el 28 de febrero del año en curso y de la detención
desaparición forzada de Fidencio Gómez Sántiz el 05 de marzo de 2016 en la
cabecera municipal de Ocosingo, Chiapas.
Señalar a los responsables materiales e
intelectuales de estos crímenes contra el pueblo no es un delito, mucho menos
un crimen; señalar a las fuerzas policíaca militares y paramilitares como los
perpetradores tampoco es un crimen, evidencias y testimonios son muchos, son
los autores materiales de miles de crímenes en el país como es el caso de la
detención desaparición forzada de los dos luchadores sociales Gabriel Alberto
Cruz Sánchez y Edmundo Reyes Amaya el 25 de mayo de 2007 en la ciudad capital
de Oaxaca, de Fidencio Gómez, de Daniela y Virginia Ortiz, la de los normalistas
de Ayotzinapa y miles más.
Ante el estado de derecho oligárquico,
toda denuncia de las víctimas, organizaciones populares y defensores de los
derechos que señalen a los responsables materiales e intelectuales de tales
crímenes se les persigue, hostiga, criminaliza y reprime como a un criminal por
que se desenmascara una política de Estado que es transexenal.
Para el gobierno de Velasco Coello
informar al pueblo con volantes, realizar mítines de denuncia, conferencias de
prensa y toda actividad política que desenmascare el rostro criminal de su
gobierno es sinónimo de peligro a sus intereses que inmediatamente hay que
responder con represión y hacer uso de la violencia ya sea con las detenciones
arbitrarias, ejecuciones extrajudiciales o detenciones desapariciones forzadas
que se configuran en crímenes de lesa humanidad que en Chiapas el número de
víctimas va en aumento. En ningún momento resuelve las exigencias populares.
Lo que hicimos no es un acto
delincuencial ni aborrecible, por el contrario, las víctimas de esta política
de terrorismo de Estado denunciamos el crimen de Estado contra nuestro
compañero Humberto Morales Sántiz.
Nuestra libertad se debe a la
solidaridad incondicional del pueblo, de organizaciones solidarias, de
defensores de los derechos humanos, de activistas, de personalidades honestas,
de la combatividad en las acciones políticas de masas de nuestros compañeros en
las regiones donde tenemos presencia y arraigo, de la denuncia inmediata y
llamados a nivel nacional e internacional, a toda solidaridad un saludo fraterno
y combativo.
Al pueblo que en identidad de clase nos
ha cobijado y solidarizado en todo momento en las exigencias políticas de
presentación con vida de todos los detenidos desaparecidos en el país, en
particular con la de nuestro compañero Fidencio Gómez Sántiz y la de los dos
luchadores sociales Gabriel Alberto Cruz y Edmundo Reyes, así como nuestra
exigencia de castigo a los autores materiales e intelectuales de la ejecución
de Héctor Sántiz López y del menor Humberto Morales Sántiz ambos del Ejido El Carrizal
municipio de Ocosingo, agradecemos la solidaridad y su combatividad al abrazar
y hacer suya una bandera de lucha del pueblo víctima del terrorismo de Estado.
Fraternal y
combativamente
¡Ni perdón, ni
olvido!
¡Castigo a los asesinos!
¡Juicio y castigo a los autores materiales de la ejecución extrajudicial de
nuestro compañero Humberto Morales!
¡Presentación con vida de nuestro compañero Fidencio Gómez Sántiz!
Frente Nacional de
Lucha por el Socialismo (FNLS)
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