En la espera de disculpas
públicas por parte de la Procuraduría General de la República (PGR) y la
Fiscalía General del Estado de Puebla (FGE) por la “fabricación” de delitos en
su contra, falleció la medianoche de este jueves Orlando Xolalpa Sánchez, a los
36 años de edad, quien fue encarcelado y utilizado como “chivo expiatorio” en
el ataque a una familia en la autopista México-Puebla, ocurrido el pasado 2 de
mayo.
La información fue confirmada por Hilario Alonso, a cargo de la defensa legal de Orlando Xolalpa, quien precisó que la víctima padecía cirrosis crónica, pero su salud se debilitó en prisión.
El joven –a quien la Policía Federal le impuso el mote del Chivo- fue liberado hace 20 días por falta de elementos legales que lo vincularan al ataque de la familia Vázquez.
Debido a esta situación Orlando Xolalpa inició una denuncia en contra gobierno federal
Al respecto, Hilario Alonso informó que este fin de semana se dialogará con la familia Xolalpa para que determinen si continúan con el proceso legal contra las autoridades federales.
“Orlando falleció la medianoche de este jueves, y estaremos dialogando con sus padres y hermanos para saber qué postura van a tomar al respecto, si vamos a exigir las disculpas públicas y la reparación del daño”, declaró.
Asimismo dijo que van a esperar los resultados de la necropsia de rigor para descartar cualquier atentado contra el joven oriundo de la comunidad de Santa María Moyotzingo, ubicado en el municipio de San Martín Texmelucan.
Mayra Xolalpa, hermana del procesado, aclaró que Orlando es campesino de oficio y padece desde hace 10 meses cirrosis hepática crónica, anemia e hipertensión arterial.
Reveló que por su condición de salud tres veces cayó en coma al interior del penal de San Miguel, donde refirió que los directivos finalmente decidieron liberarlo “para no cargar con su muerte”, como sucedió con el luchador social Delfino Flores Melga, quien murió a los 90 años en la misma prisión de Puebla por un supuesto despojo de tierras.
Asimismo informó que se interpuso una queja ante la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) por las violaciones a las garantías de su hermano.
Durante la entrevista que concedió a esta casa editorial, Orlando Xolalpa lució pálido, cansado y con dificultad para caminar. Ese día, el 19 de junio, llevaba un cubrebocas y habló lo menos posible, debido a sus constantes recaídas.
Acusó que las autoridades federales y estatales intentaron acusarlo por el asesinato de un bebé y el abuso sexual de dos mujeres en la autopista México-Puebla.
A falta de pruebas, Xolalpa Sánchez dijo que fue liberado y sólo se encuentra procesado por los delitos de posesión de arma de fuego y metanfetaminas, según el expediente número 389/2017.
Al respecto, el agraviado destacó que tanto el arma como la droga también fue “sembrada” por agentes federales en su detención, en la comunidad de Santa María Moyotzingo.
Por esta razón, Orlando Xolalpa exigió a las autoridades que se limpie su imagen.
Al último, reclamó al comisionado Nacional de Seguridad, Renato Sales Heredia, y al comisario de la Policía Federal en Puebla, Israel Aguirre Navarro, se retracten de sus declaraciones, corrijan sus afirmaciones sin fundamentos y rindan una disculpa pública.
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