3 de julio de 2017

¡AGUAS BLANCAS! CRIMEN DE ESTADO ¡NO SE OLVIDA!

Este 28 de junio se cumplen 22 años de la masacre de 17 campesinos en el Vado de Aguas Blancas, municipio de Atoyac de Álvarez, Guerrero, donde además 21 resultaron heridos, por la policía Motorizada de la entidad, quienes actuaron bajo las órdenes del entonces gobernador Rubén Figueroa Alcocer. El motivo de esta agresión fue castigar su pertenencia a una organización popular independiente, la Organización Campesina de la Sierra del Sur (OCSS).

Crimen que expresa el terrorismo de Estado a través de ejecuciones extrajudiciales tumultuarias que se convierten en masacres; es también política represiva de gobiernos antipopulares a las que suman los casos de Acteal y el Bosque Chiapas; el Charco Guerrero por sólo mencionar algunos ejemplos de estos crímenes de lesa humanidad.

En todo este tiempo no hay duda de que el autor material e intelectual es el Estado mexicano, quien a 22 años no ha enjuiciado ni castigado a los responsables, sólo impera una política: la impunidad e inmunidad total para los perpetradores, única garante en este aberrante hecho.

La impunidad es una política de Estado que impide el acceso a una investigación pronta y expedita, no permite enjuiciar a los autores materiales e intelectuales; Aguas Blancas es un ejemplo de lo que sucede a nivel nacional en todos los casos de graves violaciones a los derechos humanos, donde el gobierno mexicano participa en el cometido de crímenes de Estado y de lesa humanidad, sin embargo, con el paso de los años, desde las instituciones se le apuesta al desgaste y al olvido.

Actualmente los crímenes de esta naturaleza se mantienen como una política transexenal, porque independientemente de quién esté en la silla presidencial, sexenio tras sexenio se cometen contra el pueblo que esta organizado y con el que no lo está, es con el propósito de intentar contener el avance del descontento popular y acallar las voces de protesta.

El gobierno mexicano le apuesta al olvido para no enjuiciar a los autores materiales e intelectuales, sin embargo, por muchos años que pasen la herida permanece y sanará hasta castigar a los responsables y no permitir más crímenes de Estado y de lesa humanidad, porque hoy como ayer, las balas asesinas del Estado tienen en la mira a los hijos del pueblo trabajador.

Este aberrante crimen nos ilustra que en México se castiga con represión, cárcel, ejecuciones extrajudiciales y detenciones desapariciones forzadas a quien se organiza y ejerce sus derechos y libertades políticas como el derecho a libertad de ideas, manifestación y a la protesta; se castiga con la acción policíaca a campesinos e indígenas que exigen sus derechos económicos; se encarcela a quien exige justicia social.

En este tiempo el PRI gobierno se caracteriza por tener una larga historia de represión, ejecuciones extrajudiciales, desapariciones forzadas contra el pueblo, política represiva a la que se suman los gobiernos que se dicen de “oposición” y de “izquierda” al representar y defender los intereses de una minoría en detrimento de la mayoría. En los hechos no están para resolver los problemas de hambre y miseria que azotan el país, sino para garantizar los intereses de una minoría oligárquica.

En la actualidad esta política de Estado continúa a través del terrorismo de Estado, el gobierno mexicano pretende infundir miedo y terror al pueblo para contener las luchas de protesta, la expresión de esta política son los más de 300 mil detenidos-desaparecidos, más de 250 mil ejecuciones extrajudiciales, más de un millón 200 mil desplazados de sus lugares de origen y cientos de presos políticos y de conciencia.

En todos perdura un común denominador, la impunidad e inmunidad a los responsables. Las autoridades e instituciones alargan los procesos jurídicos, actúan con negligencia, dilación y burocratismo para impedir juicio y castigo, conocer la verdad de los hechos y la no repetición del crimen.

La represión contra el pueblo es política de gobierno que de manera sistemática y generalizada la cometen contra el pueblo; gobiernos van y vienen, y la esencia no cambia, hay cientos de miles de detenidos desaparecidos, igual número de ejecuciones extrajudiciales, cientos de miles de encarcelados; política que promueve el despojo legalizado y los desplazamientos forzados, sobre todo ahí donde existen riquezas naturales para la imposición de proyectos económicos trasnacionales.

Ayer como hoy se reprime a los trabajadores de la educación que luchan por el derecho a la educación del pueblo; se reprime a los estudiantes por exigir el derecho a la educación y al trabajo; se detiene desaparece a los normalistas que se movilizan en torno a la masacre del 2 de Octubre de 1968; se reprime con crímenes de Estado a organizaciones independientes; se cometen nuevos crímenes de Estado, contra comunidades campesinas e indígenas por la defensa de la tierra; se ejecuta extrajudicialmente a los trabajadores de la comunicación; se encarcela a cualquiera que exige sus derechos. ¡Es la política de este gobierno antipopular y represivo!


Aguas Blancas significa para el pueblo una razón más de lucha, así como cada uno de los detenidos desaparecidos son motivo de lucha, el recuerdo de los masacrados es parte de la memoria histórica que exige a todos organizarnos y seguir luchando para exigir juicio y castigo a los responsables materiales e intelectuales de la represión.

¡AGUAS BLANCAS NO SE OLVIDA, ES DE LUCHA COMBATIVA!

¡EXIGIMOS LA PRESENTACIÓN CON VIDA DE GABRIEL ALBERTO CRUZ SANCHEZ Y EDMUNDO REYES AMAYA!

¡PRESENTACIÓN CON VIDA DE NUESTRO COMPAÑERO FIDENCIO GÓMEZ SÁNTIZ!

¡PRESENTACION CON VIDA DE LOS MAS DE TRESCIENTOS MIL DETENIDOS DESAPARECIDOS QUE HAY EN EL PAIS!

¡JUICIO Y CASTIGO A LOS RESPONSABLES DE LA EJECUCIÓN EXTRAJUDICIAL DEL COMPAÑERO HUMBERTO MORALES SÁNTIZ!

¡POR LA UNIDAD OBRERO CAMPESINO Y POPULAR!

FRENTE NACIONAL DE LUCHA POR EL SOCIALISMO FNLS

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