Enviado
por usuario anónimo
El senador Miguel Barbosa, nuevo coordinador del
Morena en Puebla, pasó primero por el PRI y luego por el PRD. Ahora, con su
rotundo triunfo político electoral para la gubernatura de Puebla, queda bien
posicionado políticamente, aunque tiene un pasado neoliberal, habría que
recordar que fue uno de los principales promotores del Pacto por México,
firmado en diciembre de 2012 por el presidente Peña Nieto, el Partido
Revolucionario Institucional, el Partido Acción Nacional y el Partido de la
Revolución Democrática.
Este
acuerdo fue la antesala de las reformas estructurales, entre ellas la
energética y la educativa, ordenadas por el gobierno estadounidense y los
organismos internacionales para alistar una nueva ola de saqueo y precarización
laboral en México.
Andrés
Manuel López Obrador (AMLO), líder del Morena, criticó muchas veces cómo “se
vendió” el PRD al firmar el Pacto por México, pero de un tiempo a esta parte
recibió en su partido a algunos de los líderes del sol azteca, como el mismo
Barbosa, Mario Delgado y Alejandro Encinas.
Mientras
AMLO sigue su discurso contra la corrupción y la “mafia del poder”, los arropa
a su lado. Con la reacción ante el caso Barbosa, esto parece distanciarlo de
sus simpatizantes.
Ningún
cambio puede provenir de la mano de exmilitantes del PRD, del PRI y del PAN.
Para resolver las grandes necesidades de las mayorías –salud, educación,
vivienda, salarios acordes al costo de la canasta familiar y ajustable por
inflación- y para enfrentar los ataques de Trump, los jóvenes, los trabajadores
y las mujeres necesitan forjar su propio partido, independiente de los
empresarios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario