18 de junio a las 23:15
La modelo de origen mexicana, Are Rojas, quien ganó fama y popularidad
tras haberse desnudado en la fila de una gasolinería ha vuelto a causar
polémica, esta vez por desnudarse al interior de una iglesia católica.
En las fotos puede
apreciarse a la fémina posar sin prenda de ropa en el interior del recinto
católico.
Las autoridades
eclesiásticas no han emitido ningún comunicado en el que se exprese su postura
ante este provocador acto.
Sin embargo, en las
palabras de la misma Are Rojas, este acto no debe ser interpretado como un acto
transgresivo, esto alegando que su cuerpo no debe ofender a Dios, debido a que
es producto de su creación.
EL TEXTO DE LA
MODELO QUE PUBLICÓ ACOMPAÑADO DE 4 FOTOGRAFÍAS:
Mi desnudez no
ofende a Dios,
¿Cómo es que algo tan natural como su creación misma podría ofenderlo?
¿Cómo es que algo tan natural como su creación misma podría ofenderlo?
Mi desnudez no ofende
a Dios, ofende a quienes usan a Dios y una religión para matar, quienes lo usan
para manipular masas y para vivir con doble moral.
Mi desnudez no
ofende a Dios, ofende a quienes van a misa los domingos y al salir critican a
todos, a quienes van a la basílica, pero que al regresar a casa vuelven al
alcohol y a la violencia contra su mujer.
Mi desnudez no
ofende a Dios, ofende a quienes aún no se han atrevido a ser libres y en cambio
viven atados a patéticas reglas de etiqueta e hipocresía social.
Mi desnudez no
ofende a Dios, ofende a quienes dicen predicar las palabras y el amor de Dios,
pero que rechazan y violentan contra otros tipos de amor y de preferencias.
Mi desnudez no
ofende a Dios, ofende a quienes van rechazando y tachando de incorrecto todo lo
que no entienden, a quienes me llaman puta e inmoral por mostrarme
natural.
Mi desnudez no ofende a Dios, ofende a quienes prohíben el sexo pre marital o experimentación sexual, pero que llevan una vida doble; una felizmente casados en público y la otra desnudándose en moteles con su amante.
Mi desnudez no ofende a Dios, ofende a quienes prohíben el sexo pre marital o experimentación sexual, pero que llevan una vida doble; una felizmente casados en público y la otra desnudándose en moteles con su amante.
Mi desnudez no
ofende a Dios, ofende a quienes le ponen género a las prendas, a quienes no
conciben en ver a un niño con falda o a una niña con pantalón, pero sí a un
sacerdote con “vestido”. Mi desnudez no ofende a Dios, ofende a quienes aún no
comprenden la pureza y el amor de Dios, a quienes han perdido la Inocencia de
lo natural.
Mi desnudez no ofende a Dios, mi desnudez honra su perfecta creación, la
belleza de nuestros cuerpos, la diferencia de los sexos, el disfrute del placer
que nos da; que por algo existe la capacidad
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