MÉDICOS
Y NO BOMBAS
“Nuestro
país no lanza bombas contra otros pueblos, ni manda miles de aviones a
bombardear ciudades; nuestro país no posee armas nucleares, ni armas químicas,
ni armas biológicas. Las decenas de miles de científicos y médicos con que
cuenta nuestro país han sido educados en la idea de salvar vidas.
Estaría
en absoluta contradicción con su concepción poner a un científico o a un médico
a producir sustancias, bacterias o virus capaces de producir la muerte a otros
seres humanos.
Autor:
Fidel Castro Ruz | internet@granma.cu 25 de marzo de 2020 22:03:54 fidel y
medicos Foto: Granma
Pienso
–porque soy optimista– que este mundo puede salvarse, a pesar de los errores
cometidos, a pesar de los poderíos inmensos y unilaterales que se han creado,
porque creo en la preminencia de las ideas sobre la fuerza. (…)
Nuestro
país no lanza bombas contra otros pueblos, ni manda miles de aviones a
bombardear ciudades; nuestro país no posee armas nucleares, ni armas químicas,
ni armas biológicas.
Las
decenas de miles de científicos y médicos con que cuenta nuestro país han sido
educados en la idea de salvar vidas. Estaría en absoluta contradicción con su
concepción poner a un científico o a un médico a producir sustancias, bacterias
o virus capaces de producir la muerte a otros seres humanos.
No
faltaron, incluso, las denuncias de que Cuba estaba haciendo investigaciones
sobre armas biológicas. En nuestro país se hacen investigaciones para curar
enfermedades tan duras como la meningitis meningocócica, la hepatitis, a través
de vacunas que produce por técnicas de ingeniería genética, o, algo de suma
importancia, la búsqueda de vacunas o de fórmulas terapéuticas a través de la
inmunología molecular; y lo mismo unas pueden prever y otras pueden, incluso,
curar, y avanzamos por esos caminos.
Ese
es el orgullo de nuestros médicos y de nuestros centros de investigación.
Decenas de miles de médicos cubanos han prestado servicios internacionalistas
en los lugares más apartados e inhóspitos.
Un
día dije que nosotros no podíamos ni realizaríamos nunca ataques preventivos y
sorpresivos contra ningún oscuro rincón del mundo; pero que, en cambio, nuestro
país era capaz de enviar los médicos que se necesiten a los más oscuros
rincones del mundo. Médicos y no bombas, médicos y no armas inteligentes.”
Fragmentos
del discurso pronunciado por el Comandante en Jefe, en Buenos Aires, en mayo de
2003.
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